Al momento de realizar un trabajo, siempre buscamos la mejor calidad. Esto es aplicable en todas las áreas y la construcción no es la excepción. De hecho, es uno de los rubros donde un control adecuado es indispensable. Para continuar mejorando, es importante el aprendizaje continuo y por eso, en esta oportunidad te traemos cómo hacer un buen concreto curado.
¿Qué es el curado del concreto?
El curado no es más que los procesos aplicados para generar y mantener un ambiente húmedo y una temperatura adecuada del concreto. El objetivo es favorecer estos parámetros durante varios días, una vez que hemos hecho el vaciado o el fraguado. De tal manera, que podamos lograr que el concreto adquiera un calibre seguro y eficaz.
Un buen curado nos permite obtener la resistencia especificada en el plano, así como una durabilidad adecuada. Adicionalmente, nos ayuda a evitar la aparición de fisuras o grietas que comprometan, tanto el endurecimiento como la estética del material.
¿Por qué curar el concreto?
Es bien conocido que el concreto presenta una alta sensibilidad a la temperatura y pérdida de humedad. Por lo tanto, si queremos un material que cumpla con sus características a cabalidad, debemos cuidar en todo momento realizar un trabajo adecuado.
Una vez aprendemos cómo hacer un buen concreto curado; notaremos que obtendremos mayor resistencia al desgaste y ataques químicos, una durabilidad impecable, impermeabilidad marcada y por supuesto, una apariencia superior.
Cómo hacer un buen concreto curado: Métodos de curado
Ya hemos establecido que el propósito del curado es mantener la humedad. Para esto, existen dos grandes métodos consolidados. En general, podemos abordar el curado suministrando agua o simplemente evitando que pierda la humedad.
Método húmedo
Inmersión
Esta técnica es recomendada para losas, pisos y ciertos tipos de techos. Consiste en realizar una inmersión de forma controlada del concreto en el agua. Es decir, creamos bordes en la estructura para que contengan el agua. En todo momento, debemos procurar evitar el daño del concreto, por lo que es necesario cuidar cada aspecto constantemente.
Rocíos de agua
En estos casos, lo que se hace es aplicar el agua en forma de niebla sobre el concreto. Para esta técnica, se deben buscar los aspersores adecuados que eviten la erosión del material. Es ideal para aquellas zonas expuestas a altas temperaturas.
Cubiertas con material absorbente
Esta opción se basa en ubicar materiales sobre la superficie del concreto, una vez ha alcanzado una dureza aceptable. Al mismo tiempo, es indispensable mantener humectado el material, de tal forma que la superficie reciba constante hidratación.
Para ello, normalmente se utilizan mantas, alfombras, costales, espuma, entre otros. Es importante no dejarlos secar hasta que finalicemos la actividad y queramos retirarlos. De lo contrario, el proceso se invierte y pueden ocasionar daños.
Arena o aserrín
En estos casos, lo que se indica es colocar una capa de aproximadamente 10 cm del material seleccionado. Una vez hecho esto, se mantiene la arena o el aserrín lo más húmedo que podamos de manera constante hasta que finalice el curado. Cabe mencionar que distintos componentes como el ácido tánico pueden alterar el acabado.
Paja o heno
Al igual que en el caso anterior, cubrimos el concreto formando una capa de hasta 15 cm. Al finalizar, protegemos el sistema con una malla y lo mantenemos húmedo permanentemente hasta que se haya consolidado todo el proceso.
Formaletas
Ya sean de metal, fibra de vidrio o madera, se requiere un riego exigente cuando se utiliza este método. Por su complicación, se prefieren otras técnicas como el rocío para controlar adecuadamente la temperatura.
Métodos que evitan la pérdida de humedad
Películas plásticas
Como su nombre lo indica, se trata de un material liviano libre de grietas o roturas que permitan que escape la humedad. Para mayor efectividad, se deben ubicar lo más cerca de la superficie posible, cubriendo en su totalidad el concreto. Adicionalmente, es recomendable añadir un poco de agua debajo del material.
Membranas de curado
En este caso, hablamos de parafinas o resinas que se encuentran en cumplimiento de las diferentes normativas. Aquí, el concreto se encuentra recubierto en su totalidad por este elemento.
Su principal ventaja radica en su fácil aplicación, ya que este puede ser dispuesto con una simple brocha o un rodillo. Además, por las características propias de la parafina, nos es posible evaluar adecuadamente la superficie y evitar daños.
Técnicas que te enseñarán cómo hacer un buen concreto curado
En esta área, los materiales más conocidos son los selladores sin lugar a dudas. Aun así, es importante conocer algunas otras opciones que pueden lograr resultados asombrosos. Veamos cuáles son.
Barreras de viento
Cuando nuestro concreto se encuentra altamente expuesto, esta es la alternativa ideal que evita una evaporación acelerada.
Selladores
La opción predilecta para muchos son en definitiva los selladores. Su funcionamiento es bastante sencillo.
Lo que hacen es formar una película totalmente hermética al entrar en contacto con la superficie, lo que además de protección e impermeabilidad; mejora notablemente la apariencia del concreto proporcionando incluso brillo y color. A su vez, evita la generación de polvo y cuida los acabados.
Retardantes de evaporación
Este tipo de soluciones forman una película sobre la superficie al igual que los selladores. La diferencia radica en su capacidad para retener la humedad. Normalmente, los constructores lo recomiendan en zonas donde la humedad es bastante baja y las temperaturas son elevadas.
¿Qué pasa si no se hace un buen curado?
Como sabemos, el propósito final del curado es que el concreto alcance su máxima calidad. Ahora bien, cuando esto no sucede, su resistencia se reduce drásticamente alcanzando solo un 55% de su potencial. Si lo comparamos con los efectos alcanzados con un buen curado, cuya resistencia es superior al 120%; se hace evidente las consecuencias de saltarse este paso fundamental.
El secado prematuro convierte el concreto en una estructura de baja calidad. No solo hablamos de una baja resistencia, a esto se le adiciona la generación de polvo, aparición de fisuras e incluso acabados de poca estética.
Es por estas y muchas más razones que aprender cómo hacer un buen concreto curado es fundamental en la industria de la construcción. No dudes en continuar formándote y consultar a un experto en el momento adecuado.