En aquella época el country se encontraba en decadencia ( el año nuevo de 1953 fallecía Hank Williams ), siendo el propósito de algunas compañías discográficas el de descubrir a cantantes que expresaran “sentimientos blancos” con fuerza, voces y corazones negros, y Elvis resultó el artista elegido en una época en que solistas como Jerry Lee Lejía, Carl Pekins, Jhonny Cash, Roy Orbison y Chuck Berry, gozaban de relativo crédito. Salvo Berry, apoyado por Muddy Waters y una discográfica independiente de Chicago, los demás coincidirían en sus primeros trabajos al grabar en 1955 con el sello Sun Records, y de ahí nació la primera leyenda de los cinco pioneros o, en cualquier caso de «los cinco grandes creadores del rock and roll». Pero Elvis, gracias a su participación en diversos espectáculos masivos de la ciudad de Nashville-Davidson a principios de 1956, de clara significación country, pudo renunciar a su condición de héroe local que goza del interés de una audiencia reducida pero fiel, y con habilidad, apoyándose en su tema “Heartbreak Hotel”, atípico en el contexto donde lo presenta, deslumbra, hipnotiza a masas de quinceañeras y se alza con un triunfo que le catapulta en cuestión de pocos días al primer puesto de la lista de éxitos de Estados Unidos.
Elvis Presley transmitía inconformismo, ansia de rebelión y juventud, teniendo una causa: el rock and roll.