Consejos para estudiar
Consejos para estudiar
Enumeramos brevemente varios aspectos a tener en cuenta para aprovechar el tiempo de estudio. Aconsejamos que dediques simplemente un minuto para leerlos. Si los consideras interesantes, te recomendamos que los imprimas y los guardes al principio de la carpeta que utilices habitualmente, consultándolos de vez en cuando.
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Necesitas cinco minutos cada día para planificarte. Cuanto más atareado estés, más necesitas organizarte bien. No te dejes atropellar por la improvisación de acometer lo más inmediato. Haz una lista de los trabajos y tareas a realizar, y ve tachándolos a medida que los realizas. Date la satisfacción de saber por dónde vas y de cumplir lo que has previsto.
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Antes de ponerte a estudiar prepara todas las cosas que preveas necesarias. Es conveniente cortar a tiempo las posibilidades de fuga. Quien mucho se levanta, poco interés tiene.
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Procura trabajar en una mesa en la que sólo tengas las cosas que necesites para el estudio; evita en lo posible el riesgo de distraerte. Si es posible, estudia siempre en el mismo sitio y en el mismo horario; “crea el hábito”.
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Ponte cómodo para estudiar: postura relajada, ropa floja y cómoda, buena luz.
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No empieces nunca por lo fácil con la excusa de ir entrando en materia poco a poco. Valdría si hubiera mucho tiempo por delante, pero generalmente no lo hay. Comienza por lo más importante, si no lo haces así, te perturbará la ansiedad de saber que aún tienes pendiente aquella tarea y el nerviosismo te hará aumentar la sensación de impotencia.
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Lleva siempre encima una agenda en la que puedas anotar una idea antes de que se te olviden datos que sea necesario recordar.
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Sé ordenado/a. Conserva pocos papeles. Tira todos los que hayas usado y no sean imprescindibles. Archiva con un método claro todo lo que decidas conservar. Hay quien pierde más de la mitad del tiempo que tiene de estudio en buscar y rebuscar informaciones entre una marabunta de fotocopias y cuadernos.
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Aprovecha en lo posible tus mejores momentos. ¿Eres de los madrugadores? ¿Se te dan mejor las tardes o eres ave nocturna? Estudia en tus momentos altos de energía. El descanso y la diversión exigen menos concentración.
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Busca sitios adecuados donde poder estudiar sin que haya demasiado ruido. Si es necesario habrá que recurrir a otras posibilidades fuera de casa: bibliotecas públicas, etc. La concentración es imprescindible.
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Empieza a estudiar con un vistazo general de los temas. Esto ayuda a concentrar la atención y a despertar el subconsciente. Tener un marco de referencia general te ayudará a comprender mejor los pasos de un proceso
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Reserva algún tiempo del día para resolver las cosas triviales, pero necesarias. Evita la sensación de estar pendiente de terminar algo que se ha quedado a medias. Esta sensación es frustrante y descentra.
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Cuando lo necesites, descansa, relájate, oye música. No esperes a que el cansancio se convierta en agotamiento, pero tampoco diversifiques los objetivos de tu atención haciendo varias cosas a la vez, como estudiar y oír música; las dos cosas a la vez no suelen funcionar bien.
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Pide ayuda cuando la necesites. Remite tus dudas al profesor, pero no dejes pasar un tiempo excesivo para aclararlas. Muchas veces basta con una consulta a tu compañero, pero cuando haga falta hay que recurrir al profesor, con quien siempre hay que mantener una relación personal que facilite estas consultas.
RESUMEN
– Planifícate. Lista de tareas y prioridades.
– Antes de ponerte a estudiar prepara todas las cosas que vas a necesitar.
– Crea el hábito de estudio: lugar y horario.
– Practica el arte de ser ordenado/a.
– Estudiar requiere concentración. Olvídate de la radio y de la televisión.
– Si necesitas ayuda, solicítala lo antes posible.