John y Yoko

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Cuenta la leyenda que John conoció a Yoko el 9 noviembre de 1966 en una visita privada a la Indica Gallery de Londres, donde la artista preparaba una exhibición. John Dunbar (uno de los dueños del lugar y, por entonces, marido de Marianne Faithfull) llevó al músico con la promesa de presenciar un «happening» que incluía una «mujer japonesa en un bolso negro». Pero el Beatle se vio sorprendido y algo decepcionado al encontrarse con una muestra avant-garde en la que, por ejemplo, se vendía una manzana fresca por 200 libras a cambio de «poder verla descomponerse». «Pensé ‘es una estafa; ¿qué carajo es esto?’ —contó más tarde en una entrevista a la BBC—. No pasaba nada en las bolsas. Yo esperaba una orgía… y estaba todo tranquilo».

2. Cuando Dumbar los presentó, Ono le entregó a Lennon una tarjeta personal que solo tenía impresa la palabra «Breathe» («Respirá»).

3. En la muestra, el músico se vio atraído por dos obras en especial. En la titulada Ceiling Painting, había que subir por una escalera y ver en el techo, a través de un vidrio con aumento, la palabra «YES» («SÍ»). En la famosa entrevista que le dio al periodista de Playboy David Sheff en 1980, el Beatle recordó: «Todo ese arte llamado avant-garde en ese momento, y todo lo que supuestamente era interesante, era una mierda negativa y aburrida. Todo era anti: antiarte, antiestablishment. Y ese simple ‘SÍ’, en una galería llena de manzanas y clavos, hizo que, en lugar de irme, dijera ‘no voy comprar nada de esta porquería’».

The Beatles - Fotos extrañas (Especial)

La otra pieza a la que Lennon le echó el ojo fue Hammer a Nail, que consistía en una tabla de madera sobre la cual el espectador podía clavar un clavo. Lennon intentó hacerlo, pero Ono lo detuvo porque la exhibición todavía no estaba inaugurada. Finalmente, la artista accedió a cambio de cinco chelines, a lo que el músico le respondió que le daría cinco monedas imaginarias para clavar un clavo imaginario. «Y ahí fue cuando nos conocimos. Ahí cruzamos miradas y ella entendió, y yo entendí, y eso fue todo», recordó años más tarde.

5. Lennon todavía seguía casado con Cynthia Powell cuando inició su relación con Ono. La esposa los encontró juntos en su casa, en mayo de 1968, luego de volver de unas vacaciones en Grecia, hecho que precipitó el divorcio meses más tarde. La separación inspiró a Paul McCartney a componer «Hey Jude» como un tema para consolar a Julian Lennon, hijo de la pareja. Por otro lado, del affaire entre el guitarrista y la artista surgió el álbum Unfinished Music No. 1: Two Virgins.

6. John y Yoko se casaron el 20 de marzo de 1969 en Gibraltar, pero esa no fue la intención original. La pareja tuvo la idea de contraer matrimonio días antes a bordo de un ferry que atravesaba el Canal de la Mancha, pero Ono, siendo estadounidense, no pudo obtener el visado necesario. Luego, viajaron a Francia, para intentarlo en París, pero la nacionalidad de la artista volvió a ser un impedimento. Fue Peter Brown, director del sello Apple, quien les sugirió rentar un avión y realizar el trámite en la colonia británica. Los novios estuvieron apenas una hora allí, tiempo necesario para poner el gancho y tomarse unas fotos que, 30 años más tarde, se transformarían en estampillas conmemorativas.

7. Después de la ceremonia, los tórtolos volvieron a París para, más tarde, dirigirse a Holanda y comenzar una particular luna de miel en la habitación 902 del Ámsterdam Hilton: el célebre «bed-in» por la paz. Pero esa ya es otra historia.

8. El casamiento quedó inmortalizado en la canción «The Ballad of John and Yoko». Lennon la grabó el 14 de abril de 1969 con la única compañía de McCartney, ya que Ringo Starr estaba filmando la película The Magic Christian y George Harrison andaba con los monjes de Radha Krishna. El single fue el último número uno de The Beatles en Gran Bretaña y objeto de algunas controversias en Estados Unidos por las alusiones de la letra a la «crucifixión» (todavía estaba en el aire la polémica por aquella frase de que la banda «era más popular que Jesús»).

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9. En 1973, John y Yoko se distanciaron durante un año y medio, período que el músico llamó su «fin de semana perdido», durante el cual grabó el álbum Mind Games, se mudó a Los Ángeles y mantuvo un amorío con May Pang (ex asistente personal de Ono). La pareja se reconcilió en noviembre de 1974, luego de un concierto de Elton John en el Madison Square Garden. Varias décadas después, Ono reveló que McCartney ayudó a salvar el matrimonio.

10. En All We Are Saying, de David Sheff, el libro que registra por completo la famosa (y última) entrevista de John Lennon en 1980, el músico reveló el impacto que tuvo Ono en su vida: «Cuando conocí a Yoko es como cuando conocés a una mujer y dejás a los pibes en el bar y ya no vas a jugar al fútbol o al pool. Quizás, a algunos les gusta salir todos los viernes a la noche y continuar esa relación con los muchachos. Pero una vez que encontré a la mujer, ellos dejaron de interesarme… Apenas la conocí, se terminó con los chicos. Pero resulta que ellos eran famosos, no eran simplemente los pibes del bar de la esquina».

Album «Abbey Road»

Ahora, se ha conocido que existen seis sorpresas importantes, que revolucionarán a los seguidores de The Beatles, uno de los grupos más influyentes en la historia de la música. Así, se ha sabido que, sorprendentemente, el disco debería haberse llamado Everest, en honor a la famosa marca de cigarros que el ingeniero de sonido de este disco fumaba durante las grabaciones, y cuyo lanzamiento fotográfico contaría con imágenes en el pico más famoso del planeta.
Pero no fue así, la grabación se alargó y Paul McCartney sugirió retratarse cerca de los estudios ‘Abbey Road’, dando finalmente nombre al disco. La calle en la que se hicieron las fotografías solo pudo estar cortada durante diez minutos por decreto de la policía de Londres y, por tanto, hubo que estar rápido para captar las instantáneas.
En la imágenes del disco ‘Abbey Road’ de The Beatles, Tommy Nutter fue el encargado de diseñar los trajes. Todo esto, además, dio promoción a la calle, que fue presentada en 1969 como un símbolo de turismo de Londres, algo que se extendió a toda Inglaterra este 2010.
‘Abbey Road’, además, desarrolla una teoría de que Paul McCartney está muerto, algo que se justificaría en el hecho de que Paul McCartney caminara descalzo en la portada de este disco, con las piernas de una forma extraña y con los ojos sin visibilidad. También, en esta portada aparecen el escarabajo blanco y un turista, símbolos ambos de la clásica música de The Beatles. En definitva, una portada con muchas sorpresas para recoger temas como ‘Something’ o ‘Here comes the sun’.
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Los Beatles huyeron de Manila

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Hace más de 40 años, los Beatles soportaron la peor humillación que les tocó vivir a lo largo de toda su carrera, y fue en Filipinas, durante una gira asiática que dieron en 1966.

La ciudad de Manila era la última parada de la gira de los cuatro de Liverpool antes de regresar a Gran Bretaña. Los músicos llegaron a Filipinas el 4 de julio de 1966 y el recibimiento que les dieron había superado todas las expectativas, fueron recibidos como héroes y 20 autos Cadillac oficiales estaban listos en el aeropuerto para recogerlos. Fue tan esperada la visita de los británicos, que hasta se acuñaron monedas conmemorativas del evento.

Las medidas de seguridad fueron las mismas que se prestaba a los jefes de estado extranjeros, puesto que Filipinas era un país realmente peligroso, todo el mundo portaba armas de fuego y la criminalidad estaba por las nubes.

En esa época, Filipinas se encontraba gobernada por la familia Marcos, que aprovechando la visita de los músicos, quiso mejorar su imagen pública, por lo que la Primera Dama, Imelda Marcos, invitó a los Beatles a su residencia oficial, el Palacio de Malacañang, a un almuerzo oficial, donde estarían sus tres hijos y altos funcionarios del gobierno.

Los ingleses que venían de ofrecer un concierto en Tokio y luego de un agotador viaje, con dos conciertos a la vista, para esa misma tarde y noche, decidieron declinar educadamente la invitación y se quedaron durmiendo en el hotel, ajenos a lo que estaba por suceder.Imelda Marcos no estaba acostumbrada a recibir un «no» como respuesta, así que decidió inmediatamente vengarse utilizando el control que ejercía sobre los medios de comunicación.

Esa tarde los Beatles tocaron ante 35.000 personas, y después del concierto Brian Epstein, manager del grupo, prendió la televisión para ver la cobertura del evento en los noticieros de la noche. Sin embargo la principal noticia mostraba a la Primera Dama en el palacio con sus invitados y 200 niños desilusionados. La voz en off decía:

«Los niños pobres empezaron a llegar desde muy temprano y esperaron hasta las dos de la tarde, en que fueron retiradas las tarjetas de los Beatles de la mesa».
Las cámaras grabaron en directo cómo la mandataria había sido «plantada» por los ingleses «deshonrando a todo el país». También se mostraban imágenes de los niños llorando y de los platos vacíos. Ahora el giro que daba la noticia, era que los Beatles habían desairado al presidente de Filipinas, a su esposa y 200 niños de la calle al no presentarse.

El manager del grupo envió a toda prisa una disculpa por escrito al presidente Marcos y convocó una rueda de prensa en el hotel donde explicaba que no se les había informado que el evento era para agasajar a 200 niños.
Los Beatles recién se dieron cuenta de que la situación era preocupante, después del concierto que dieron por la noche, cuando vieron que su escolta policial había desaparecido. Cuando llegaron al Manila Hotel -donde se hospedaban-, las puertas de éste se encontraban cerradas con llave. Mientras esperaban sentados en el coche que los había llevado hasta allí, pensando en cómo podían subir a su suite a descansar, apareció una muchedumbre de alborotadores organizados que atacaron al vehículo, golpeaban las ventanas y lo sacudían de un lado a otro mientras los insultaban.

Vic Lewis era el publicista del grupo y en ese momento se encontraba con los músicos dentro del auto. Él fue quien le gritó al conductor: «Vamos, arranca! Ábrete paso entre la multitud y tumba la puerta del hotel!. El conductor obedeció y ya en la puerta de vidrio, los Beatles y su equipo pudieron bajarse a toda prisa porque la multitud les pisaba los talones.

Poco después, un oficial filipino se presentó en la suite del manager del grupo exigiéndole el pago de los impuestos, a lo que el manager contestó que el grupo no era responsable de pagarlos, sino el empresario que los contrató. De todas formas el oficial les comunicó que tenían orden de arraigo mientras los impuestos no fueran pagados en su totalidad. Brian Epstein, pagó $18.000 de su propio bolsillo para que les dejaran marchar, puesto que debían también pagar unos «impuestos especiales» que nadie había mencionado antes. Ese momento se dieron cuenta que debían abandonar lo más pronto el país y llamaron a los botones para sacar su equipaje, pero el administrador del hotel les dijo que todos los empleados se habían negado a trabajar porque desde hace algunas horas estaban recibiendo llamadas anónimas con amenaza de bombas al hotel. La embajada del Reino Unido también fue amenazada telefónicamente toda esa tarde y noche.
A la mañana siguiente, Paul McCartney vio los escandalosos titulares de los periódicos. El Manila Times titulaba con letras de catástrofe: «Imelda plantada». Otro periódico decía: «Los Beatles desairan al presidente». Enseguida fue a las habitaciones de los demás y les dijo: «Vamos! Levántense de la cama! Nos vamos de aquí». Toda la comitiva agarró sus equipos y maletas y se dirigieron hacia los ascensores principales, pero estos estaban apagados. Tuvieron que bajar por las gradas cargando ellos mismos su equipaje y algunos amplificadores. La recepción estaba vacía y todos los coches habían desaparecido, incluso los que ellos habían alquilado el día anterior. Alguien vio pasar providencialmente un par de taxis, donde se apretujaron como pudieron y se dirigieron al aeropuerto.

Las calles hacia el aeropuerto habían sido también saboteadas, había soldados en las intersecciones y las vías estaban cerradas. Finalmente pudieron encontrar un camino secundario para llegar al terminal. Ya dentro del aeropuerto, los ingleses pudieron ver a un grupo de manifestantes que se acercaba peligrosamente hacia ellos. En el trayecto hacia el avión, que fueron obligados a hacer sin oficiales de seguridad y abandonando parte de su equipaje, les aguardaban unas 300 personas que les zarandearon y escupieron a ellos y a su séquito mientras gritaban «Beatles, go home!». El más afectado fue Ringo, que recibió un puñetazo en la cara y fue pateado tras caer al suelo. Mejor suerte tuvieron Paul McCartney y John Lennon, que se protegieron detrás de un grupo de monjas que iban en el mismo vuelo. Finalmente, cuando toda la comitiva pudo abordar milagrosamente el avión, el despegue se aplazó. Un grupo de uniformados subió a la nave y habló con el manager a quien informaron que para que el avión pueda salir, debían pagar un «impuesto de salida de Manila» que ascendió casi a la totalidad del dinero que los Beatles cobraron por los dos conciertos.

 

Tras un tira y afloja de 40 minutos con los responsables de la torre de control el avión logró despegar, y recién cuando levantó vuelo los ingleses se sintieron a salvo, pero ellos ya habían tomado una drástica decisión. Esta sería su última gira. John Lennon juró que nunca más iba a arriesgar su vida por un estadio lleno de adolescentes gritonas. Brian Epstein les dijo:
«Lo siento muchachos, pero ya nos pagaron por adelantado para tocar en Chicago, y si suspendemos el concierto hay una cláusula que nos multaría con un millón de dólares.»
Así las cosas, ese mismo verano los Beatles tocaron en el International Amphitheatre de Chicago, que se convirtió en la primera parada de su tercera gira por los Estados Unidos, que por cierto sería la última como grupo.

Infancia de los 4 GRANDES DEL LIVERPOOL

De los cuatro Beatles, el único que tuvo una infancia que la sociedad consideraría “normal” fue George. John vivió con su tía Mimi y su tío George; Ringo pasó mucho tiempo en hospitales – allí aprendió a tocar los tambores – y Paul perdió a su madre cuando tenía catorce. Difícil inicio para The Beatles.

John Winston Lennon nació el 9 de Octubre de 1940 en Liverpool durante un bombardeo de castigo de la aviación nazi.
Su padre era un marinero mercante llamado Alfred Freddy Lennon, cuando nació Lennon su padre se encontraba en alta mar y muy rara vez estaba en casa.
John paso sus años de infancia con su madre Julia Stanley la cual llevaba un ritmo de vida muy alocada, pues le gustaba mucho la bebida y frecuentaba los pubs donde había soldados. De hecho tuvo una hija fuera del matrimonio la que dio en adopción.
Después de tener una fuerte discusión los padres de John, estos le plantearon al pequeño que eligiese irse con uno de los dos. Y ante tal dilema decidió irse con su madre.
Pero si el joven John esperaba quedarse mucho tiempo con su madre se equivocó, ya que la irregularidad de la vida domestica de su madre fue determinante para entregarlo a su tía Mimi para que lo criase.
La tía Mimi y el tío George vivían en los suburbios rodeados de médicos y otros profesionales. Su tío George era propietario de viviendas en alquiler y de una vaquería, y tenían un jardinero que acudía dos veces a la semana.
Pero los tíos del pequeño John no eran ricos, pues tenían que albergar a estudiantes de medicina para aumentar los ingresos de la familia.
Cuando John tenía diecisiete años tuvo la trágica noticia de que su madre había muerto atropellada por un coche lo que seria para el pequeño una gran perdida, de la cual no se sobrepuso nunca. ( De hecho la hermosa balada que escribió diez años después «Julia» o en su primer álbum en solitario «Mother» ).

Paul Mccartney

James Paul McCartney nació el 18 de Junio de 1942 en el hospital general de Walton, Liverpool. Sus padres eran Jim McCartney y Mary Patricia, Jim era vendedor de algodón y tocaba en una banda de jazz pero con el conflicto bélico lo tubo que dejar y durante la guerra trabajo en dos sitios diferentes, por el día manejaba un torno y por la noche apagaba los incendios provocados por las bombas alemanas. Su madre trabajaba en un hospital como comadrona y con sus ingresos la familia McCartney vivía bien.

Paul era un niño regordete y muy amable con los demás. Cuando contaba con solo dos años sus padres tuvieron otro hijo llamado Michael y con el que Paul tendría una buena relación ( Estábamos muy unidos, siempre teníamos las visitas de nuestros tíos, catábamos y celebrábamos fiestas ), recuerda Paul.

 

En uno de los cumpleaños de Paul, su padre le regalo una trompeta pero al comprobar que si tocando la trompeta no podía cantar y el cambio por una guitarra.

Pronto descubrió que, aunque era diestro para todo lo demás, era zurdo tocando la guitarra, que resolvió invirtiendo el cordaje de la misma.

Pero la repentina muerte de su madre por cáncer de mama fue un golpe emocional y económico para la familia.

Paul ante los demás no exteriorizaba sus sentimientos pero cuando se echaba a dormir en su habitación se ponía a llorar.

En el colegio se comportaba de forma educada, tanto con los profesores como con los compañeros, ( absolutamente natural, bastante extraordinario y completamente irresistible ) recuerda una profesora. En dicho colegio Paul conoció a George, los dos tenían en común una obsesión guitarrística uniéndoles una buena amistad. Siempre iban juntos en el autobús al colegio y en sus ratos libres se juntaban en la casa de George para tocar.

Richard Starkey nació el 7 de Julio de 1940 en Liverpool, cuando la aviación nazi bombardeaba Inglaterra.

Una anécdota que contaría su madre más adelante fue: que durante uno de esos bombardeos el niño lloraba y lloraba hasta que ella se dio cuenta de que, en medio de todo aquel terror y confusión, lo estaba llevando cabeza abajo.

Sus padres se llamaban, Elise Gleave y Richard Starkey que vivían en Dingle, un suburbio portuario de Liverpool.

Cuando contaba con la edad de tres años sus padres se separaron y su madre se tubo que poner a trabajar de camarera para poder vivir.

Ingreso en la escuela de Saint Silas, pero teniendo solo 6 años tubo que ser hospitalizado a causa de una peritonitis que le apartaría del colegio durante un año.

Pero a los trece años, justo después de que su madre se volviera a casar con Harry Greaves un pintor de brocha gorda, cogió un resfriado que luego se convirtió en pleuresía y el joven Ringo tubo que estar dos años ingresado en un hospital.

Cuando salió del hospital apenas sabia leer y escribir, y no terminaría sus estudios. Pero su padrastro con el que se llevaba bien, le consiguió un puesto de aprendiz de montador de tuberías en una empresa de ingeniería.

Pero lo que más le gustaba al joven Ringo era la música y como instrumento la batería, la que conseguiría tener gracias a que su padrastro le compró una.

Para principio de los 60, Ringo tocaba en » Rory Storm and the Hurricanes » que era el grupo más popular en Liverpool en ese tiempo. Para el verano de 1960 Ringo viaja a Hamburgo con su grupo para tocar en el club Kaiserkeller, y es en este club es en donde conoce a los que serian sus futuros compañeros » The Beatles » con los que tocaría la batería en alguna ocasión.

George Harrison nació el 25 de Febrero de 1943 y era el menor de cuatro hermanos, su familia vivía en una casa adosada con cuatro habitaciones en Wavertree, un barrio obrero de Liverpool.

Su padre trabajaba como conductor de autobús municipal y su madre era ama de llaves, según recuerda Geaorge » Las habitaciones de abajo estaban terriblemente frías en invierno, ya que solo había un calefactor en toda la casa y el lavabo estaba en el exterior.

Cuando cumplió seis años la familia se mudo a una casa más grande en la cerca de Speke y aunque la economía familiar no era muy boyante salieron adelante, siendo una familia muy unida.

Cuando ya era adolescente se empezó a interesar por la música y con ayuda de su madre se compro su primera guitarra, que le costo tres libras y diez chelines, cifra que pago a un compañero por vendérsela de segunda o tercera mano.

Conoció a Paul del colegio, siempre iban juntos en el autobús a estudiar y en sus ratos libres siempre se reunía con Paul en su casa para tocar.

Fue el único de los hermanos que asistió a la escuela secundaria, donde se matricularía en el prestigioso Instituto de Liverpool. Peor eso de estudiar no era lo suyo y suspendió todas las asignaturas, excepto Arte.

Album «Yesterday and Today»

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El álbum de 1966 «Yesterday and Today» de The Beatles causó mucha controversia en los Estados Unidos. La portada del álbum mostraba a los miembros de la banda usando delantales de carnicero y con partes de muñecos de bebés esparcidas entre ellos.

En la primavera de 1966, el sello norteamericano de The Beatles quiso poner en circulación otro de aquellos discos batiburrillo en los que combinaban distintas canciones de los álbumes oficiales del grupo con la intención de rentabilizar su gira por aquel país de aquel mismo año. “Yesterday and today” se convirtió así en el noveno álbum editado por Capitol Records para aquel mercado en junio de 1966.

En aquellos días The Beatles estaba trabajando en su nuevo álbum, “Revolver”. Al ser incluidas tres de sus canciones en “Yesterday and today”, su próximo disco en los Estados Unidos quedaba también hipotecado, ya que no se podrían volver a editar. De hecho, “Revolver” en su versión norteamericana fue el único disco de The Beatles que cuenta con más canciones de George Harrison que de John Lennon.

Esta manera de construir (o destruir) sus discos en Estados Unidos molestaba especialmente al grupo desde sus inicios, ya que invertían mucho tiempo en preparar su secuenciación, pero tampoco hacían gran cosa para evitarlo al tratarse del mayor mercado mundial, que les reportaba ingresos sustanciales. Preferían dejar hacer a su compañía en aquel país.

La banda y su fotógrafo estaban decididos a crear algo distinto a las habituales fotos promocionales. Aquella sesión de Whitaker estuvo influida por las imágenes del artista y fotógrafo surrealista de origen polaco Hans Bellmer, en especial por su obra “La muñeca” (1933) , simulacro de una mujer en un tamaño casi real de 1,40 cm, hecha de papel y pegamento. Sus imágenes de muñecas desmembradas aparecieron en 1936 en la revista “Minotaure” bajo el título “Variaciones sobre el montaje de una menor articulada” y, al año siguiente, en su libro “Die Puppe”.La PoupŽe

En aquella sesión de fotos con The Beatles, Whitaker pretendía elaborar un tríptico que tituló “Una aventura sonámbula”. “Pensé en Moisés bajando del Monte Sinaí con los Diez Mandamientos. Se cruza con gente adorando al becerro de oro. Por todo el mundo había visto como a The Beatles se les idolatraba como ídolos, como dioses, aunque para mí no eran más que gente normal. Esta emoción que los fans ponían en ellos me hizo preguntarme adónde se encaminaba el cristianismo”.
En la primera de sus imágenes aparecía el grupo frente a una chica (la secretaria del estudio) que está de espaldas a la cámara apoyándose en sus rodillas. Ella simula estar adorándolos al tiempo que permanece unida a ellos por una tira de salchichas.La intención de Whitaker era incluirla después dentro de la barriga de una embarazada, intentando representar con la ristra el cordón umbilical que habían traído a la vida a los cuatro componentes del grupo, exactamente como el resto de seres humanos.

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La segunda imagen del tríptico mostraba a George Harrison clavando varias puntas en la cabeza de Lennon. Whitaker pensaba añadirle un bloque de madera en el lugar del rostro de Lennon cuando la retocase posteriormente y ponerle un fondo azul con el mar y el cielo en un sentido invertido. Con ello, según su autor, quería dejar claro que The Beatles eran tan relevantes como ese trozo de madera.

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Además, tomó una serie de fotografías del grupo vestidos con batas de carnicero para la tercera parte del tríptico, con George de pie detrás de un banco en el que se encontraban sentados sus tres compañeros. Los componentes del cuarteto aparecían cubiertos con trozos de carne sanguinolenta prestados por un carnicero que Whitaker conocía desde la escuela, Robert Sandford. En la imagen aparecían también muñecas de plástico compradas en una fábrica de Chiswick, desmembradas, decapitadas y con marcas de quemaduras de cigarrillos, así como ojos de cristal y dientes falsos.

Es la que se conoce como fotografía del “carnicero”, probablemente la más famosa que se le hizo al cuarteto durante su trayectoria. En un principio, estaba destinada a la contraportada del disco para mostrar que el grupo “era de carne y hueso”. Whitaker pretendía rodear a los cuatro componentes de un fondo dorado y revestirlos con halos y joyas para asimilarlos a iconos religiosos. Conviene recordar que pocas semanas antes Lennon había pronunciado su frase “The Beatles somos más populares que Jesucristo”.

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