A tumba abierta: [lanzarse] De manera temeraria, casi suicida, hasta tal punto que la tumba parece estar esperando, abierta, al autor de la temeridad. Se usa con frecuencia al referirse a algunos deportistas de riesgo cuyos deportes están basados en la velocidad, en especial a los ciclistas: Viendo que perdía contacto con el grupo de cabeza, se lanzó a tumba abierta en el descenso del puerto. A veces la expresión tiene un uso metafórico. No había estudiado nada, pero se lanzó a tumba abierta: se presentó al examen y, claro, suspendió.