Andar/ir con pies de plomo: (Tener los pies de plomo) ¿Se imaginan caminar con zapatos de plomo? Andaríamos despacio, con movimientos lentos y pisando fuertemente. Por eso, por esa forma de caminar y de asegurar la pisada, la expresión es sinónima de tener cuidado, de actuar con precaución. La situación familiar es complicada y hay que andar con pies de plomo y darles la razón un poco a todos para no herir a nadie.