Andar(se)/venir con zarandajas: (Dejarse de zarandajas) Contar nimiedades. Hablar de asuntos intrascendentes. Llevar a cabo acciones tontas o inútiles. Siempre andas con zarandajas y te olvidas de lo más importante. Yo no quiero saber cómo está hecho un ordenador por dentro. Necesito saber cómo funciona. Las zarandajas son cosas sin valor, desechos. En Argentina se denomina así a los desperdicios de las reses. La palabra se usaba en el siglo XV para referirse a los granos o semillas con los que se alimentaba al ganado. Antes, en el siglo XIII, designaba a los granos o frutos tardíos y, por tanto, inservibles para la siembra y para el consumo humano y aquí es donde podemos encontrar el rastro etimológico de zarandaja, que podría ser un derivado del adjetivo latino regional serondo, ‘tardío’, originado en la forma clásica serutinus, de idéntico significado. Es más que posible que hubiera un cruce con zaranda, ‘ruido, confusión’, vocablo antiquísimo de origen incierto.