– ¿Diamond Dude, crees que puedas controlar la situación?- pregunto Doom Lord.
– Con un poco de ayuda supongo que si podríamos aguantar un buen lapso de tiempo. ¿Porque la pregunta?-
– Necesito ir a buscar a Necroshade lo antes posible, además si mi memoria no me falla, a Bubbleman y a Clayman los necesitan en el muelle lo antes posible. Por cierto Bubbleman ¿están los laboratorios abiertos?-
– Desde siempre han estado.-
-Entonces todos en camino a sus objetivos, Diamond y Dread traten de conseguirnos el mayor tiempo posible, pero sin tomar riesgos estúpidos, ¿entendido?-
-Si señor.- Diamond hizo una reverencia. –Ahora prepárate Dread, esto será divertido.-
– Es cierto que debemos ir, pero no los vamos a dejar aquí luchar solos.- dijo Clayman.
– No, la gente los necesita, además junto con el parlanchín de Dread Servant es más que suficiente, además según la carta de ese Worm tiene bajo ataque.- Diamond abrazaba Dread mientras le frotaba la cabeza.-Váyanse, nosotros aguantaremos lo suficiente y luego correremos como nenas, ¿de acuerdo?-
-¿De qué cartas habla?- le pregunto Clayman a Bubbleman.
-Ni idea, pero no lo interrumpas, me da miedo que se moleste.-
Dread Servant no espero un momento más y se lanzó al combate contra el Worm Noble.
– Bueno, eso en el idioma de mí querido amigo significa, ¡¡¡LARGUENSE DE UNA MALDITA VEZ!!! Gracias por su comprensión y que tengan un buen día.- Diamond Dude fue a ayudar a Dread Servant.
-Clayman vámonos también.- dijo Bubbleman.-Por cierto Doom Lord nos debes la explicación sobre…- Doom Lord ya no se encontraba cerca.- lo que está pasando… Carajo, nos dejó-
Doom Lord comenzó a comunicarse telepáticamente.-De acuerdo, les daré su deseada explicación y traten de decírselo al resto, seria de mucha ayuda.-
Bubbleman y Clayman también emprendieron su camino hacia el muelle. El Worm Noble, que se encontraba luchando, al observar que sus enemigos se escapaban, incapacito y tiro a su oponente lejos, intento alcanzar a Bubbleman y Clayman, pero Diamond Dude se interpuso en su camino, dándoles toda la paz necesaria para escapar.
Mientras cada héroe se ocupaba de sus asuntos, Doom Lord empezó a relatar:
“Necroshade, el inmortal, el fugitivo de la muerte. Como algunos sabrán, mí tiempo caminando por este mundo es mucho más extenso que el de ustedes y que el de muchos otros héroes, el suficiente tiempo como para haber vivido las suficientes guerras y batallas como para perder tu capacidad de sentir dolor, tanto físico como emocional, lo suficiente como para cambiar a cualquiera. No recuerdo muy bien aquel día, ni quienes se encontraban en aquel momento, solo recuerdo a Necroshade. Nos encontrábamos en medio de una catástrofe muy similar a la que está transcurriendo en este momento. Me volví muy buen camarada de Necroshade durante ese cataclismo, apoyábamos a la gente y a los guerreros sobrevivientes para poder seguir peleando, les dábamos comida agua y medicina. La batalla cada vez se tornaba más oscura, violenta y sanguinaria, era una situación muy perturbadora y agobiante. Las pérdidas sufridas cada vez eran más y eran de personas muy queridas por cada uno de nosotros, héroes, amigos, luego padres, hermanos, hermanas, hijos, hijas; ante esas circunstancias aún la persona más recta y bondadosa se puede llenar de odio y sed de venganza… si, sed de venganza, esa era nuestra única razón de vivir en ese entonces, nuestro combustible para seguir luchando, venganza.
Ya prácticamente en los últimos de nuestros momentos, ya cuando todo lo demás se había perdido, ya rendidos y resignados a nuestro destino fatal, una poderosa pero oscura entidad apareció ante los pocos sobrevivientes que estábamos. Si mal no lo recuerdo su nombre era Urustos, Fabled Urustos. Él nos ofreció poder, el suficiente como para acabar con el enemigo, y nosotros cegados por la ira y el odio lo aceptamos sin reparo alguno, aun sabiendo el tan elevado precio que conllevaría obtener ese poder.
El problema ahora radica en que Necroshade quedo tan agradecido por el regalo otorgado, que planea revivir a todos los Fabled y entregarles las tierras de las que ya alguna vez fueron expulsados. La ciudad y los invasores solo es el inicio de algo mucho peor, los invasores solo son una herramienta, un títere usado para acabar con la mayor cantidad de molestias que se pueda. Hay que acabar con el desquiciado de Necroshade, expulsar a los invasores y futuramente masacrar a los Fabled.”
Doom Lord siguió avanzando. Bubbleman y Clayman se detuvieron un momento para arreglar unos pequeños asuntos, como arreglar un radio transmisor que habían encontrado en la planta eléctrica, lo encendió esperando recibir algo de su compañeros. Al poco tiempo de encenderla, llego una trasmisión que estaba con un poco de estática por el mal estado de esta.
– Bubbleman, ¿estás ahí? Necesitamos que abras el laboratorio para curarnos… ¡Bubbleman!-
– Es Burstinatrix.- le dijo a Clayman.
Bubbleman se demoró en contestarle a Burstinatrix por los danos que tenía el micrófono. – Lo siento, estaba arreglando unos pequeños asuntos. Si, el laboratorio está abierto desde que inició este problema, Bladedge y Captain Gold se dirigen para allá asi como también Woodsman y Doom Lord.
– ¿Doom Lord? ¿Desde cuándo los Destiny Heroes están aquí?-
– Es una larga historia y… ¡Clayman! – Clayman fue enviado a volar.- ¡Te dejo luego hablamos!- Bubbleman guardo rápidamente el transmisor para poder ayudar.
Clayman este había sido arrojado con gran fuerza contra una edificación por un invasor, pero este era diferente a los anteriormente encontrados, tenía una apariencia femenina (y de hecho era un ente femenino), era más alta y delgada que el resto de invasores, y aun así con esa frágil contextura pudo arrojar al masivo Clayman con facilidad, dando a conocer su gran fuerza.
Uno de sus brazos estaba cubierto totalmente de sangre, sangre humana. Esta se acercó a ellos caminando lentamente.
-¿Creen que ustedes me podrán vencer?- les dijo la invasora.- Los haré sufrir como a sus camaradas y pagaran por…-
– ¡¡¡PUEDE HABLAR!!!- Clayman se encontraba sorprendido de ver a una de esas criaturas hablar como ellos.
-¡¡¡Si, si puedo!!! Soy la Worm Princess y ustedes pagaran por el daño causado a mis hermanos ¡y por interrumpirme!-
La Worm Princess se lanzó a ataque, Bubbleman en respuesta lanzo rápidamente una capsula contra el suelo, esta se quebró produciendo una gran y espesa nube de burbujas en la cual la Worm Princess se perdió. Mientras ella los buscaba dentro de la trampa, Bubbleman y Clayman escaparon por la entrada al desagüe más cercana.
-El siempre confiable desagüe.- Clayman odiaba entrar a este apestoso lugar (y es raro, el no tiene una nariz visible pero al parecer si respira).- Buen truco el de allá arriba.
– El truco aún no termina.- dijo Bubbleman mientras sacaba un pequeño control.- Te sugiero que te alejes de la entrada, esto hará boom.
Presiono el control mientras sonreía de forma maligna. La Worm Princess que aún seguía dentro de la nube, noto que ciertas burbujas empezaron a explotar de una manera poco usual, no fue hasta cuando una de ellas exploto en su rostro provocándole una dolorosa quemadura que noto el peligro de seguir ahí. Intento escapar pero en un instante todas las burbujas explotaron destruyendo gran parte de la calle.
– Clayman, tu dirígete al muelle, yo iré al laboratorio para asistir en la curación de nuestros compañeros, luego traeré refuerzos, suerte.- le ordeno Bubbleman.
-De acuerdo, me parece buena razón para que te vayas, suerte.-
Así ambos siguieron su respectivo camino.
CONTINUARA…