Se sabe que un ADN está formado por millones de combinaciones, que juntas dan como resultado la existencia de algo o alguien. Cuando se habla de marca se podría referir a un alguien, que tiene vida, que tiene forma, que tiene un propósito de supervivencia, asi mismo como una persona, pero que a diferencia es moldeado para ser demostrado. Es por esto que no podría existir marca sin su ADN, no podría existir un producto si una imagen.
¿A que se refiere cuando se habla de ADN?, se refiere a todo lo que conllevo a la formación de aquel feto que un día fue el producto, se refiere las características centrales y las ventajas competitivas que hacen única a una marca, es la esencia de un producto. El ADN se comunica con colores, el nombre, el slogan, las campañas de publicidad, así como el producto mismo, su empaque o su etiqueta. “La creación del ADN de una marca, es la neta libertad de cómo queremos que nos vean nuestros clientes”.
Cada parte que se le añade a ese ADN es pensado estratégicamente, en donde el equilibrio de todas sus variables es sumamente importante, pues todos tienen que salir beneficiados, tanto la empresa como los clientes. Para crear una marca el relacionista público se convierte en sociólogo, porque realiza un estudio de sus clientes, de acuerdo a sus intereses, sus emociones, sus necesidades, el tiempo en el que
viven, “moda”, etc. y se necesita descubrir el puente para poder cruzar hacia al público. Es un trabajo arduo pero aquella marca como su nombre  lo indica debe quedar sellado en las vidas de los clientes, deben sentirse identificados, el consumidor debe sentir que el producto fue creado pensando en él.

En el mercado se encuentra una serie de marcas que pertenecen al diario vivir de las personas, como es la Coca Cola, Deja, Ranchero, Fideos Sumesa, productos que son reconocidos por su nombre, ¿cuántas veces no has ido a la tienda y en vez de decir "véndame un detergente" dices "véndame un deja"?. De una u otra manera la marca se apoderado del mercado, que ha reemplazado al nombre puro del producto, por el nombre de la marca del producto.

El precio también es una de las variables que conforman el ADN, y existen marcas que de acuerdo a su calidad y a su tiempo en el mercado, mantienen un precio elevado en sus productos, tal como las líneas Nike, Totto, Victoria Secret, que a pesar de ser muy costosas las personas son capaces de ahorrar dinero para tener en su closet alguna prenda con esta marca, y es que hasta pareciera que en vez de lucir la prenda lo que luces es el nombre. Esto es un ejemplo de cómo la marca se inmiscuye en las
emociones de las personas.
La marca es el espejo que se refleja a los consumidores, el ADN todo lo que está detrás de ese espejo. Una vez más se prueba como las Relaciones Públicas son importantes, porque ¿de qué vale tanta publicidad sino logras ese nexo de comunicación con el consumidor? Recuerde que él es quien acepta o rechaza el producto, por lo tanto el éxito o el fracaso de la empresa. Para esto debes sellarlo con una buena marca.