silvania, siendo el hijo pequeño de Joe y Pam Bryant. Tiene dos hermanas mayores; Shaya y Sharia.[4]
Cuando Bryant tenía seis años, su padre abandonó la NBA y se mudó con su familia a Italia, donde jugaría al baloncesto de manera profesional. El pequeño Bryant se aclimató
al estilo de vida allí y desarrolló un fluido italiano. A temprana edad, aprendió a jugar al fútbol y su equipo favorito era el AC Milan, e incluso el baloncestista ha llegado a decir que si no hubiera salido de Italia sería jugador de fútbol. Bryant es un gran fan de Ronaldinho y Frank Rijkaard.[5]
En 1991, Bryant regresó a los Estados Unidos, asistiendo al Instituto Lower Merion de Filadelfia, donde ganó reconocimiento nacional debido a su espectacular carrera. Br
yant fue el máximo anotador de la historia del instituto con 2.883 puntos, superando la marca de Wilt Chamberlain (2.359 puntos) y de Carlin Warley (2.441 puntos).[4] En su año senior fue galardonado por USA Today y Parade Magazine con el premio Naismith Prep Player of the Year Award y en el McDonald’s All-America Team. Esa temporada, sus promedios fueron de 30,8 puntos, 12 rebotes, 6,5 asistencias, 4 robos de balón y 3,8 tapones por partido, liderando a Lower Merion al título estatal Class AAAA con un récord de 31-2. Ante Marple Newtow, realizó su mejor partido anotador con 50 puntos.
Tras brillar, Bryant decidió
dar el salto a la NBA y presentarse al Draft, aunque si hubiera optado por la universidad, su elección sería la Universidad de Duke.
ado!, que en tiempos muy lejanos, en los días del pasado, ya ido, y en una ciu
dad entre las ciudades de Persia, vivían dos hermanos; uno se llamaba Kasín y el otro Alí Babá. ¡Exaltado sea aquel ante quien se borran todos los no
mbres, sobrenombres y renombres; el que ve las almas al desnudo y las conciencias en toda su profundidad, el Altísimo, el dueño de todos los destinos! Cuando el padre de Kasín y de Alí Babá, que era un hombre del común, muri
ó en la misericordia de su señor, los dos hermanos se repartieron equitativamente lo poco que les dejo en herencia, tardando poco en consumir tan mezquino caudal y encontrándose, de la noche a la mañana, con las caras largas y sin pan ni queso. He aquí lo que suele ocurrirles a los que vive
n descuidados en la edad temprana, olvidando los consejos de los sabios. El mayor, que era Kasín, viéndose en trance de secarse dentro de su pellejo y morir de inanición, se puso a la búsqueda de una situación lucrativa, y co
mo era avisado y astuto, no tardó en dar con una casamentera o entremetida, ¡alejado sea el maligna! quien, le casó con una adolescente que tenía buena mesa y muy buena plata; en todo y por todo, un excelente partido. ¡Alabado sea el Retribuidor! De esta manera, además de una apetecible
esposa, el joven tuvo una tienda bien abastecida en el centro del mercado. Tal era su destino, marcado en su frente desde su nacimiento, y así se cumplió.