De la misma manera en que ciertas influencias llenan su vida de luz, otras traen oscuridad. Con gran frecuencia esa oscuridad llega poco a poco, casi en forma imperceptible si no se está atento. La pornografía puede resultar devastadora. Si participa de ella se le privará de la compañía del Espíritu Santo. La pornografía
Le oscurecerá la mente; debilitará su matrimonio y su vida familiar y puede terminar por destruirlos. Los que participan de la pornografía pronto se sienten aislados, indignos e inaceptables para Dios, para sí mismos y para otras personas; se vuelven egocéntricos y disminuye su capacidad de disfrutar de actividades sanas y edificantes con otras personas.
Además malgastan tiempo y dinero valiosos, arriesgan su condición de miembros dignos de la Iglesia y reducen su capacidad de prestar servicio.
Aunque no sean explícitamente pornográficos, ciertos materiales pueden inundar su vida de oscuridad y privarlo de fortaleza espiritual. Con frecuencia algunos programas de televisión, imágenes, películas, canciones y libros se refieren a la falta de castidad y al adulterio como algo corriente, atractivo y gracioso. Evite todo lo que lo aleje del Espíritu Santo.
Las actividades sanas contribuirán a que usted y su familia estrechen más su relación y a que se acerquen más al Señor. Limite el tiempo que dedica a mirar televisión, a jugar videojuegos y a utilizar computadoras con fines recreativos. Fije metas que delimiten su participación en esas actividades; por ejemplo, restrinja el empleo de internet sólo a determinados propósitos.
Al establecer lo que es correcto incluir en su vida, pregúntese lo siguiente:
• ¿Invita al Espíritu Santo?
• ¿Contribuye a edificarme o a elevarme?
• ¿Está de acuerdo con las normas del Evangelio? (Consulte el artículo de fe número trece.)
• ¿Le otorga a la castidad, a la fidelidad y a la familia el lugar que se merecen?
Los que promueven la pornografía son muy determinados en su búsqueda de nuevos clientes, en especial en internet. Con frecuencia utilizan el engaño para ello, por lo tanto, quizás se encuentre con material pornográfico sin siquiera desearlo. Si esto sucede, apártese de él de inmediato. Resista esta oscuridad; no permita que se vuelva parte de su vida. No se detenga a pensar en ella. Usted tiene la capacidad de controlar sus pensamientos y de dirigirlos en otra dirección.
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