Una multitud respondió al llamado del Alcalde en la av. 9 de Octubre
Llegaron a la avenida 9 de Octubre con banderas, pitos, pancartas, gorras y hasta con el rostro pintado con los colores de la bandera de Guayaquil, para alzar la voz por su ciudad.
Así, miles de habitantes de esta urbe respondieron la tarde de ayer al llamado del alcalde Jaime Nebot, en una manifestación para exigir al gobierno de Rafael Correa mayores rentas para el cantón.
El tráfico en la avenida principal de la ciudad se cerró desde tempranas horas para terminar con la colocación de la tarima desde donde el Alcalde emitió su discurso, y de las banderas celeste y blanco colgadas desde el malecón Simón Bolívar hasta la plaza del Centenario.
Con el transcurso de las horas, una multitud vestida en su mayoría con los colores de Guayaquil, y coreando frases a favor del Alcalde y en contra del régimen, llenó la avenida 9 de Octubre y algunas calles adyacentes. Mientras, decenas de policías resguardaban edificios públicos como el Ministerio Fiscal y la Corte de Justicia.
Centenares de personas se desembarcaron de buses que llegaron a las calles García Moreno y Hurtado, desde donde dirigentes de varias organizaciones repartían banderas, gorras y camisetas con leyendas como "El compromiso es contigo, Guayaquil", "Esto no se compra", entre otras.
Un grupo de manifestantes, que dijo ser procedente del cantón Daule, se sumó a la marcha con carteles de apoyo a Nebot. Julio Rodríguez llegó con cuatro miembros de su familia para unirse a la protesta. "Simplemente soy un guayaquileño que viene a defender los intereses de la ciudad", afirmó.
Nebot se sumó a la concentración caminando desde las calles 9 de Octubre y Rumichaca, pero tres cuadras antes de llegar al Malecón fue cargado en hombros por la multitud eufórica, que lo llevó hasta el podio cuando eran las 16:00.
Con una bandera de Guayaquil y una pantalla gigante de fondo, el Alcalde alzó los brazos, hizo un gesto de abrazo, la señal de victoria con los dedos y saludó a los presentes. Inmediatamente se entonó el himno de Guayaquil y bajo una leve llovizna empezó su enérgico discurso, que concluyó cerca de las 17:00.
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