Cada uno de nosotros baila de manera inconfundible, no porque estemos dotados de quién sabe qué habilidades de baile, sino porque cada ser humano se balancea a su manera. Un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Interdisciplinaria de Música de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia lo demostró.
Los investigadores analizaron a 73 participantes y les pidieron que bailaran diferentes géneros musicales, mientras que una computadora trataba de averiguar qué tipo de música estaban escuchando.
El ordenador no pudo distinguir bien los diferentes estilos, sólo una vez de cada tres en promedio, pero reconoció con extrema precisión, el 94% de las veces, quién estaba bailando, a pesar de las expectativas:
«En contra de nuestras expectativas, la clasificación de las personas fue considerablemente más precisa que la clasificación de los géneros, aunque el nivel de probabilidad fue mucho más bajo para la clasificación de las personas (1,37% en comparación con el 12,5%)».
La investigación, en un principio, no tenía este propósito, la intención era ver si era posible utilizar el aprendizaje automático para identificar el género musical bailado por los participantes, basado en sus movimientos.
Sin embargo, más tarde los estudiosos se dieron cuenta de que los movimientos de cada persona lo caracterizaban de manera única y peculiar independientemente del género musical que se bailara, como si se tratara de una huella dactilar, excepto en algunos estilos como el metal, más difícil de identificar.
El co-autor del estudio Pasi Saari dijo al respecto:
«Parece que los movimientos de baile de una persona son una especie de huella digital. Cada persona tiene una firma de movimiento única que permanece inalterada, independientemente del tipo de música que escuche».
Un resultado único que, según los investigadores, vale la pena explorar en futuros estudios, que pueden revelar más curiosidades sobre la forma en que bailamos.
Deja un comentario