El Universo, 6 de julio 2010, EFE | MEDELLÍN, COLOMBIA.
Con el humo de un cigarrillo casi danzando entre sus siempre rebeldes rulos, el cantautor argentino Fito Páez admitió que su sensación al cantar es como “si te encontraran robando un banco”, una emoción que “calienta el corazón”.
Como si se tratara de aquel verso de su canción Flores en su entierro, en la que relataba que “le excitaba más robar un banco que el mayo de París”, Páez confesó que esa emoción al cantar “es un pequeño tesoro de la humanidad”.
En una rueda de prensa en el III Congreso Iberoamericano de Cultura de Medellín, que concluyó el domingo y donde actuó junto a los españoles Antonio Carmona y Rosario y los mexicanos Zoé, entre otros, el artista rosarino reflexionó acerca del futuro de la música con la irrupción de las nuevas tecnologías.
“Hay algo en la canción que nos toca a todos, que nos calienta el corazón. Cuando uno canta una canción da la sensación como si te encontraran robando un banco, sientes como si te descubrieran, y creo que ese sentimiento va a perdurar”, señaló el argentino.
“Hemos generado esa pequeña maquinita emocional de cinco minutos, que conmueve, y los temas que nos mueven son siempre los mismos. Eso va a seguir funcionando de una manera y otra, incluso ahora más por internet, que ha democratizado mucho la expresión”, agregó.
Páez opinó que “posiblemente haya una explosión de ideas en la red” que aún no se conoce. “Estamos en el centro de un huracán tecnológico y emocional”, afirmó.
Acompañado en todo momento de un cigarrillo y en una actitud relajada y distendida, el cantante resumió que “en este sentido no hay nada nuevo bajo el sol, eso está bien”. “Creo que va a seguir funcionando”.
Páez aseguró no tener “ninguna carrera musical”. “No estoy corriendo contra nadie”.
“Me siento un hombre muy afortunado, que he estado en la hora indicada en el momento indicado”, reconoció el compositor, que opinó que “el error” es llamar artistas a los cantantes generados por laboratorio gracias al marketing y a los estudios de grabación.
Apuntó que es también esa democratización de la expresión gracias a la tecnología la que genera asimismo un “conflicto”, pues el público adquiere mayor protagonismo y desaparece la idea del cantante como “chamán”, esa “religiosidad que acompaña al concierto”, pero que al mismo tiempo se ha alcanzado “mayor diversidad, y eso es fabuloso”.
Así, el intérprete argentino apostó por impulsar la diversidad musical y destacó la relevancia del continente americano en este sentido. “América ha sido en el siglo XX una máquina de invención extraordinaria dentro de la música popular”. “Me siento un observador privilegiado de la música popular contemporánea americana”, dijo acerca de la influencia de estas en sus creaciones.
Éxitos musicales que, no obstante, Páez relacionó con su Rosario natal, que a finales del siglo pasado era “una ciudad portuaria cerrada”. “Creo que eso ha hecho que hayan salido tantos artistas ahí. Era la ausencia de paisaje, una ciudad muy cerrada y muy gris, pero que a la vez hacía que estuviéramos muy encendidos”, consideró.
Y antes de que se apagara, en este caso su cigarro, Páez instó a defender las especificidades ante la idea “delirante” de la globalización: “Es importante que no se pierda el toque, lo que te hace Medellín y no te hace la ciudad de al lado, lo que te hace Rosario y no te hace Santa Fe”, dijo el rosarino.

Fuente: Entrevista de Macarena García en El Mercurio, 28 Febrero 2010.
Hace diez años publicó "La Era de la Información", un ambicioso proyecto en tres gruesos volúmenes que se comentó, criticó y citó profusamente durante la última década. Anthony Giddens, el sociólogo británico autor de "La tercera vía", lo comparaba entonces con Marx y Weber, en su esfuerzo por dar una explicación total de la sociedad de su tiempo.
Acuñaba por entonces el concepto de "sociedad de la información" que se sumó al de "sociedad del conocimiento", un debate sobre cómo las nuevas tecnologías facilitaban una interconexión que haría cambiar las ideas y el mundo. Tiempos en que internet crecía como una gran burbuja. En su último libro -un libro de casi 700 páginas- reúne ocho años de investigaciones y teorías; habla de internet, Obama, Facebook, la juventud en Irán y hasta dibuja una cronología de los escándalos políticos iniciados por astutos internautas.
"Comunicación y poder" es uno de esos libros hechos para convertirse en obra referencial del tiempo en que se publica. En este caso, del tiempo post-Obama, en donde las llamadas "redes sociales"-Facebook y Twitter, entre otros- son también herramientas de la libre expresión y la movilización política que están cambiando las estructuras de poder.
Castells, profesor de la Universidad de California en Berkeley y de la Universitat Oberta de Catalunya, habla de la "autocomunicación de masas" y dice que el paradigma ha cambiado: de uno en que la información era transmitida por unos pocos a otros muchos, a un sistema de medios caracterizado porque cualquiera puede ser emisor. En ese nuevo paradigma las redes juegan un rol decisivo, basta pensar en el papel de Twitter en las últimas elecciones chilenas.
¿Qué tan revolucionaria es la capacidad de internet de ofrecer contrainformación a los controles gubernamentales o información alternativa a la de los grandes consorcios mediales?
- "Como internet es difícilmente controlable, escapa a los controles de los gobiernos y de los medios de comunicación controlados por las corporaciones mediáticas. Incluso cuando poseen las webs de internet tienen que aceptar la libre comunicación de contenidos porque, si los controlan, es fácil para unos jóvenes sin apenas dinero lanzar otro espacio de comunicación social en la red que atrae a millones de usuarios".
En vez de la llamada "brecha digital" usted habla de la brecha entre conectados y desconectados.
- "La brecha digital tradicional se pensó como oposición entre conectados y desconectados. Yo siempre dije que era cuestión de tiempo hasta que todo el mundo se conecte (o todo el mundo que quiera), como con la electricidad.
Después existe la diferencia entre calidades de conexión, hoy día la banda ancha es esencial. Y hay otra brecha, que es la educativa, el nivel cultural de las personas, que se amplifica en un mundo de internet. Pero no hay que llamarla digital, sino educativa. La verdad, la idea de brecha digital es poco relevante porque es un desfase en el tiempo más que una diferencia en la sociedad, al menos tendencialmente".
Usted dice que la razón última detrás de las legislaciones contra la pornografía infantil en la red y contra la piratería es el deseo de los gobiernos de controlar la red. También critica que se deje la regulación de internet al libre mercado, ya que eso sólo aumenta el control de las grandes corporaciones. ¿Qué debiésemos hacer con internet entonces?
- "Internet es el instrumento fundamental de la libre expresión y por tanto debería haber garantía constitucional, apoyada por la justicia, de acceso libre y universal por parte de todos y de libertad de comunicación en el mismo.
Si hay actividades delictivas en internet, como la pornografía infantil o el fraude, deben ser perseguidas como tales, por aplicación de la legislación general de la sociedad, no con control preventivo por si acaso. Y sobre la base de un servicio universal garantizado por el gobierno, las empresas pueden lanzar iniciativas que la gente puede o no aceptar y pagar por ellas si les interesa. Pero no hay que pagar por el servicio más de lo que se paga por las tarifas de conexión telefónica con precios regulados por el gobierno".
Usted ha estudiado el contexto chileno y en su libro aparecen unas cuantas menciones a nuestro país. ¿Qué posición tiene Chile en esta sociedad red? ¿Cómo puede convertirse en un nodo de interés para el sistema?
- "Chile es la sociedad red más desarrollada de América Latina, no sólo por tener más y mejores conexiones de internet y comunicación móvil, sino porque tiene un nivel educativo muy superior al de los otros países de la región, aunque haya mucho por hacer. Chile es ya un nodo significativo en lo tecnológico, en lo económico y en lo cultural de la sociedad red global. Chile es hoy día un país de los llamados desarrollados.
Ahora tendría que concentrarse en incrementar el bienestar social y la equidad y en mejorar su sistema universitario que es cuantitativamente bueno, pero cualitativamente no tanto". Da ejemplos en distintos temas de cómo internet está cambiando a la sociedad. De los escándalos destapados allí a manifestaciones globales como La Hora del Planeta.
Si tuviera que sólo dar un ejemplo del poder de internet en la década pasada, ¿cuál escogería?
- "La campaña de Obama, que cambió fundamentalmente el sistema de poder político en el país más importante del mundo. Incluso, aunque ahora Obama se enfrente a movilizaciones en internet en contra de él; eso es una prueba de un despertar ciudadano en Estados Unidos que encuentra vías de participación y movilización que no suelen darse en países donde todo se limita a votar cada equis tiempo".
En el libro explica que la importancia de la emoción en las decisiones de los votantes está siendo tomada en serio en estudios recientes.
- "Toda política es simbólica. Lo que ocurre es que ahora hay más conocimiento y conciencia de cómo se pueden utilizar las emociones en política. La política son emociones en primer lugar. La racionalidad no existe en política, aunque sí en las políticas que se llevan a cabo desde los órganos de poder a los que se llega mediante la activación de emociones".
¿Ha disminuido internet la soledad de la gente?
- "Indiscutiblemente sí, con los datos en la mano, en base comparativa, incluido Chile. Lo cual no quiere decir que no haya gente sola y deprimida, que son legión. Pero con internet está menos sola".
Castells: el explicador de nuestro tiempo
Nació en 1942, en un pueblo de Castilla, pero creció en Barcelona. De allí tuvo que huir en 1962, presionado por la dictadura franquista. El entonces activista estudiantil se radicó en París y se licenció y doctoró en la Sorbonne con Alan Touraine como profesor. A los 24 años, en 1967, era el profesor más joven de la Universidad de París con un curso de sociología urbana. Cuatro años después publicaría su primer libro y al año siguiente otro. Castells puede ser considerado uno de los cientistas sociales más prolíficos de las últimas décadas : tiene 20 libros como autor principal, más de 100 artículos en revistas académicas y ha coescrito o editado casi una veintena de publicaciones. Es también, como los españoles no tardan en remarcar, el hispanohablante más reconocido en el mundo de las ciencias sociales . Por ridículo que parezca, hay rankings que miden eso y allí el catalán ostenta un meritorio quinto lugar. Pero Castells, al igual que los otros intelectuales de la lista, escribe en inglés. De París se fue a California, a la UCLA, donde hasta hoy pasa la mayor parte del año. Allí comenzó a investigar el impacto de la tecnología en la sociedad y publicó su monumental “La Era de la Información”. Fue entonces cuando Anthony Giddens -entonces director de London School of Economics y hoy primero en la lista de los intelectuales más reconocidos- dijo que podíamos comparar a Castells con Weber . El crítico que reseñó su obra en el Wall Street Journal fue más allá: “Adam Smith explicó cómo funcionaba el capitalismo y Karl Marx, por qué no. Ahora las relaciones sociales y económicas de la era de información han sido capturadas por Manuel Castells”.
El Telegrafo, 21 de junio de 2010, EFE, Londres, Inglaterra
El fundador y principal ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, animó a los desarrolladores web europeos, con los que se reunió hoy por primera vez en Londres, a que creen sus aplicaciones "pensando en la gente".
Para Zuckerberg, lo que hace que los usuarios de Facebook -la red social que comenzó a diseñar hace seis años junto a sus compañeros de piso como un medio para contactar y compartir información con el resto de sus amigos- sean "los más participativos" es el hecho de que "fue construido alrededor de la gente".
Según explicó, el objetivo de los desarrolladores debería ser a partir de ahora "crear una nueva generación de software basado en la sociabilidad".
Para ello, propone que utilicen todas las herramientas que Facebook ha puesto a su disposición desde abril de este año y que ya han hecho posible, por ejemplo, que los usuarios de Spotify, aplicación que permite oír música en "streaming" de forma legal, cuenten con un perfil social.
"La nueva versión de Spotify es alucinante. Conectándome con mi cuenta de Facebook puedo ver lo que están escuchando todos mis amigos y sus recomendaciones, así que desde que tengo la versión social, lo uso mucho más", confesó Zuckerberg.
Zuckerberg explicó que aunque cada página para ver películas, escuchar música o recomendar restaurantes "tiene una estructura distinta", desde Facebook se propusieron "poder estandarizar todo eso" y para ello crearon el protocolo "Open Graph".
Un ejemplo de esta tecnología son los llamados "plugins sociales" que permiten que cualquier página de la red cuente con el clásico botón de "Me gusta" habitual en Facebook, que está además directamente conectado con la red social para que el usuario comparta esa información con sus contactos si así lo desea.
Unas semanas después de que se pusiera en marcha esta aplicación, que ya usa, por ejemplo, la página web de Rtve, ya se habían generado "cientos de miles de 'Me gusta'", comentó Zuckerberg quien dio la enhorabuena a los desarrolladores europeos "porque casi el 50 por ciento de esas conexiones se produjeron en Europa".
"Pertenecemos a la primera generación que realmente ha crecido con ordenadores y hemos podido acceder a Internet desde que éramos muy jóvenes. Google nos dio el acceso a cualquier información, con Napster nos podíamos bajar toda la música que quisiéramos y entonces llegó Facebook, para conectarte con todos tus amigos", explicó Zuckerberg.
El creador de la red social más popular del mundo, con más de 400 millones de usuarios activos, continuó diciendo que "internet no ha dejado de evolucionar y ahora tienes todo lo que ya tenías, pero en cualquier momento y en cualquier lugar gracias a la tecnología móvil".
"Como desarrolladores, vivimos un momento apasionante y el siguiente reto es seguir construyendo aplicaciones pensando en lo que realmente le gusta a la gente y, para eso, está Facebook", concluyó.