El Universo, 28 de julio de 2010, Jaime Freire
No es nada nuevo decir que la interacción humana por vías digitales es lo más común en la actualidad. Hablar de web 2.0 y de redes sociales es el pan de cada día cuando a tecnología se refiere. Pero, ¿qué pasa cuando se retoma la tradición del cara a cara en el mundo digital? Para esto existen actividades multitudinarias donde los fanáticos de la tecnología y la información se encuentran con el común de los ciudadanos y comparten experiencias, conocimientos y, especialmente, relaciones humanas.
“Hay diversas iniciativas a nivel mundial que buscan promover el uso eficiente de las tecnologías y servir de punto de encuentro para quienes comparten este interés”, asegura Eduardo Béjar, director de Fundación de Ayuda por Internet (Fundapi). Ejemplo de esto son los BarCamp, encuentros en los que varios expositores tocan temas sobre tecnología e información para el público en general y de manera gratuita.
“El BarCamp representa una excelente oportunidad no solo de aprender sobre nuevas tendencias tecnológicas, sino también para compartir experiencias, conocimientos e ideas relacionadas con esta nueva era digital, que poco a poco va sumando más adeptos”, comenta Luis Zúñiga, asistente y organizador de este tipo de actividades en Santa Elena.
Zúñiga expresa que este tipo de programas se originan de la necesidad de dar la oportunidad a usuarios comunes a que asistan a charlas que por otros medios “les resultarían extremadamente caras”.
En Ecuador se vienen realizando desde el 2009, en Quito, Guayaquil, Santa Elena, Milagro y Loja. Según Béjar, en cada encuentro la asistencia de personas interesadas en los temas que se tratan ha sido notable, pues han tenido promedios de entre 200 y 600 concurrentes.
“Gracias a estos eventos se han podido mejorar proyectos digitales ecuatorianos que se venían desarrollando y que encontraron en estos espacios la oportunidad para crear sinergias y combinar fortalezas con otros participantes”, agrega.
En otros países existen actividades similares, como los Campus Party. Estos nacieron en 1997 como eventos para apasionados de internet y han crecido hasta convertirse en citas imprescindible para entender las nuevas tecnologías de la información.
Belinda Galiano, presidenta de la Asociación E3 Futura, una de las organizadoras del Campus Party en España, dice en su sitio web: “Hemos conseguido transmitir el entusiasmo de los participantes de Campus Party a profesionales de reconocido prestigio internacional. Gracias a su aportación, hemos potenciado las áreas de contenidos y hecho realidad el lema que nos mueve: Unimos talento. Creamos futuro”.
Según ella, son más de 100 comunidades vinculadas por la tecnología las que han encontrado en Campus Party un punto de encuentro y foro de intercambio de experiencias y conocimientos.
Además de estos eventos hay encuentros que giran en torno a estos temas específicos como WordCamp, donde solo se trata del manejo de contenido y blogs en WordPress; MobileCamp, enfocado a la telefonía móvil; y WebConf Latino, en Honduras, con charlas referentes a desarrollo para Android, HTML5, CS3, diseño de interfaces, monetización de blogs, etc.
Datos
En Ecuador. El BarCamp de Guayaquil se llevará a cabo este sábado 31 de julio, desde las 09:00 hasta las 17:00, en la Espol campus Prosperina.
Agenda. Habrá 28 conferencias de temas como redes sociales, telefonía móvil y negocios en línea. Como invitado internacional estará Ramu Yalamanchi, fundador de la red social Hi5 y quien compartirá su experiencia en emprendimiento y en el mundo de los negocios digitales. La entrada es gratuita
El Telegrafo, 16 de julio de 2010
Estas serán las principales tecnologías de redes inalámbricas y móviles que jugarán un rol importante en la interacción entre empresas y usuarios, según las ha identificado la consultora Gartner, teniendo en cuenta el impacto de su evolución en las estrategias corporativas, así como el número de clientes que las adoptarán o su contribución a nivel organizacional.
Gartner ha identificado las 10 tecnologías de redes inalámbricas y móviles que jugarán un papel clave en la interacción entre empresas, empleados y consumidores durante los próximos dos años, incluidas las nuevas versiones de Bluetooth y los servicios de GPS.
Para determinarlo, la consultora tuvo en cuenta el impacto de su evolución en las estrategias corporativas, el número de clientes o empleados que las adoptarán y su contribución a superar los retos de movilidad de las organizaciones.
En detalle, las 10 tecnologías móviles que jugarán un papel clave en la interacción entre empresas y consumidores, durante los próximos dos años, son:
Bluetooth (3 y 4). Ambas actualizaciones estarán disponibles el año próximo. La versión 3 potenciará la velocidad de 802.11 para facilitar las trasmisiones multimedia, mientras que la versión 4 definirá un modo operativo de bajo consumo energético para trabajar con sensores y periféricos externos.
Web móvil. La navegación web, mediante smartphones, se generalizará a medida de que estos dispositivos inteligentes mejoren sus pantallas.
Widgets móviles. Aprovecharán tecnologías como JavaScript y HTML para proporcionar a los usuarios actualizaciones en tiempo real de todo tipo de contenidos, desde información del tiempo hasta entradas de blog.
Herramientas de desarrollo de aplicaciones móviles independientes de plataforma. Serán necesarias para posibilitar que las aplicaciones corran en un conjunto cada vez mayor de dispositivos móviles de todo tipo.
Tiendas de aplicaciones. Según la consultora, hasta las empresas y organizaciones crearán sus propias tiendas online para distribuir aplicaciones a clientes y empleados.
Localización mejorada. El GPS estará presente en tres de cada cuatro dispositivos móviles a fin de año, lo que provocaría la generalización de aplicaciones con capacidad para explotar las funcionalidades de localización (lo que aumentaría la preocupación por cuestiones relacionadas con la privacidad).
Banda ancha móvil. La llegada de la 4G permitirá explotar al máximo las funcionalidades de la movilidad, abriendo las puertas a nuevos tipos de dispositivos móviles.
Pantallas táctiles. La mayor parte de los smartphones ya ofrecen pantalla táctil, algo que los desarrolladores tendrán en cuenta a la hora de crear aplicaciones.
Comunicaciones M2M. Los avances en las comunicaciones entre máquinas facilitarán la aparición de nuevos dispositivos y aplicaciones en áreas como distribución, seguridad y redes eléctricas inteligentes.
Seguridad independiente del dispositivo. Se cree que la seguridad basada en cloud computing jugará un papel clave en este sentido, básicamente a nivel corporativo
Domingo 11 julio 2010 - Por Francis Pisani - Web 3.0
Vivo la rivalidad Apple/Google de manera personalísima, como hijo de unos padres cuyos países de origen estuvieran en guerra. De ahí la necesidad de comenzar aclarando mis inclinaciones, mis afinidades en conflicto.
Compré mi primera Mac en 1984, deserté de la marca en los insoportables tiempos del OS 8.5, y volví a la manzana cuando Microsoft anunció que interrumpiría el servicio de Windows XP.
Hoy, además del computador, tengo iPod, iPhone y iPad. A excepción del Kindle (que discretamente sustituyo por mi iPad para leer los libros de Amazon), todos mis aparatos son Apple.
Me crucé con Larry Page, fundador de Google, en 1998 y, aunque lo pensé, no tuve la clarividencia de pedirle trabajo.
Uno de mis orgullos es el haber publicado temprano mis primeras notas sobre aquel motor de búsqueda, y desde entonces utilizo sus servicios: Gmail, Reader, Google News y los mapas (no les perdono la supresión del Notebook). Es probable que no vacile en pasarme a Chrome apenas cuente con los plug-ins que uso en Firefox.
Pero me encanta criticar a ambos, podría decir que hasta me gusta odiarlos. No lo considero ni defecto ni debilidad, más bien ejemplo de la actitud participativa y crítica que debemos mantener frente a tales mastodontes.
¿Qué significa, pues, la rivalidad entre estos dos ex aliados? Lo fueron contra Microsoft cuando MS aún contaba, y hoy compiten por iguales mercados (publicidad, telefonía móvil, y pronto música y libros, entre otros), porque así son los negocios. Hecho que no necesariamente los vuelve “enemigos”, y hasta podríamos conceder cierta paradójica credibilidad a una frase de Eric Schmidt, CEO de Google, pronunciada en ocasión de la nueva versión del sistema operativo Android.
Más que disputar con su rival, dijo, “estamos tratando de hacer algo distinto a Apple y la buena noticia es que Apple nos está facilitando la tarea”.
La lógica es sencilla y radica en el corazón de las diferencias: Google propone un sistema abierto (controla la elaboración del OS pero cada quien puede modificar sus aplicaciones), mientras Apple propone su propio sistema y el total control: OS, aplicaciones y aparatos.
Steve Jobs, CEO de Apple, lo reconoce a su manera al opinar que “la gente que quiere pornografía puede comprar un teléfono Android”. Ofrece protección a cambio de restringir libertades.
La diferencia conlleva los peligros que cada una de las dos empresas representa. La apertura de Google permite que esté en todos los campos, omnipresencia que se traduce en poder avasallador y, por lo tanto, problemático.
El notable crecimiento de Apple, de su parte, descansa en la protección que ofrece en sus espacios controlados.
El riesgo, para el ecosistema, es que mata las posibilidades de innovación no previstas, como lo señala Jonathan Zittrain en su libro El futuro de la internet. Rivales, sí, pero en la red hay sitio para espacios abiertos y cerrados, y las dos empresas saben cuál quieren.
Para nosotros, los usuarios, es fundamental que ambas puedan seguir evolucionando sin que ninguna amenace con ahogar el mercado. En este terreno surge el problema con Facebook, un niño gigante de ambiciones descomunales.
Quiere, como Google, estar en todas partes (y podría imponerse) y, como Apple, altera una característica clave de la riqueza de la internet, en este caso su ausencia de centralidad. Facebook quiere centralizar los datos. Sería muy grave. No se trata de tomar partido sino de desarrollar una visión más crítica de estos rivales, ejercicio difícil pero más saludable –para todos– que la identificación de corte religiosa tan común entre los fanáticos de una u otra marca. ¿Quienes mejor, para promoverla, que nosotros, usuarios mestizos de sus servicios?