Posted by gvalverd on Ago 22, 2011 in
Sociedad del Conocimiento
¡Por fin alguien lo hizo!
Acabo de leer en internet que a la entrada de algunos restaurantes europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares. Según la nota, se trata de una corriente de personas que busca recobrar el placer de comer, beber y conversar sin que los ring tones interrumpan, ni los comensales den vueltas como gatos entre las mesas mientras hablan a gritos. La noticia me produjo envidia de la buena. Personalmente, ya no recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y profunda, bebiendo café o chocolate, sin que mi interlocutor me deje con la palabra en la boca, porque suena su celular.
En ocasiones es peor. Hace poco estaba en una reunión de trabajo que simplemente se disolvió porque tres de las cinco personas que estábamos en la mesa empezaron a atender sus llamadas urgentes por celular. Era un caos indescriptible de conversaciones al mismo tiempo.
Gracias al celular, la conversación se está convirtiendo en un esbozo telegráfico que no llega a ningún lado. El teléfono se ha convertido en un verdadero intruso. Cada vez es peor. Antes, la gente solía buscar un rincón para hablar. Ahora se ha perdido el pudor. Todo el mundo grita por su móvil, desde el lugar mismo en que se encuentra.
La batalla, por ejemplo, contra los conductores que manejan con una mano, mientras la otra, además de sus ojos y su cerebro se concentran en contestar el celular, parece perdida. Aunque la gente piensa que puede hablar o escribir al tiempo que se conduce, hay que estar en un accidente causado por un adicto al teléfono para darse cuenta de que no es así.
No niego las virtudes de la comunicación por celular. La velocidad, el don de la ubicuidad que produce y por supuesto, la integración que ha propiciado para muchos sectores antes al margen de la telefonía. Pero me preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia, menos nos hablamos cuando estamos cerca.
Me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos perder la cédula profesional que el móvil, pues con frecuencia, la tarjeta sim funciona más que nuestra propia memoria. El celular más que un instrumento, parece una extensión del cuerpo, y casi nadie puede resistir la sensación de abandono y soledad cuando pasan las horas y este no suena. Por eso quizá algunos nunca lo apagan. ¡Ni en cine! He visto a más de uno contestar en voz baja para decir: "Estoy en cine, ahora te llamo".
Es algo que por más que intento, no puedo entender. También puedo percibir la sensación de desamparo que se produce en muchas personas cuando las azafatas dicen en el avión que está a punto de despegar que es hora de apagar los celulares. También he sido testigo de la inquietud que se desata cuando suena uno de los timbres más populares y todos en acto reflejo nos llevamos la mano al bolsillo o la cartera, buscando el propio aparato.
Pero de todos, los Blackberry merecen capítulo aparte. Enajenados y autistas. Así he visto a muchos de mis colegas, absortos en el chat de este nuevo invento. La escena suele repetirse.
El Blackberry en el escritorio. Un pitido que anuncia la llegada de un mensaje, y el personaje que tengo en frente se lanza sobre el teléfono. Casi nunca pueden abstenerse de contestar de inmediato. Lo veo teclear un rato, masajear la bolita, y sonreír; luego mirarme y decir: "¿En qué íbamos?". Pero ya la conversación se ha ido al traste. No conozco a nadie que tenga Blackberry y no sea adicto a éste.
Alguien me decía que antes, en las mañanas al levantarse, su primer instinto era tomarse un buen café. Ahora su primer acto cotidiano es tomar su aparato y responder al instante todos sus mensajes. Es la tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que terminará acabando con el otrora delicioso placer de conversar con el otro, frente a frente.
IEEE Spectrum, Cultura hacker está vivo y bien en Facebook por David Kushner / junio de 2011
Esto es parte de IEEE Spectrumdel informe especial sobre la batalla por el futuro de la Web social.
Un chico joven desaliñado de blanco con gafas de sol y un cabo largo azul grita en un pequeño megáfono negro: "Bienvenido a hackmeeting 23!"
Pero él no es un infame cibercriminal. Es un ingeniero de Facebook, y él esta permanente en la sede de Palo Alto a las 17:00h, rodeado de otros 60 programadores ansiosos de iniciar lo que parece ser un partido de programación de forma libre, toda la noche. Pero un hackmeeting no es solo diversión y juegos. Mientras el público en general ha llegado a asociar hacking con black hat crooks, Facebook busca reclamar el término que evoca sus raíces "hacking ético" de laboratorios de informática en la década de 1970.
Hacking en Facebook es un ejercicio intelectual y creativo y mucho más. De estos eventos hackaton interno anual, aproximadamente bimensual se abre la Copa Hacker a los programadores de todo el mundo, hacking es, como el hacker fundador Mark Zuckerberg dice, "una impresionante parte de nuestra cultura."
"La idea es trabajar con pasión hacia un objetivo y dejar de lado normas estándar, convencionales, que otros piensan aplicar," dice Pedram Keyani, Gerente de ingeniería de equipo de integridad de sitio de Facebook. "Imagínese si usted no tiene que preocuparse de escalar; ¿Qué producto puede construir? Imagine que no está limitado por procesamiento de velocidad; ¿Qué puede desarrollar? Para nosotros, hacking es apasionadamente estar trabajando hacia una meta y no tener miedo del fracaso".
Hacking en Facebook no es nuevo. De hecho, la película dramatizada La red Social, muestra como el sitio comenzó cuando su fundador Zuckerberg una noche se sentó en su equipo en Harvard y ha escrito las infames palabras "Que el pirateo inicie…". Su intención era entrar en Facebook de la Universidad para hacer algo nuevo, y el éxito de ese momento aún inspira la actual empresa.
Como la compañía creció, "cada noche era hackmeeting," recuerda Keyani, que estudió ingeniería informática en Stanford y fue el Gerente de ingeniería en Google antes de venir a Facebook en 2007 para iniciar su equipo de integridad del sitio, que busca estafas y otras cuestiones de seguridad. Ingenieros de Facebook se reunirían durante la cena y hablarían de nuevas características para el sitio, para luego permanecer hasta llevarlas a la vida toda la noche. ", Fue sólo parte de la cultura de empresa", añade. "Usted sólo puede seguir trabajando hasta que tenga algo que mostrar."
Hackathons escala que el personal creció a aproximadamente 500 ingenieros de hoy (la empresa quiere tener al menos un ingeniero por cada millón de miembros en todo momento). "La única regla", ha dicho Zuckerberg, "es que no está permitido trabajar en lo mismo que su trabajo es".
¿Hackathons generalmente comienzan cuando un ingeniero de Facebook envía un correo electrónico alrededor preguntando, nadie quiere quedarse hasta hacking todos de noche? Word se propaga. Se establece una fecha. Se piden alimentos y barriles. Frigoríficos están provistos de Red Bull. La cocina: Comida China — no varía, aunque, como Facebook sí, ha madurado. La empresa utilizada para ordenar un conjunto de barrio, pero hoy en día sus cocineros los encuentras en casa. Una vez, post-hackmeeting, docenas de frikis cansados apareció en la Casa Internacional de panqueques, causando revuelo. Un ingeniero mencionó posteriormente, "mi Consejo: no rodar en 45 profundo a un IHOP a 6 de la mañana"
Posted by gvalverd on Jun 27, 2011 in
Conocimiento
Tomado del libro Mi Hermana la Muerte y el Mas Allá de P. César Dávila
La palabra “Resurrección” significa el retorno de la Muerte a la Vida. En el libro se refiere el retorno a la vida del cuerpo, esta palabra se aplica también a la resurrección de la Muerte espiritual causada por el pecado.
La Iglesia desde su nacimiento ha enseñado que los cuerpos que resuciten serán los mismos que han muerto. Los cuerpos resucitados tendrán estas cuatro prioridades: la incorruptibilidad, la claridad, la agilidad y la sutileza o espiritualidad. Los cuerpos que mueren sufren una radical transformación con el paso del tiempo; por otra parte, la ciencia actual sostiene que la materia del universo volverá a su estado primitivo de energía o plasma. Sin embargo, para Dios, no hay nada imposible.
Los evangelistas Lucas, Juan, Pablo narran relatos concretos de las apariciones de Jesús resucitado; las apariciones de Cristo fueron muchas y en circunstancias diferentes. En la Teología de San Pablo, la resurrección de Cristo está de tal manera fundida a la nuestra, que la una sin la otra no pueden darse. (I Corintios 15, 13-17). De tal manera depende nuestra resurrección de la de Cristo que si El no resucitó, también nosotros no resucitaremos. Así como Cristo triunfó sobre la Muerte, el pecado, la ley y la carne, igualmente el cristiano, gracias al bautismo que le incorpora al cuerpo místico de Cristo, triunfa sobre estas esclavitudes y comienza en él la nueva vida de hijo de Dios. Jesús, el Cristo, con relación a nosotros es copartícipe de nuestras debilidades, fuera del pecado.
Así como la Muerte física y la segunda Muerte (Espiritual) entraron en el mundo por el pecado que cometió Adán, así también en Cristo somos todos vivificados. Tenemos que tener presente, que así como Cristo resucitó su cuerpo y lo conserva glorificado, también nosotros como El resucitaremos con nuestros cuerpos como el de Cristo.
Los teósofos que bebieron sus enseñanzas en las fuentes del hinduismo, enseñan que cada cuerpo humano tiene el átomo NOUS indestructible, diferente en cada ser humano. Este átomo será la simiente de la futura resurrección que identificará a cada ser humano.
En el Bhagavad Guita, en la alegoría de Arjuna, la vida y la Muerte, como las entendemos, no pasan de ser palabras que no se aplican al hombre verdadero, al ser real. El hombre verdadero, participa de la vida verdadera, no cambia, no conoce la palabra Muerte. El ser verdadero nunca dejará de existir. Lo que muere en nosotros es lo irreal, lo perecedero.
Otra de las enseñanzas fundamentales del hinduismo es aquella referente a la suerte futura del hombre que muere. Los buenos recibirán una recompensa, los malos un castigo. Las verdades, los principios, las ideas no cambian, porque tienen el sello inconfundible de eternidad; son los mismos hoy, mañana y siempre. La suerte de la vida futura para el hombre, está condicionada a las buenas o malas acciones que hubiera realizado.
De hecho, la esencia del yoga no es el ejercicio físico sino la Muerte Física. El auténtico yoga es morir, experimentar tu propia muerte directamente en la Meditación mientras aun estas vivo. En meditación entras en un estado en el que puedes ver tu propia muerte con una mente serena. En el yoga, antes de ver a Dios, tienes que ver tu propia muerte, y esa puede ser una experiencia aterradora. Una vez que se ha tenido esta experiencia mediante el despertar interior, la Muerte pierde su efecto doloroso y ves que no es más que un sueño profundo.
Los verdaderos maestros se ejercitan diariamente, por la práctica de la meditación, en el arte de morir y enseñan a sus discípulos este mismo arte. El yogui mediante la meditación, puede fácilmente pasar naturalmente del estado de conciencia de la vida presente al otro estado de conciencia del Mas Allá, sin experimentar el rompimiento brusco entre el espíritu y el cuerpo, que cesa en sus funciones vitales.
En las lecciones de Yama (La Muerte) hay un contenido teológico profundo, donde se revelan los misterios de la vida futura condicionada a la presente:
1. El hombre debe permanecer en el bien, pues el que escoge el placer, malogra su destino
2. El recto pensar no nace de la discusión, sino de la sabiduría
3. La Palabra imperecedera significa lo más alto; el que conoce este Santo verbo obtiene lo que desea.
No perece aunque el cuerpo se corrompa. La Muerte en los Upanishads no tiene el significado peyorativo de extinción, desaparición, aniquilación, la muerte es algo accidental.
La ciencia de hoy y la filosofía oriental llegaron a coincidir en que la parte material del hombre es una de las manifestaciones de la energía cósmica presente en todas las cosas y en todos los seres del mundo material. Esta energía es diferente según el grado de densidad de energía que tienen. Para el filósofo oriental, esta energía está repartida en cinco cuerpos (físico, etérico, astral, mental, causal) y el alma tomada como la vida que mantiene unificado el cuerpo, que se extinguen después de muerte física.
Para el hinduismo, el espíritu es lo más grande y noble que posee el hombre, es el “yo superior”; el ser divino que viene de Dios, que entra en comunión con El y que vivirá para siempre unido a Él, es algo de Dios mismo.