La independencia de Cataluña ha sido uno sin duda uno de los temas del año, y nada hace indicar que lo vaya a dejar de ser próximamente. El conflicto que ha levantado ha sido noticia día sí y día también, con los políticos (de uno y otro bando) y las manifestaciones en las calles (de uno y otro color político) como temas estrella. Pero sin embargo, pocos se han preocupado por cómo este asunto ha impactado en Cataluña en términos económicos, un área que repercute de lleno sobre los ciudadanos. Uno de los grandes perjudicados ha sido el sector inmobiliario, uno de los que siempre ha sido el caballo ganador de Cataluña.
Diversas fuentes apuntan que operaciones como la compra, venta y alquiler de viviendas han caído cerca de la mitad (entre un 40% y un 50%) respecto a los registros que el sector inmobiliario tenía en los tiempos previos a la crisis secesionista. El descenso de la demanda y el desplome de los precios son los primeros síntomas que se han hecho notar en el mercado inmobiliario, pero el síndrome más preocupante que el paso del independentismo ha dejado es la total incertidumbre.
Ante unas perspectivas más que esperanzadoras para los próximos años, el sector inmobiliario de Cataluña ahora mismo no sabe nada sobre el escenario que marcará su más reciente devenir. Es la primera vez que se enfrenta a un contexto así, y su capacidad de respuesta no está preparada para afrontar un problema totalmente ajeno al comercio de la vivienda, pero que en cambio, repercute sobre él directamente.
El sector inmobiliario de las viviendas de lujo, ajeno a la crisis de la independencia
Sin embargo, no todo son malas noticias para el sector inmobiliario catalán, ya que más allá del mercado más convencional, aparecen brotes verdes a los que la crisis secesionista no parece afectar. Entre el descenso de la actividad comercial, llama poderosamente la atención que en el sector de las viviendas de lujo los efectos hayan sido diametralmente opuestos, con un aumento de la compra y del alquiler de inmuebles de este tipo.
El mejor ejemplo lo encontramos en una de las ciudades más emblemáticas dentro de este exclusivo sector de viviendas. La venta de pisos en Sitges no es que creciera, es que se disparó. Las transacciones de viviendas de lujo en esta localidad se incrementaron en más de un 100% respecto a las cifras alcanzadas durante el año anterior, un registro de locos que demuestra que los bolsillos con el poder adquisitivo más alto son prácticamente inmunes a cualquier problema político.
¿Cómo se explica esto? La razón principal es que los compradores de este tipo de viviendas son en su mayoría extranjeros, ajenos al impacto mediático que el conflicto independentista tiene dentro de las fronteras españolas. La siempre importante demanda extranjera no solo ha mantenido a salvo el sector de la viviendas de lujo, sino que lo está llevando en volandas hacia su mejor época, que se ha dado de una forma más que inesperada en medio del conflicto secesionista.