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Que es un mapa?

agosto 2nd, 2011

Es la representación modélica de un área geográfica, es decir, de una porción de la superficie de la Tierra, elaborada con propiedades métricas, dibujada o impresa en una superficie plana y que refleja información espacial. Los mapas parecen espejos de la superficie terrestre, pero realmente son su representación simplificada, pues no incluyen toda la información existente, sino aquella que el especialista en cartografía ha decidido seleccionar.

representación modélica de un área geográfica, es decir, de una porción de la superficie de la Tierra, elaborada con propiedades métricas, dibujada o impresa en una superficie plana y que refleja información espacial. Los mapas parecen espejos de la superficie terrestre, pero realmente son su representación simplificada, pues no incluyen toda la información existente, sino aquella que el especialista en cartografía ha decidido seleccionar.

Habitualmente el mapa contiene una serie de símbolos y colores, fácilmente interpretables y descritos en una leyenda, que muestran los diferentes elementos naturales y humanizados del paisaje que se dibuja en el mapa. Para que pueda ser llamada mapa, la representación no debe ser artística, sino que necesita estar hecha a escala (elemento para diferenciar un mapa de un croquis); debe permitir tomar medidas de distancias, ángulos o superficies y obtener un resultado aproximadamente exacto de la superficie terrestre; dependiendo de lo que se quiera representar en el mapa, las imprecisiones o errores deben ser más pequeños que lo que pueda percibir el ojo humano al contemplar el mapa.

ELEMENTOS BÁSICOS DE UN MAPA

Los principales elementos del mapa son la leyenda y la escala.

Para que un mapa pueda contener gran cantidad de información de fácil lectura debe reflejar en la leyenda un sistema de símbolos arbitrarios o convencionales y debe elaborarse siguiendo un uso adecuado de los colores. Muchos de estos se utilizan con tanta frecuencia que son aceptados por todos y resultan fácilmente comprensibles. De este modo, por lo general, las ciudades y los pueblos se señalan con puntos, cuadrados o superficies sombreadas; los cursos y las masas de agua suelen imprimirse en azul y las fronteras políticas se representan, generalmente, mediante franjas de colores o líneas continuas o discontinuas. El cartógrafo puede, sin embargo, concebir una gran variedad de símbolos que se adecuen a las diferentes necesidades; por ejemplo, puede marcar un punto como símbolo de la presencia de 10.000 cabezas de ganado o puede utilizar dos picos o martillos cruzados para señalar la localización de una mina.

Como es imposible hacer un mapa de las mismas dimensiones que la realidad, se utiliza la escala, que indica que el mapa es una representación aproximada y señala el número de veces que se ha reducido de tamaño la superficie real. Es un elemento fundamental en los mapas y puede aparecer de dos formas: numérica y gráfica. La escala numérica se representa en cifras, como por ejemplo, 1/100.000 o 1:100.000; esto indica que una unidad medida en el mapa (por ejemplo, 1 cm) representa 100.000 de las mismas unidades en la superficie terrestre (es decir, 1 km en el mismo ejemplo). En la mayor parte de los mapas se indica la escala en el margen y, muchas veces, viene acompañada de una escala gráfica lineal, que es un segmento dividido que muestra la longitud sobre el mapa de las unidades terrestres de distancia; en ocasiones, el extremo de la barra presenta una subdivisión para que el usuario pueda medir las distancias con mayor precisión.

En función de la escala, se habla de mapas a gran escala y mapas a pequeña escala. Los primeros tienen el denominador pequeño (por ejemplo, 1/10.000 o 1/30) y mayor nivel de detalle, y se aproximan más a los tamaños reales al haberse reducido menos; los planos urbanos son mapas a gran escala. Los mapas a pequeña escala tienen el denominador grande (por ejemplo, 1/200.000) y presentan menor número de detalles, son más generales. La cifra resultante es mayor si se divide 1 entre 10.000 que 1 entre 200.000, por ejemplo. Cuanto más se reduce la realidad, menor es el nivel de detalle y, por lo tanto, menor es la escala. Desde los primeros años del siglo XX, varios gobiernos colaboraron para establecer un Mapa Internacional del Mundo a escala 1:1.000.000, que se acabó en 1985.

También en algunos mapas, con el fin de localizar un lugar o describir la extensión de un área, se utiliza un sistema de referencia espacial basado en unas líneas imaginarias a las que llamamos red geográfica: los meridianos y paralelos. En los mapas se dibujan solo unos pocos meridianos y paralelos, aunque su número es infinito, y siempre se trazan separados por distancias iguales. La localización de un punto en el mapa puede definirse con precisión por los grados, minutos y segundos de latitud y longitud, que indican las coordenadas geográficas de ese punto. Por acuerdo internacional, la longitud se mide hasta 180° E y hasta 180° O a partir del meridiano 0°, el de referencia o meridiano de Greenwich. La latitud se mide hasta 90° N y hasta 90° S a partir del paralelo 0°, o ecuador. Los mapas están orientados de tal manera que, generalmente, el norte verdadero ocupa la parte superior de la lámina, donde a menudo se representa una rosa de los vientos u otro elemento gráfico que señala el polo magnético.

TIPOS DE MAPAS

Los mapas pueden utilizarse para diferentes fines y por esta razón se ha desarrollado una gran cantidad de tipos especializados de mapas. En primer lugar, se distingue entre mapas básicos y mapas derivados, dependiendo del método de obtención. Los mapas básicos son aquellos mapas confeccionados a partir de medidas y datos obtenidos directamente del mundo real (fotografías aéreas, imágenes de satélite, mediciones sobre el terreno, visitas a la zona o trabajo de campo). Los mapas derivados son aquellos mapas que se han obtenido a partir de otros mapas, añadiendo información adicional sobre la base de dichos mapas. Los topográficos puede decirse que son mapas básicos y los mapas temáticos, derivados.
MAPAS TOPOGRÁFICOS

Los mapas topográficos permiten conocer la topografía del terreno a través de sombreados, curvas de nivel normales u otros sistemas de representación gráfica. Asimismo señalan localizaciones generales, límites administrativos y las características especiales de un área. Este tipo de mapas ofrece muchas ventajas. Por ejemplo, muchos excursionistas utilizan los mapas topográficos para orientarse y planear sus rutas teniendo en cuenta los obstáculos y las señales principales. En la leyenda de cada mapa se indican la escala y los símbolos específicos (ferrocarril, escuelas, carreteras y puentes) que se emplean en él. Generalmente, el color verde indica la presencia de vegetación, mientras que el blanco se emplea para su ausencia. Una serie de isolíneas o líneas color sepia que unen puntos del mismo valor (en este caso la misma altitud) nos muestran el relieve, por ejemplo las montañas, colinas o valles. Las líneas muy juntas indican que el terreno es muy escarpado. Si, por el contrario, están muy separadas, significa que el terreno tiene poca diferencia altitudinal.

El tipo de mapa utilizado para representar, desde un punto de vista descriptivo y general, las características físicas y visibles del terreno es el mapa topográfico. Estos mapas, también denominados generales, muestran los elementos naturales del área analizada, como el relieve (montañas, valles…), la hidrografía (ríos, lagos…) o la vegetación natural; y, también, los elementos artificiales más importantes, humanos o culturales, como son las carreteras y los ferrocarriles, los asentamientos de población, los usos del suelo (dedicados a cultivos, bosques de repoblación, canteras, zonas comerciales…), las obras de ingeniería (puentes, túneles, aeropuertos…) y otras edificaciones de carácter religioso e histórico (ermitas, castillos…). Asimismo muestran fronteras políticas y divisiones administrativas, como pueden ser los límites de los municipios, de las provincias o de los países.

En los mapas topográficos el relieve se suele representar mediante curvas de nivel, que reflejan las formas del terreno y la altitud. Las aguas se representan por líneas o masas de color azul; los ríos y arroyos se indican con líneas azules, continuas si se trata de cursos permanentes, y discontinuas en caso de corrientes esporádicas, como barrancos, torrentes, uadis o ramblas; los lagos y embalses se cartografían con fondo azul. Las zonas cubiertas de vegetación arbórea o arbustiva se señalan con signos pictográficos (ideogramas) muy simples o fondos de color verde y marrón, uniforme y poco intenso.

Los institutos o servicios geográficos y cartográficos de cada país son los encargados de elaborar los mapas oficiales de su territorio. Por ejemplo, en España, dos organismos realizan los mapas topográficos básicos que dan cobertura a todo el territorio a escalas diferentes: el IGN (Instituto Geográfico Nacional) y el SGE (Servicio Geográfico del Ejército). En México, el INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) es el organismo acreditado para la cartografía oficial, mientras que, en Chile y en Argentina, lo hacen sus respectivos IGM (Instituto Geográfico Militar). El Mapa Topográfico Nacional (MTN) a escala 1:25.000 constituye la serie básica de la cartografía oficial de España y está compuesto por de más de 4.000 hojas, que reflejan unas 12.500 ha según la zona, y ofrecen una representación detallada y precisa del territorio en cuanto a sus aspectos morfológicos, del medio natural y los derivados de la presencia humana y sus acciones. También hay sociedades geográficas que elaboran su propia cartografía. Desde hace unos años, todos estos organismos encargados de elaborar cartografía proporcionan los mapas en papel y en formato digital (CD-ROM, DVD…).

En las hojas de los mapas topográficos se incluyen, entre otras informaciones, la escala, una completa leyenda, la declinación magnética, la fecha de elaboración, la equidistancia de las curvas de nivel y el título del mapa, que sirve para localizar el lugar (generalmente, en los mapas oficiales, el título indica el principal núcleo de población dibujado en el mapa).

La toponimia que aparece en un mapa topográfico ayuda a su lectura, puesto que algunos topónimos aluden a hechos del medio físico o de la actividad humana, actuales o del pasado; en este último caso, la información toponímica permite analizar algunos de los cambios experimentados por el territorio cartografiado a lo largo del tiempo, por ejemplo, en cuanto al hábitat o a los usos del suelo. También el tamaño de la letra que se ha utilizado para rotular el nombre de una localidad nos indica cómo es esta: por ejemplo, si la letra es grande, querrá decir que ese núcleo tiene un número considerable de habitantes.

Los mapas topográficos, debido a la gran cantidad de información detallada que contienen, se utilizan a menudo como mapas generales de consulta y sirven de base para elaborar otros mapas y gráficos, como los perfiles fluviales y los cortes topográficos. Asimismo, son utilizados para conseguir una buena orientación espacial.

MAPAS TEMÁTICOS

Los mapas en relieve son modelos tridimensionales del terreno de un área determinada. Utilizados ampliamente por ingenieros y militares, los mapas en relieve a escala en color se emplean tanto para indicar características geográficas como para dibujar simplemente fronteras políticas. Este mapa muestra partes de Alaska (en color) y del noroeste de Canadá.

Un mapa temático representa, sobre un fondo y contorno topográfico, una información relevante relacionada con un tema o una disciplina específica; así tenemos, por ejemplo, mapas temáticos de diferentes tipos: estadísticos, políticos, climáticos, agrícolas, de carreteras, de distribución de especies vegetales… Son considerados mapas específicos en contraposición a los generales o topográficos.

Entre los mapas temáticos más especializados se encuentran las cartas de navegación marítima (náuticas) y las cartas de navegación aérea (aeronáuticas). Las cartas náuticas se utilizan para la navegación de embarcaciones y cubren la superficie de los océanos y de otras grandes masas de agua, así como sus costas. Sobre la porción de agua que aparece en una carta náutica se muestra la profundidad cada cierta distancia, indicando con números impresos los metros (o las brazas) de agua que hay cuando la marea está baja. Los bancos de arena se indican con un círculo o se sombrean para darles mayor visibilidad, y los límites de los canales se representan con líneas. También indican el tipo de fondo existente: fondos de arena, de roca o de fango. Un elemento importante de este tipo de cartas es la localización exacta de los faros, boyas y otros elementos que sirven de ayuda a la navegación. Además de los faros, aparecen otros puntos de referencia, como edificios altos o picos prominentes, con cuya ayuda puede orientarse un navegante. Las cartas aeronáuticas, para que se utilicen sobre el terreno, se asemejan en cierto modo a los mapas topográficos, pero contienen también la situación de los radiofaros, los aeropuertos, los corredores aéreos y las áreas cubiertas por los campos de transmisión de las estaciones de radio.

Otros mapas temáticos son: los mapas políticos, que muestran solo las ciudades y las divisiones políticas y administrativas sin rasgos topográficos; los mapas geológicos, que muestran la edad de las rocas y la estructura geológica del área cartografiada; y los mapas de usos del suelo, entre muchos otros.

Los atlas suelen incluir una variedad de mapas temáticos para mostrar distintos aspectos de la realidad territorial. En ocasiones, y en función de los datos espaciales utilizados, se presenta el contenido geográfico de diversas formas: mapa de puntos, mapa de flujos, mapa pictográfico, mapa del tiempo, plano urbano, cartograma, mapa de símbolos proporcionales, mapa coroplético, mapa isoplético, mapa del relieve…

Especialmente curioso es el mapa en relieve, que es una representación tridimensional del terreno referida a un espacio geográfico. Suele moldearse en arcilla, escayola o plástico, aunque también se elabora en formato digital gracias a las nuevas tecnologías informáticas. Para realzar el relieve, la escala vertical de estos mapas es muy superior a la escala horizontal. Los mapas en relieve se utilizan mucho en planificación militar y en ingeniería, y por los invidentes.

ELABORACIÓN DE MAPAS

La elaboración de mapas o cartografía se ha beneficiado mucho de los avances tecnológicos acaecidos tras la II Guerra Mundial. Probablemente algunos de los avances más importantes han sido la utilización de técnicas y sistemas de teledetección (fotografías aéreas e imágenes de satélite) y de ordenadores (computadoras) utilizados por los Sistemas de Información Geográfica (SIG) para el almacenamiento y tratamiento de datos, así como para el trazado de mapas; al igual que la aparición de sistemas de navegación por satélite (GPS, GALILEO Y GLONASS), que han reducido sustancialmente el margen de error al determinar la localización exacta de los puntos de la superficie terrestre.

Este instrumento óptico binocular nos permite observar dos imágenes planas de un mismo objeto que han sido tomadas desde puntos de vista diferentes como si fueran una imagen única en relieve. Los estereoscopios crean una ilusión de profundidad en fotografías bidimensionales llamadas estereogramas. Un estereograma consta de dos fotografías de una misma escena, tomadas desde ángulos ligeramente distintos. Al ser vistas a través de un estereoscopio, ambas imágenes se funden en una única imagen tridimensional. El estereoscopio que se muestra en la fotografía es de finales del siglo XIX, una época en la que los estereoscopios constituían un entretenimiento muy popular en Europa y América del Norte.

OBSERVACIÓN

La base de un mapa moderno es un estudio detallado que proporcione, por un lado, las localizaciones geográficas y, por otro, las relaciones entre una serie de elementos del área a cartografiar. En la actualidad, la información obtenida de los levantamientos fotogramétricos aéreos complementa la información proporcionada por el tradicional método de los levantamientos topográficos del terreno. Las imágenes vía satélite pueden proporcionar una gran cantidad de información muy precisa sobre diferentes elementos de la superficie terrestre, como pueden ser la localización de depósitos de minerales, la extensión de urbanizaciones, la presencia de plagas que afectan a la vegetación y cultivos, o los tipos de suelos.
REALIZACIÓN Y REPRODUCCÍON

Cuando ya se han capturado los datos (fase de compilación), el mapa debe planificarse con cuidado, teniendo en cuenta su finalidad, para que la representación sea clara y precisa. Los datos obtenidos se transfieren en forma de puntos a una cuadrícula de coordenadas que se corresponde con el tipo de proyección que se ha escogido para el mapa. Se definen las altitudes y las curvas de nivel, en caso de que se utilicen, y se trazan directamente a partir de pares estereoscópicos de fotografías en restituidores fotogramétricos, donde el operador sigue, con una marca flotante, un modelo tridimensional. Los restituidores analógicos han sido sustituidos por restituidores analíticos y digitales. Los cursos de los ríos y de las carreteras, así como la posición de otros elementos, se trazan del mismo modo.

El ortofotomapa es aquel en el que la base cartográfica se forma a partir de fotografías a las que se superpone otra información, como divisiones administrativas, curvas de nivel, toponimia e información marginal. Este mapa es un mosaico de fotografías rectificadas diferencialmente; es decir, corregidas mediante un ortoproyector para eliminar la distorsión causada por el relieve y la inclinación de la cámara fotográfica. De este modo, el ortofotomapa tiene una escala constante y las propiedades métricas de un mapa.

Hasta la aparición de las modernas tecnologías informáticas, la preparación final del mapa para la impresión comenzaba realizando una serie de láminas (positivos), una por cada uno de los colores utilizados en el mapa. Estas láminas eran de plástico con un baño opaco; las líneas y los símbolos se trazaban sobre la superficie con un instrumento afilado, para grabar, que levantaba la capa de baño opaco (esgrafiado). Al final, toda la información de un mismo color (símbolos puntuales, lineales, superficiales y textos) se combinaba fotográficamente en un positivo final de ese color. De cada positivo se insolaba una plancha de impresión para reproducir el mapa por litografía offset.

En la década de 1970 se realizaron avances en el campo de la realización e impresión de mapas con sistemas informáticos, como los CAD y los ya mencionados SIG. Estos últimos permiten almacenar datos estadísticos sobre las coordenadas geográficas. Unos dispositivos especiales, como las trazadoras o plotters, hacen que el ordenador pueda dibujar mapas muy precisos partiendo de esos datos almacenados. Los mapas generados por sistemas informáticos también pueden reflejarse en una pantalla de ordenador, en la que un operador puede realizar fácilmente modificaciones sobre su contenido. Debido a que estos mapas y todos los cambios que se incorporan en ellos pueden almacenarse en el ordenador o computadora, es posible obtener una representación animada (mapas dinámicos) de los cambios que han tenido lugar en un periodo de tiempo determinado con programas multimedia, además de mapas en Internet, vuelos virtuales, cartografía en tres dimensiones.

Categorías: General

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