Hoy 31 de mayo se conmemora el 3er hito de Schoenstatt.
De 1947 a 1949 el Padre Kentenich se dedica a viajar para fortificar la familia Schoenstattiana que estaba creciendo alrededor del mundo. El 17 de mayo de 1949 llega a Chile para la inauguración del Santuario de Bellavista que se llevaria a cabo el 20 de mayo.
El Padre Kentenich quería a dar a conocer el Movimiento de Schoenstatt a la Iglesia. Justo durante su viaje a latinoamérica, Schoenstatt (Alemania) recibe una visita del Obispo de Tréveris y él encuentra ciertas «pequeñas críticas al movimiento principalmente acerca de la relación del Padre con las Hermanas. Al recibir estas noticias, el Padre Kentenich decide escribir una carta al Obispo exponiendo todo lo que significaba el Movimiento de Schoenstatt.
El 31 de mayo de 1949, alrededor de las 6 de la tarde, el Padre Kentenich se reunió con las Hermanas en el Santuario de Bellavista. El Padre quería entregarle la carta a la Mater para que permaneciera en el altar de Bellavista durante la noche, pidiéndole que se mostrara, en esta lucha que empezaba, especialmente admirable, y que no sólo hiciera brotar desde allí una corriente de gracias igual a la del Santuario original, sino que una corriente de gracias especial contra el pensar occidental y que con ella enriqueciera abundantemente al Schoenstatt original.
Esa misma tarde, en el Santuario de Bellavista, el Padre pronunció una plática (la Plática del 31 de mayo) en la cual confiere una misión especial a la Familia de Schoenstatt en Chile.
Es así que cada 31 de mayo se celebra el tercer hito de Schoenstatt llamado en la fuerza divina, en el cual el Padre Kentenich le encomienda a la Mater el Movimiento.
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