VÍCTIMA DE UN CANDIRÚ
Que bello lugar para pescar. Aquel remanso de un río amazónico tenía sin duda que albergar numerosos peces. El confiado pescador decide refrescarse del calor ecuatorial dándose un chapuzón. No se aleja demasiado de tierra pues, como es sabido, los peligros de los ríos amazónicos son múltiples, serpientes de gran tamaño, caimanes, pirañas, anguilas eléctricas, etc… pero bueno, un breve chapuzón a escasos metros de la orilla donde no cubre y existe buena visibilidad es un riesgo controlado, piensa para sus adentros. Horas más tarde se encuentra en un hospital donde sufrirá una intervención quirúrgica y el culpable de todo es un pequeño pez, el candirú. El infortunado bañista cometió el error de orinar dentro del agua, el candirú atraído por algún elemento de ésta siguió el rastro hasta descubrir la fuente de tan atractiva sustancia. Se introdujo por su uretra profundamente, la desesperada víctima trata de sacar el incomodo huésped de tan delicada zona y descubre con horror las graves consecuencias que esto implica.
El candirú despliega unas púas que tiene en la cabeza para anclarse a su víctima y que producen un intensísimo dolor y desgarros al tratar de extraerlo. No hay más remedio que operar o amputar. Casi mejor que me operen, pensó el pobre pescador
Candiru: Vandellia cirrhosa Valenciennes, 1846
Familia: Trichomycteridae
Orden: Siluriformes
Tamaño: Entre 2 y 7 centimetros
Distribución: Zonas cálidas de la cuenca del Amazonas y Orinoco

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