Entregar tu corazón a Dios.. de forma no literal

Las Guerras Floridas (Xochiyaoyotl en azteca) eran la cacería divina del hombre mesoamericano hecha por el dios Sol.

Cuando los sacerdotes decían que el Sol y los dioses necesitaban más comida, más sacrificios, dos pueblos aztecas se enfrentaban una guerra florida solamente para contentar al Sol. En estas guerras, los dos pueblos aztecas mandarían sus caballeros a un campo sagrado para la batalla. Eran un poco como los torneos de la Edad Media en Europa, pero en este caso eran pueblos enteros los que se enfrentaban y con un resultado bien distinto.

Ellos interpretaban que iban al campo de batalla a recolectar flores (corazones) porque en la piedra de los sacrificios, a golpe de cuchillo del sacrificador, surgía la flor más preciosa, el corazón del hombre. De ahí el nombre de Guerras Floridas. Los corazones eran depositados en el Cuauhxicalli, la jícara o vaso de águila, y a él descendía el guerrero celeste en forma de colibrí a libar la miel (la sangre) de aquella flor preciosa. Estas guerras representaban lo más sagrado de la religión del hombre mesoamericano: la cacería del hombre hecha por Dios.

Cuando un guerrero era hecho prisionero en las Guerras Floridas doblaba la rodilla y decía: "padre mío" al que lo capturaba, y éste exclamaba: "hijo mío". Se entendía que Dios mismo era quien lo capturaba. Morir en la piedra del sacrificio era el honor más grande que recibían el sacrificado y su familia, puesto que era deificado, de la misma manera que huir del sacrificio era una enorme deshonra.

Erase una vez en Ciudad de Mexico

La ciudad de México, capital de la nación que lleva el mismo nombre, es hoy en día una de las ciudades mas importantes de latino américa. Sin embargo, esta vasta herencia dejada por el poderoso pueblo azteca, hace mas de mitad de siglo, no era una moderna y desarrollada urbe con grandes edificios y amplias avenidas... o si?