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Clara Ayala

julio 3rd, 2012

escritora ecuatoriana nacida en Guayaquil, fanática del símbolo y el surrealismo.  Su literatura busca expresar el vacío del individuo posmoderno, que engañado por la tecnología, divertimentos y facilismos de la rutina actual, cree ser feliz.  Aunque llega un tiempo en que se da cuenta de lo vana que es su vida, de que, como dijo el Sabio Rey Salomón, "corre tras el viento", y está lleno de agitación.  Clara Ayala, mujer soñadora, ama lo que a simple vista puede parecer una fantasía, pero también busca en los recuerdos cotideanos y sanos, tal vez en una sonrisa con su ya fallecida madre, o en el brotar de una de las tantas florecillas que germinan en su jardín, lo que llene su necesidad espiritual.

cortesia: david guerra.

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DOBLE LUNA - Clara Ayala

julio 3rd, 2012

Una mañana contempló con asombro el desierto que la rodeaba.  ¿Sería un espejismo? Pero los espejismos te muestran lo que tú deseas ver, pensó, y en este caso el espectáculo no era agradable.  Sólo la arena que espantaba culaquier proyecto de vida.  No habría nada que venciera esa inmensidad y el silencio.
Camino por el suelo caliente y acolchado.   Sus pies se hundían tragados por la huella profunda de su propio paso.  ¿Sería ese su fin? Intentó recordar pero no había recuerdos.
Algo pequeño corrió por entre las rocas. Más allá, algo más grande se movió, espantado por su presencia.  Unos ojos oblicuos la miraron largamente.  Por un momento pensó que estaba muerto y calcinado por el sol.  Solo el brillo en el fondo de su pupila demostraba que la vida estaba ahí, sostenida por algún milagro.  Una cierta displicencia en el giro nervioso de su cuerpo para mirarla hizo que se admirara la solemne resignación de vivir de esa manera.
Pero no recordaba su pasado.  Su mente, como el mismo desierto, parecía vaciada de toda certeza.  Había la sensación de un lugar diferente de donde venía.  Recordaba los ruidos extraños que pertenecían a ese sitio.  Los olores de otras formas de vida.  Los murmullos de quienes pasaban a su alrededor.  Todo eso se le venía a la mente como flashes, en un torbellino de luces nocturnas y sonidos.
¿Quién era? Buscó alguna superficie que pudiera reflejar su apariencia.  Quizás eso le ayudaría a recordar.  Buscó en vano.  Los desiertos no te ayudan a descubrir lo que tú crees ser.
Yo, que nunca había lastimado a alguien, pensé que aceptaba las condiciones de los demás, que había sido tibiamente feliz sin reclamar nada extra, no sabía cómo reaccionar ahora ante lo que parecía ser una condena.
Quizá su mundo siempre había sido el de las arenas eternas y aquellas sensaciones que la perturbaban solo eran juegos de su imaginación.  Miró el firmamento, las lunas estaban saliendo a la hora acostumbrada.  En pocos minutos la temperatura bajaba peligrosamente.
En una ciudad, dos personas conversaban apasionadamente.  Existe un planeta con doble luna, decía una de ellas.  Yo lo soñé y los sueños siempre guardan una relación directa con lo posible.  Si lo soñé es porque existe, argumentaba.
La otra persona la miró con detenimiento.  Sus ojos oblicuos no reflejaron la sonrisa que resplandecía en su interior.
Puede ser, dijo lentamente.  Si sueñas algo es porque en algún lugar está sucediendo.

"El Alma En Los Labios" - Medardo Angel Silva

junio 28th, 2012

Medardo+Ángel+Silva
MEDARDO ÁNGEL SILVA _ poeta guayaquileño (1898-1919)

Para mi amada

Cuando de nuestro amor la llama apasionada,
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño,
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento,
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero,
llamarte mía como quien espera un tesoro.
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero,
y besando tus cartas ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda,
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda,
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda,
dejar mi palpitante corazón que te adora.

junio 28th, 2012

sitio oficial de la ESPOL en facebook.

"NOCHE" - Vicente Huidobro

junio 28th, 2012

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Sobre la nieve se oye resbalar la noche.
La canción caía de los árboles, y tras la niebla daban voces.
De una mirada encendí mi cigarro.
Cada vez que abro los labios inundo de nubes el vacío. En el puerto, los mástiles están llenos de nidos, y el viento gime entre las alas de los pájaros.

                                                        Vicente Huidobro

CARRUSEL MAGNÉTICO ( cuento) - David Guerra Layana

junio 28th, 2012

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Ay Lucía, ahora que te veo con ese cuerpecito de niña, con esa blusa sombría, con las mangas rajadas, con disecada mirada, puedo recordar aquel día en aquel carrusel de parque, cuyo nombre se ha esfumado, cuando vislumbré tus ojos frondosos, tus senos juguetones, tu alma que irradiaba blanca luz y… y.. ¡ay! oí tu voz de caramillo.
_Hola-me dijiste.
Te estreché la mano y Venus sonrió.
_Lucía es mi nombre. Lucía Rosseti.
Pasaron muchas noches, volaron ataúdes por las callejas sucias, gritos de sangre bulleron por las aceras, el sudor no daba tregua, murió mi padre, el sastre, el pan, el sudor, el que era todo, hasta que casi gateando por el parque de mi juventud apareciste y la luna te envolvió en su velo y hubo alegría. Y ese día, a mis quince años, te besé y sentí que germinó algo que nunca moriría, que sería eterno. Bien, ahora estás aquí, con un cuerpecito de niña, y tus ojos lloran la más amarga de las escampadas.
_Señor, señor. ¿No ayuda usted a la muchacha?
_¿Qué?, chilló el del periódico
_Señor, pero si es la que llora, la que aúlla..
:_¡Calle, está loco!

Los vendedores pasan corriendo, los carros son exhalaciones, y nadie te puede ver. ¿Es que eres una sombra? Oh, Lucía mía, tu piel es tersa, tus manecillas son de algodón, tu rostro está viejo, enjuto y tu nariz encorvada. Recuerdo que un día me susurraste en el oído diciendo: “Yo no voy a ser anciana, prefiero morirrrrr” ¡Ay, cómo acentuabas ese morirrrrr! Y sigues viva y eres joven, pero eres vieja y tal vez no existes (¿o atraviesan mis pupilas las visiones ocultas del magnético anhelo y del sacro cosmos?). Estando en esta silla de ruedas, sin un brazo, sin piernas, no queda más que sumirse en prolongadas meditaciones, las cuales cavan hoyos, desentierran tesoros.
Puesto que, como un triste fantasma, estás ante mí, déjame desvelar tu pasado, oh numen que un día amé como mujer, hoy como humano, enhebrar los episodios que fueron haciendo de ti, este embotado ser de perdición.

Escucha: Después de besarnos, tus cejas se arquearon, tu boca se abrió como un portal y me dijiste que tenías que irte. Pasaron ocho días hasta que el carrusel nos encontró y te disculpaste aludiendo a la “maniática severidad” de tus padres y su fatídica precisión para calcular “el tiempo”. Tu alma danzó y salmodió el deseo frenético de amar y alcanzar la libertad de los nevados, que no son dominados y desafían al sol. ¿Qué,… que cómo lo sé? Ay Lucía, la energía es veraz, ella revela la cámara del interior, su fluidez es mejor que la de las palabras, que traman engaño y son un fuego incontrolable. Tu interior era salvaje, tal vez porque Bernarda Alba te acuciaba, tal vez porque el sol latino de tu interior ardía, sembraba desiertos, vomitaba tigres, y pedía agua. Debes recordar, que desde ese día no volviste a ser la jovencita dócil y hogareña. Te volviste rebelde, a tus padres les gritabas y escapabas de casa para escapar del mundo y emprender el viaje hacia la encantada isla de mis besos. Era yo en ese entonces un joven ingenuo y poco conocedor de la naturaleza humana como para entender que tus mismísimas ansias de libertad te sujetarían, te aprisionarían, y con tétricos grilletes te llevarían hacia la hedionda celda de mugres ratas cuyo nombre es “Las Drogas”.

Transcurrieron dos años de la más lunática de las pasiones; te hiciste mujer, mi miembro viril se hizo fuerte: penetró en un panal maravilloso y emanó manantiales. Sin embargo, nada te satisfacía, querías más. Más. Y te fuiste. No obstante es menester, oh queridísima Lucía, reconocer que nunca dejaste de considerarme tu confidente, tu amigo bueno, un tierno juglar, pero mi amor fue permutado. Iron Maiden se mostró más excitante, la oscura nigromancia de Led Zepellin te resultó más interesante. Sin embargo lo más oscuro y vil que pudo haber pasado en tu vida se dio en el Bar “El tronco del toro”, cuando conociste a Don Cristóbal.

Para ese entonces ya habías huido de tu hogar y tenías que sobrevivir. No bastaba con hilar algodón, ni remendar camisas rotas. Tenías que hacer algo, algo más. ¿Y qué mejor que mostrarle al mundo tu ímpetu, la perfección de tu cuerpo irresistible? Ay Lucía, reina de las abejas de oro, mujer que fue azucena, fragancia bendita. ¿Puede lo luminoso hacerse opaco? ¿Puede la casta hacerse puta, inicua meretriz?
_¡Lucía, qué hembra, por Dios!
_¡Lucia, qué cuerpo, qué muslos!
_¡Lucía, la potra!
_¡Lucía, la bestia sexual!
Expresiones como esas eran habituales. Tu fama se extendió y con ello tu altivez. ¡Qué tristeza, qué infinita tristeza tengo en este día lluvioso, contemplando tu arruinado esplendor, tus ojos que buscan juventud e inmaculada inocencia, esos ojos orondos de coca, saciados de heroína, que miran espantados las hemorroides de tu inmundicia! Ahhh, ahhh, sólo puedo jadear. Ahh, ahhh, ya no puedo respirar. Quiero tocarte, pero ya no estás. Quiero acariciarte, pero te has ido; ya no estás. Veo un grillo que centellea y salta y se convierte en manzana. Todo se ha empañado; es una bruma. Pero…
¡Oh Estoy en el parque de mi juventud! Hay niños jugando, una ardilla ríe, y estás tú, junto al carrusel, como cuando te conocí, tan bella, y oh sorpresa: ¡Puedo caminar! Tu piel coralina me llama, la energía está fluyendo, los asteroides giran y las fuxias nebulosas repiquetean como campanas. Mi corazón arde, es un sol. Junto a mis oídos zumba el hoyo negro que devora el presente, el pasado, el futuro. Veo dos estrellas con corbata. ¿Habrá esperanza?

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DAVID GUERRA - AUTOR

La Historia del niño y el “Padre” - DAVID GUERRA LAYANA

junio 28th, 2012

Suenan las campanas del Pueblo,

Los ojos de Carlitos se iluminan.

 

¡Son las 12! ¡Son las 12!

 

Su madre lo mima, lo acaricia,

Le dice:

Mi niño, mi niño,

Anda a misa,

Oye a Dios,

Contempla al padre Jacinto,

Oye su sermón.

 

Carlitos bosteza, luego ríe, luego responde:

 

Si mamita,

Hoy a misa iré,

Yo amo a Dios,

Él me dio la vida,

Tú me diste amor.

Una orden me has dado,

Yo la acataré,

Pues tú me darás un regalo:

¡Un bello hermano gordinflón!

 

Carlitos corre,

Sus ojos son como gorriones,

¡Cómo vuelan!

¡Cómo le cantan al sol!

 

A la iglesia llega.

El canto místico y sonoro,

Cual lumbraradas indolentes y golosas,

¡Cómo le enciende el corazón!

 

La misa ha terminado,

Carlitos al padre se acerca,

Carlitos al padre le habla,

El padre a Carlitos escucha,

El padre a Carlitos responde:

 

¡Ven, niño hermoso!

¡Si! ¡Ven! ¡Acompáñame!

¡Ven y te daré una bendición!

 

A un aposento oscuro entran,

El padre ríe,

¡Risa que ilumina! ¡Risa de farol!

Y sin embargo...

¡Risa oscura! ¡Risa del Seol!

 

Carlitos tiembla,

Carlitos solloza.

 

Cinturón estridente,

Pantalones viscosos,

Sotana de la impureza,

Pasión que fermenta.

 

¡Danza fálica!

¡Chorrear....Chorrear...Chorrear!

¡Explotar...Explotar...Explotar!

 

Carlitos llora,

Carlitos no puede...

Carlitos escapa.

 

A casa llega,

Con llanto de nieve,

Con deshilachadas mangas.

¡La historia es un garfio!

¡Triste es el trepidar de guadañas

Y...¡materno...horrible es el gritar!

 

Maldito, Blasfemo,

Maldito, Blasfemo,

¡largo!

DAVID GUERRA LAYANA.

ÉXTASIS CIENTÍFICO - DAVID GUERRA LAYANA

junio 28th, 2012

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La Dama estelar gimotea

Y palmotea en los Campos Elíseos.

La caverna negra clama por secretas dimensiones

Y eructa, deslumbra en luces violetas;

Formatea el eco fractal.

 

La estratósfera es un castor.

La madriguera del ozono

Llora porque ha muerto el huevo de la tortuga lunar.

¡Oh compacto arquetipo de Dios,

Dédalo de infinitas hebras,

Asteroide que es vellón,

Huracán con sonrisa de flor!

Sólo oteo el cascarón

Y no entiendo,

Pequeño soy,

Oh camaleón galáctico de luminosa cresta.

 

¡Ahhh!

Cuando la ondulada elipse del tiempo sea nula,

Miraré el espacio con la lupa

Del eterno observar.

 

DAVID GUERRA LAYANA

junio 26th, 2012

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Jorge Icaza Ecuador - huasipungo - tenchus camana

junio 26th, 2012

http://youtu.be/XAc0M1atGs4
HISTORIA DE UN GRAN ESCRITOR ECUATORIANO JORGE ICAZA .....