Cada árbol grande que vemos en la calle promete horas de diversión si lo usamos para hacer danza aérea pero el miedo a que nos vean raro por hacer eso nos lleva a buscar lugares un poco más rebuscados.
En el parque El Lago, por ejemplo, parecía buena idea ir a colgarse debido a la cantidad de árboles y pocas personas pero lamentablemente los guardias no dejaron usar los árboles debido a que no querían hacerse cargo por posibles accidentes.
Espero poder subir fotos de mi progreso para que puedan motivarse a practicar este deporte nuevo en mi querida ciudad. Al final del día solo me quedó disfrutar del paisaje y tomar aire fresco.
