El Aston Villa inglés se proclamó campeón de la cuarta edición de la Copa de la Paz en la que sucede como ganador al Olympique de Lyon francés, después de superar en la tanda de lanzamientos de penalti a la Juventus italiana, tras un partido en el que ambos se mostraron negados ante el gol y mostraron pocas cosas.
Era una final inesperada, pues el equipo inglés no estaba entre los favoritos a jugarla, y más después de iniciar el torneo con una derrota ante el Málaga, partido en el que dio mala imagen, pero con el paso de los días los del técnico Martin O’Neill han ido a más.
El Aston Villa, además, cogió confianza con el paso del encuentro y, con el espigado delantero noruego John Carew, ex del Valencia, como hombre más adelantado, empezó a hacer trabajar al meta Gianluigi Buffon.
En la segunda parte, el equipo que entrena Ciro Ferrara intentó darle algo más de intensidad a su juego, pero el Aston Villa nunca se descompuso, lo que hizo que los italianos se precipitaran en sus acciones y que los ingleses volviera a merodear con intención el área ‘bianconera’, en la que no estaba el ex madridista Fabio Cannavaro, quien salió el pasado viernes algo el tocado del partido ante su ex equipo.
Pese a todo, ‘La Vecchia Signora’ a mostrado en este torneo el golpear al rival en el momento más inesperado y con el 0-0 aún había mucho que decir, y eso es lo que pareció por las ganas del delantero Vincenzo Iaquinta, que buscó marcar su tercer tanto en esta Copa de la Paz e igualar en la clasificación de goleadores al brasileño del Oporto portugués Givanildo Vieira ‘Hulk’.
Los italianos entraron en la última fase del choque con el empate y entonces desperdiciaron buenas opciones para poner el 1-0 en las botas de Iaquinta, David Trezeguet, Cristiano Zanetti o Jonathan Zebina, lo que coincidió un período de despiste del conjunto inglés, pero el marcador no se movió y se llegó a la prórroga.
Con Alessandro Del Piero y Amauri ya en el terreno como último recurso de la ‘Juve’, el partido quedó roto entre dos formaciones negadas ante el gol, por lo que el primero que viera puerta tenía prácticamente asegurado llevarse el trofeo, pero el tanto no llegó y se tuvo que decidir con lanzamientos desde el punto de penalti.
En esta definitiva fase, ambos equipos fallaron dos lanzamientos en los primeros cinco, por lo que se entró en una muerte súbita en la que el español Carlos Cuéllar marcó y no el italiano Nicola Legrottaglie, por lo que la Copa se fue para Inglaterra.
El Aston Villa se clasificó para la final de la Copa de la Paz al vencer al Oporto por 2-1, en un partido donde no hubo excesivas ocasiones, pero el equipo inglés supo rentabilizar la frescura del primer tiempo con los dos goles y los errores del contrario.
El Aston Villa no se había acercado a la portería contraria y la primera vez que lo hizo, a excepción de un tiro de Young, marcó un bonito gol. Una internada del incombustible lateral derecho Albrighton, cuyo centro lo aprovechó el punta Heskey, para marcar el primer tanto en el minuto 14.
Un córner lanzado por la derecha es mal despejado por la defensa del equipo luso y Sidwell en el área pequeña resuelve el regalo contrario. Era el minuto 37 y todo encauzado para la segunda parte.
El técnico del Oporto, Jesualdo Ferreira, quería más poder ofensivo y tras el descanso salió el delantero brasileño Hule, una de las estrellas del equipo portugués, que cambió algo el decorado arriba, con sus internadas y su fuerza para irse por velocidad del contrario, aunque sin excesivo acierto.
El partido transcurría plácidamente para el Aston Villa, incluso con uno menos por la expulsión que sufrió Heskey, por una agresión en el minuto 68, que pudo significar el tercer gol, aunque Young no acertó con un jugador contrario tendido en el césped, lo que originó un pelea entre ambos equipos.
Sólo Hulk imprimía carácter en el Oporto. Un lanzamiento suyo desde veinte metros hizo intervenir al guardameta Guzan. El Aston Villa contraatacó con un cabezazo al larguero de Clark a la salida de un saque de esquina. El equipo portugués con superioridad numérica apretaba y Rodríguez, tuvo la posibilidad de acortar diferencias pero su disparo a dos metros del guardameta Guzan, fue repelido por éste.
El Oporto no quería irse de vacío de Málaga y un penalti de Reo-Coker, lo transformó Hulk en el 2-1, en el minuto 90. Al equipo luso no le dio tiempo a empatar y el Aston Villa jugará la final.
Aston Villa: Guzan; Davies (Clark, m. 22), Shorey (Bannan, m. 84), Cuéllar, Lichaj; Sidwell, Albrighton (Weimann, m. 75), Reo-Coker, Heskey; Young (Herd, m. 75) y Carew (Lowry, m. 65)
Oporto: Nuno; Fucile, Bruno Alves, Pereira, Roque; Meireles (Belluschi, m. 46), Guarín (Costa, m. 46), Reges, Falcao (Rodríguez, m. 66); González (Farías, m. 66) y Varela (Hulk, m. 46).
Goles: 1-0, M. 14: Heskey. 2-0, M. 37: Sidwell 2-1, M. 90: Hulk (p).
El Real Madrid no superó su primer test serio de la pretemporada, en el que evidenció descoordinación defensiva y falta de acierto en el remate, y perdió por 1-2 ante la Juventus de Turín que disputará la final de la Copa de la Paz el próximo domingo en Sevilla ante el Aston Villa.
De entrada a los 3′, el ex madridista Fabio Cannavaro se encontró con un balón tras el saque de una falta y remató a gol ante el despiste del meta polaco Jerzy Dudek.
El cerrojo que impuso ‘La Vecchia Signora’ en el centro del campo, en algunos lances con mucha contundencia, impidió que Guti y el francés Lass Diarra pudieran surtir de balones a Cristiano Ronaldo, el galo Karim Benzema y a Raúl González, pero fue el delantero madrileño el que se encargo con habilidad de sacarle un penalti a Chiellini, que transformó Cristino Ronaldo a los 40 minutos.
En la reanudación la historia se repitió porque a las primeras de cambio la ‘Juve’ volvió a adelantarse en el marcador, en otra jugada a balón parado y otra vez de cabeza, en esta ocasión con remate de Salihamidzic.
El Real Madrid tuvo que nadar a contracorriente, pero lo hizo con ganas ante un rival bien armando atrás y que no renunció a sorprender en algún contraataque.
El conjunto español afrontó la última parte del partido con Negredo y el argentino Higuaín como puntas en sustitución de Raúl y Benzema, en un intento de encontrar algo más de frescura, pero para entonces el equipo turinés se mostró más entero y formado que el adversario y defendió con sentido su ventaja.
