Correa paga una conflictiva deuda
BRASILIA (ANSA).- En un intento por recomponer las deterioradas relaciones con Brasil, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, confirmó ayer que su país pagará la próxima cuota de la deuda que mantiene con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) brasileño y dijo que espera el retorno del embajador de ese país que había sido llamado a consultas por Brasilia.
Las relaciones entre Brasil y Ecuador se tensaron luego de que Correa solicitara una auditoría internacional de un crédito con el que la empresa Odebrech construyó la represa San Francisco, por cuyas fallas de construcción la firma fue expulsada del país.
En respuesta a la revisión de la deuda, Brasil convocó a su embajador Atonino Marques Porto, decisión que Correa espera ahora que se revierta con el regreso del diplomático a Quito.
En una entrevista con el diario Estado de Sao Paulo, Correa dijo que no declaró la cesación de pagos al Bndes y que abonará la próxima cuota del préstamo.
«Ojalá que este esclarecimiento y ese pago puedan hacer que regrese el embajador, fue una lástima, respetamos la decisión brasileña pero no concordamos con ella, sinceramente nos dolió muchísimo», reveló el mandatario ecuatoriano, y agregó que no hay conflicto político con Brasil.
«Ese préstamo financió una obra que fue mal construida y causó un perjuicio de 100 millones de dólares de acuerdo con una auditoría del Estado», explicó.
La prensa brasileña había publicado que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva estaba molesto con Correa y que se lo hizo saber en una conversación telefónica en noviembre pasado, días después de convocar al embajador. Correa tuvo un encuentro reservado con Lula esta semana en cumbre de presidentes en Costa da Sauípe.