En gastronomía, un entrante o entrada consiste en un plato de comida que puede consumirse en primer lugar, antes del segundo plato o plato principal durante la comida o la cena. Es una costumbre culinaria que, desde un punto de vista fisiológico, tiene como objetivo preparar al consumidor para consumir el plato principal, de ahí que no exista una única receta y no se le considere una particularidad gastronómica específica de un solo país o de una sola cultura. A diferencia de los aperitivo, cuyo propósito es abrir el apetito, es un plato de mayor cantidad de comida, y de menor cantidad que el plato principal.
En los Estados Unidos y parte de Canadá, el entrante, denominado Entreé, consiste en el plato principal, debido a que en los comienzos del siglo XX este último, consistente en un asado abundante desapareció. Por norma general puede tratarse de una ensalada, de una variedad de embutidos o prácticamente de cualquier alimento de suficiente consistencia, por lo que aceitunas, cacahuetes, y este tipo de comestibles estarían destinados a formar parte del aperitivo más que de un entrante en sí.
Los entrantes existen en la mayoría de las culturas y países, aunque con ligeras variaciones y percepciones según la cultura gastronómica del lugar. En España, una sopa fría como el gazpacho se considera también un entrante.
PREPARAR UNA ENTRADA SENCILLA
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