Cuando oscurece, Tokio se llena de vida y los colores iluminan todos los rincones. En una ciudad en la que los comics se apoderan de la realidad y las luces de neón conquistan la noche, nada puede ser fantasía.
Recorrer las calles de la capital nipona significa ver impresionantes edificios, la gente mejor vestida y también la más excéntrica del mundo, así como tiendas con objetos que parecen sacados de una película de ficción. Es una urbe futurista y conservadora. Las costumbres tan arraigadas contrastan con un mundo tecnológico y apresurado. Aquí puedes encontrar el mercado de pescado más grande de Asia, un templo budista, un edificio con departamentos cápsula y los últimos gadgets… todo junto.
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