La palabra salvación “es una expresión de todo una consumación. Esto garantiza que Dios es bueno. La cosa más grande que Dios puede hacer por el pecador es sustituir su estado de castigo, muertos en el pecado, estar en Cristo y conformes a la imagen de su Hijo.” Donald Barnhouse garantiza, “El pecador que viene a Cristo…puede decir: Dios no quiere que yo perezca; Dios quiere que yo tenga vida eterna.
Dios ya ha hecho algo acerca de esto….Que sorprendente es para mi saber que Dios no quería que yo muriera! Porque yo merezco morir. Que sorprendente es saber que Dios quería que yo tuviese vida eterna, porque yo merecía la muerte.”
Todo lo de la salvación es la obra de Dios. No es obra del hombre. Todo lo que el pecador puede hacer es recibir de la mano de Dios su regalo gratuito. “Mucho de la responsabilidad entera en la salvación es perfeccionado en la persona salva en el momento que él implementa la fe salvadora.
Algunas porciones de este trabajo están en la forma de un proceso de transformación después de que la primera obra es perfeccionada. En adición, existe una fase de la responsabilidad divina la cual es revelada como completando el trabajo entero de Dios en el momento de su punto final. Este ultimo aspecto de salvación es el futuro íntegramente,” escribe L.S. Chafer.
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