• Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

     

    Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

    «Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?»,
    a lo que el hombre respondió: «Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas».

    El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas. 

    Volvió donde el sabio y le dijo: «Ya he terminado», 

    a lo que el sabio contestó: «Esa es la parte más fácil.
    Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.
    Sal a la calle y búscalas». 

    El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

    Al volver, el hombre sabio le dijo:
    «Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste».

    «Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón».

  •  

    Una noche en sueños vi
    que con Jesús caminaba
    junto a la orilla del mar
    bajo una luna plateada.

     Soñé que veía en los cielos
    mi vida representada
    en una serie de escenas
    que en silencio contemplaba.

    Dos pares de firmes huellas
    en la arena iban quedando
    mientras con Jesús andaba
    como amigos conversando.

    Miraba atento esas huellas
    reflejadas en el cielo,
    pero algo extraño observé
    y sentí gran desconsuelo.

    Observé que algunas veces
    al reparar en las huellas,
    en vez de ver los dos pares
    veía solo un par de ellas.

     Y observaba también yo
    que aquel solo par de huellas
    se advertían mayormente
    en mis noches sin estrellas,
    en las horas de mi vida
    llenas de angustia y tristeza,.
    cuando el alma necesita
    más consuelo y fortaleza.

    Pregunté triste a Jesús:
    Señor, ¿Tú no has prometido
    que en mis horas de aflicción
    siempre andarías conmigo?
    Pero noto con tristeza
    que en medio de mis querellas
    cuando más siento el sufrir
    veo solo un par de huellas.

     ¿Dónde están las otras dos
    que indican tu compañía,
    cundo la tormenta azota
    sin piedad la vida mía?

    Y Jesús me contestó
    con ternura y comprensión:
    Escucha bien hijo mío,
    comprendo tu confusión
    siempre te amé y te amaré
    y en tus horas de dolor
    siempre a tu lado estaré.
    para mostrarte mi amor.

    Más si ves solo dos huellas
    en la arena al caminar
    y no ves las otras dos
    que se debieran notar,
    es que en tu hora afligida,
    cuando flaquean tus pasos,
    no hay huellas de tus pisadas…
    porque te llevo en mis brazos.

                                                         Anónimo

     

     

  • No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

    Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.

    Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.

    Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

    No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos, y la prueba que has de ganar.

    No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.

    Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.

    Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

    Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

    No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

    Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

    Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.

    Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

    Mírate en el espejo de ti mismo.

    Comienza a ser sincero contigo mismo, reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

    Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.

    Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.

    Tú eres la parte de la fuerza de la vida.

    Ahora despierta, camina, lucha.

    Decídete de una vez y triunfarás en la vida.

    ¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS FRACASADOS!

    Por: Pablo Neruda.
    Autor.

  • El error más grande lo cometes cuando, por temor a equivocarte, te equivocas dejando de arriesgar en el viaje hacia tus objetivos.

     

    No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir avanzando hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.

     

    No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.

     

    No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.

     

    No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo, se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.

    Pienso que se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarse a sí mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente.

    Creo que al final del camino no te premiarán por lo que encuentres, sino por aquello que hayas buscado honestamente.

  • Del Libro «Abriendo las puertas de tu interior

    YO SOY amor. Para conocerme, debes tener amor en tu corazón, porque sin amor  no sabrás de Mí.

     

    Mantén el amor fluyendo libremente y aprende a amar lo que haces, ama el lugar donde estás y ama a todos los que te rodean.

     

    Ama y nunca consideres lo que te cuesta; nunca busques recompensa.

     

    Nunca darás demasiado amor, así que no temas y trates de impedir el fluir del amor, lo que puedes desear hacer cuando eres rechazado y quieres cerrar tu corazón por el temor de ser herido.

    No lo hagas, sólo lograrás ser rígido e inseguro,  y de esa manera nunca podrás ayudar a otro porque nadie es atraído por un corazón duro y sin amor.

     

    Usa la cordura y la comprensión unidas al amor, y de esa forma mantendrás el equilibrio perfecto.

     

    La principal lección en la vida es aprender a amar.

    No pierdas el tiempo y aprende la lección rápidamente.

     

    Eileen Caddy

     

  • Dijo Marco Aurelio:

    «Nuestra vida es obra de nuestros pensamientos: si tenemos pensamientos felices, seremos felices, si tenemos pensamientos desdichados, seremos desdichados, si tenemos pensamientos temerosos,  tendremos miedo, si tenemos pensamientos enfermizos, caeremos enfermos, si pensamos en el fracaso, seguramente fracasaremos, y si nos dedicamos a compadecernos, todo el mundo huirá de nosotros».

    Dijo Confucio:

    «Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en levantarnos cada vez que caemos».

    Dijo Miguel Ángel:

    «El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestra meta sea demasiado alta y no la alcancemos, sino que sea demasiado baja y la consigamos».

    Dijo Jorge Luis Borges:

    «Hay derrotas que tienen más dignidad que la misma victoria».

    Dijo Khalil Gibrán:

    «El químico capaz de extraer de un corazón esos elementos llamados compasión,  respeto, deseo, paciencia, arrepentimiento, sorpresa y perdón, y de combinarlos entre si, habrá creado ese átomo que se llama amor».

    Dijo Isaac Newton:

    «Si he podido ver más allá que los demás, es porque me he parado en los hombros de un gigante… en los hombros de Dios».

     

  • Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
    Los días se convierten en años…
    Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
    Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
    Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
    Detrás de cada logro, hay otro desafío.
    Mientras estés viva, siéntete viva.
    Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
    No vivas de fotos amarillas…
    Sigue aunque todos esperen que abandones.
    No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. 
    Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
    Cuando por los años no puedas correr, trota.
    Cuando no puedas trotar, camina.
    Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
    ¡¡¡ Pero nunca te detengas !!!

     

  • Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
    Si me das fortuna, no me quites la razón
    Si me das éxito, no me quites la humildad.
    Si me das humildad, no me quites la dignidad
    Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
    Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
    Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
    Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
    Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
    ¡Señor…..si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí !

     

     

     Mahatma Gandhi.

  •  

     

    Si no entiendes una cosa y preguntas seras tonto durante 5 minutos, pero si no preguntas seras tonto durante toda la vida.

    La sabiduría me persigue pero yo soy mas rapido.

    Cuanto mas se, mas grande veo mi ignorancia.

    El que sabe, sabe.

    Los sabios simplemente ven lo que tienen delante. Nada más. Los demás no lo logramos. En realidad los sabios dicen cosas sencillas.

    Palabras sabias cierran bocas.

    El sabio: Donde mora, se acerca más deprisa a la tierra, En el gobierno, se acerca más deprisa al orden, Hablando, se acerca más deprisa a la verdad, Haciendo tratos, se acerca más deprisa a los hombres, Actuando, se acerca más deprisa a la oportunidad, En el trabajo, se acerca más deprisa a lo competente, En sentimientos, se acerca más deprisa al corazón; No lucha, y así permanece libre de culpa.

    El sabio controla sin autoridad, y enseña sin palabras; él deja que todas las cosas asciendan y caigan, pero no interfiere, da sin pedirle, y está satisfecho.

    El filósofo es un ser intermedio entre el que es sabio y el que es completamente ignorante.

    Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las acciones de la gente perversa sino de los pasmosos silencios de la gente buena.

    El sabio es aquel que sabe sin saber por qué. Lo demás es sólo aprendizaje.

    Si supiera todo lo que podría llegar a saber no estaría aquí escribiendo esto.

    Pedir perdón es de hombres inteligentes. Perdonar es de sabios.

    Si fueran realmente sabios no dirían todas esas estupideces que dicen, porque el verdadero sabio es el que vive humanamente.

    La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.

    Cuando el sabio señala la luna, el tonto se fija en el dedo.

    Si eres lo bastante lista para no hacer estupideces, no las hagas.

    Razonar con la mente es sabiduría, dejarse llevar por el corazón, un error, ya que éste es traicionero.

    Si no entras en la cueva de la serpiente, no podrás tomar sus huevos.

    Serás sabio si eres viruoso; que la virtud y la sabiduría es una única cosa.

    El hombre que quiera volar deberá aprender antes a andar.

    La sabiduría del hombre es su castigo.

    No es sabio el que sabe sino el que no sabe y quiere aprender.

    Quien sabe… puede.

    Me iré cuando me tenga que ir y volveré cuando tenga que volver.

    Hacer muchas preguntas puede parecer de imbéciles, pero el que no hace ninguna lo sera toda la vida.

    Sólo los sabios discuten, los demás imponen sus ideas.

  • Hay amigos eternos, amigos que son de piel y otros que son de fierro.
    Hay amigos del tiempo, de la escuela, del trabajo. Amigos que se aprenden, amigos que se eligen, y amigos que se adoptan.
    Hay amigos del alma, del corazón, de la sangre.
    Hay amigos de vidas pasadas, amigos para toda la vida.
    Hay amigos que son más que amigos.
    Hay amigos que son hermanos, otros que son padres; también hay amigos que son hijos.
    Hay amigos que están en las buenas, otros que están en las malas, hay amigos que están siempre.
    Amigos que se ven, otros que se tocan, otros que se escriben.
    Por supuesto que hay amigos que se van, que nos dejan; hay amigos que vuelven y otros que se quedan.
    Hay amigos inmortales, amigos de la distancia.
    Hay amigos que se extrañan, que se lloran, que se piensan. Amigos que se desean, que se abrazan, que se miran.
    Hay amigos de noche, de siestas, de madrugadas.
    Hay amigos hombres, amigos mujeres, amigos perros.
    Hay amigos que deliran, otros que son poetas.
    Hay de los que dicen todo, amigos que no hacen falta decirlos. Amigos nuevos, viejos, viejos amigos.
    Hay amigos sin edad, amigos gordos, flacos.
    Hay amigos que no nos llaman, que tampoco llamamos.
    Con poco tiempo, amigos desde hace una hora, desde recién.
    Hay amigos que dejamos ir, otros que no pueden venir, amigos que están lejos, amigos del barrio.
    Amigos de la palabra, amigos incondicionales.
    Hay también amigos invisibles, amigos sin lugar, amigos de la calle.
    Amigos míos, amigos tuyos, amigos nuestros.
    Hay muchos amigos; amigos en común, amigos del teatro, de la música, amigos de verdad.
    Hay amigos que están tristes, otros que están alegres, otros que simplemente no están.
    Hay amigos que se la pasan en la luna, otros en el campo, y otros en el cielo.
    Todos, absolutamente todos los amigos tienen algo en común:

    SON INDISPENSABLES.

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