La iluminación de una fotografía es fundamental para obtener una buena calidad de imagen. De hecho, una fotografía no es más que un dibujo hecho a la luz, por lo cual, mientras menos iluminación tenemos, peor es la calidad de la fotografía.
En pocas palabras, intentar sacar una fotografía sin una buena iluminación, es como pintar La Gioconda sin tener todas las tonalidades correctas para el cuadro. Es decir, ¡Un desastre!
Hoy vamos a tratar la importancia de la iluminación, y además brindaremos algunos consejos útiles usados por profesionales.
Tipos de iluminación y su uso
Lo primero que debemos considerar es que existen diferentes tipos de luz, y que cada una es mucho más adecuada para diferentes ámbitos, y que cada una ofrece acabados muy diferentes.
Antes de lanzarnos a sacar una fotografía profesional, es importantísimo conocer bien estos conceptos y dominarlos muy bien. A continuación, veamos los tipos de iluminación:
Luz natural
Este tipo de luz es la generada por las fuentes de luz naturales, como el sol, el fuego, los relámpagos e incluso la propia luz que refleja la luna.
Si bien, generalmente la fuente de luz más práctica para sacar fotografías es el sol, no es la única que se debe tomar en consideración, aunque sí la más importante por su forma de abarcar todo con practicidad, mientras que el fuego emite una luz que es mucho más variable.
Este tipo de luz refleja naturaleza, y es ideal para las fotos en exteriores cada vez que queremos un buen acabado. Sin embargo, la luna se escapa un poco de dicha definición por la falta de iluminación. En este tipo de casos, para las noches es mucho mejor optar por algún tipo de luz artificial.
Luz artificial
Este tipo de luz se caracteriza por ser de fuentes artificiales, creadas por el hombre. Un ejemplo de ello, son las bombillas, aunque no son las únicas fuentes hoy en día. Por ejemplo, entre fotógrafos cada vez es más común encontrarse con este tipo de iluminación, bien sean en estudios, como entre los fotógrafos profesionales.
Un ejemplo de este tipo de iluminación son los flashes y la iluminación LED. En esta web, por ejemplo, hay algunos ejemplos de este tipo de iluminación, tanto para un uso cotidiano, como para fotografía profesional.
Este tipo de luz ofrece un acabado mucho más blanco, por lo que no se ve del todo natural. Es del tipo de fotografías para sacar fotos en casa, para grabar un vídeo o sacar una fotografía profesional, pero no alcanza el nivel profesional, y si se busca captar algo natural, puede que no se obtengan los colores llamativos de la naturaleza.
Iluminación de estudio
Este tipo de iluminación es similar a la anterior, y sigue siendo artificial, aunque la hemos fijado en una clasificación distinta por el uso específico que se le da.
Se trata de dispositivos de iluminación muy potentes, pero a la vez igual de aparatosos, porque están pensados para dar iluminación a un set entero, o para sesiones de fotografías en un estudio profesional.
Comportamiento de la iluminación
Cada tipo de iluminación tiene un comportamiento distinto. Sin embargo, la más fácil de manipular es la artificial, y es por esto que se usa tanto en el ámbito profesional.
Apartados como el control del área a cubrir, perspectiva y punto de enfoque son críticos para contar con buenos acabados.
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