En lo personal, soy un entusiasta de los sueños. Cierras los ojos, te bajas de la realidad por unas horas y tu mente, que sigue trabajando de forma incansable estés despierto o no, te abre otros mundos. Resulta impresionante la imaginación que poseemos, aunque no le demos apenas uso en nuestro día a día. El exceso de rutina de la vida moderna mata nuestra creatividad.
Pero hay algo que me da mucha rabia y es despertarme con una sensación, con la resaca de un sueño, pero no poder recordarlo. O, peor aún, despertar recordando lo que acabo de soñar y que, de pronto, se borre. ¡Ah! ¡Qué rabia da eso! Por este motivo, he investigado un poco sobre el tema y te voy a dar algunas técnicas para poder mejorar tu capacidad para recordar lo que has soñado.