Aunque soy un motero de pura cepa, con frecuencia me encuentro con nuestros hermanos de dos ruedas, los ciclistas. Los que manejamos una moto por ciudad sabemos de sobra lo difícil y arriesgado que se torna en ocasiones integrarte en un tráfico dominado por los vehículos de cuatro (o más) ruedas. Eso por no hablar de lo desprotegidos que nos encontramos al no estar envueltos por una cabina, como sí ocurre con los autos. Los ciclistas también sufren este problema, acrecentado además por el hecho de no poseer motor.
Ahí van algunos consejos para nuestros amigos los ciclistas:
Elige bien tu ruta
Hay unas carreteras más transitadas que otras. Eso por no hablar de los baches, las obras, los atascos… No te limites a ir del punto A al punto B por la ruta más corta. Lo mejor es planificar bien por dónde crees que va a ser más fácil, seguro y placentero circular, sin importar si el trayecto va a ser un poco más largo. Además, ese viaje también puede convertirse en un bonito paseo.
Y si no conoces muy bien la zona por la que vas a transitar, no te preocupes: existen unos aparatos GPS específicos para bici, (por ejemplo: www.gpsbicicleta.top).
Utiliza casco
La mayoría de los ciclistas ni se lo plantean. Opinan que es incómodo, que solo es para moteros, etc. Pero un casco puede incluso salvarte la vida. ¡Busca uno con un diseño que te guste y adelante! La seguridad es lo primero.
No vayas por la acera
He hablado de la desprotección de los motoristas y de los ciclistas, pero no debemos olvidarnos del peatón. Los peatones son sin duda los más desprotegidos de cuantos circulan por la vía pública. Hay pocas cosas más molestas y peligrosas que ser adelantado a toda velocidad por una bici mientras caminas tranquilamente por la acera. Recuerda que las aceras están destinadas únicamente a los peatones. Si vas en bici, debes usar la carretera.
Indica tus maniobras
Puedes sentirte un poco ridículo hasta que te acostumbres a hacerlo, pero indicar hacia dónde vas a girar es muy importante. Los demás vehículos tienen los intermitentes, además de otras luces indicadoras, la bicicleta no. De modo que haz las señales tú mismo con tus manos. Los demás conductores te lo agradecerán y estarás mucho más seguro.
Cumple las normas de circulación
El problema con la bici es que uno se siente a parte del resto. Cuando vas en bicicleta no tienes la percepción de ser un vehículo (por la ausencia de motor), pero está claro que un peatón no eres tampoco.
Te informo de que sí eres un vehículo. Así que cuando te encuentres con un semáforo en rojo, para. Y respeta el resto de señales y normas de tráfico que corresponden a los vehículos. Por tu seguridad y la de los demás, no puedes ser un vehículo cuando te conviene y un peatón cuando no. Respeta para que te respeten.
No corras mucho
Te puede parecer absurdo, pero con la bicicleta también se pueden alcanzar ciertas velocidades que no son seguras en según qué lugares, sobre todo cuando se trata de la ciudad. No tengas prisa. Disfruta con seguridad.
Conclusión
Y con esto me despido. La clave está en utilizar el sentido común, en saber que utilizar una bicicleta también supone un riesgo para ti y para los demás actores de la vía pública y, sobre todo, en disfrutar. Si no disfrutas, es mejor que dejes la bici en casa.