Lo cierto es que esta pequeñita tortuga fue acogida con cariño por los pocos moradores que por entonces vivían en el barrio San Roque, los que se turnaban para darle albergue y darle el sustento diario. Y según ellos, de los cuales ya nadie vive, quedando solo la historia, se calcula que la acogedora tortuguita debió haber nacido el año 1906, es decir, que es centenaria. Con el pasar de los años la tortuguita fue creciendo y creciendo, llegándose a establecer que se trataba de la variedad conocida como “galápago”.
Y como la migración humana no es de ahora, sino de siempre, las familias que en principio acogieron a este animal, también se mudaron de residencia, razón por la cual los profesores de la Escuela Fiscal “Miguel Valverde” la adoptaron como la mascota del establecimiento hace 87 años y en homenaje al patrono de la escuela le pusieron por nombre “Miguelito”. Desde entonces este galápago ha permanecido por siempre en ese local escolar, tiene su sitio especial dedicado a él, ha sido mimado por muchas generaciones de alumnos y profesores y sin lugar a equivocarnos, es parte del patrimonio de Bahía de Caráquez.
Es un genuino galápago con las características idénticas a los que viven en la región insular, pero, que desde pequeñito hizo su hábitat por acá.