En 1890, en Holcombe Brook, un pequeño pueblo a nueve kilómetros al noreste de Bolton (Inglaterra), Joseph William Foster producía y vendía zapatos para correr comunes cuando se le ocurrió crear una novedad: un zapato para correr con clavos. Luego de que sus ideas progresaron, se unió con sus hijos y fundaron una compañía de zapatos llamada J.W. Foster and Sons en 1895, la que después se convertiría en Reebok.
Desde 2005, la empresa es una subsidiaria del grupo alemán Adidas.