La ketamina es reconocida como un fármaco de gran utilidad dentro de la medicina. Su administración no solo es esencial en el área quirúrgica. Dentro del ámbito de la psiquiatría ha tomado mucha relevancia. Si se le utiliza juiciosamente, puede otorgar resultados positivos ante diversas alteraciones mentales conocidas.
A pesar de los beneficios que este fármaco puede ofrecer, cabe acotar que se trata de un medicamento sumamente delicado. Debe ser recetado estrictamente por especialistas en la salud, debido a los efectos nocivos que puede tener sobre el organismo. Es por ello que hoy hemos decidido traerte la información más importante acerca de la ketamina, pudiendo entender su funcionamiento, sus usos y sus riesgos.
¿Qué es la ketamina?
La ketamina se trata de una sustancia la cual es mayormente utilizada como sedante o anestésico tanto en humanos como en animales. Su compuesto activo es el clorhidrato de ketamina
Una característica muy particular de la ketamina es que se trata de un fármaco de acción rápida. Esto quiere decir que logra hacer su efecto en apenas pocos segundos. Su utilidad va dirigida a la inducción del sueño y la inhibición de la memoria.
Así como se trata de un medicamento de grandes beneficios, también presenta fuertes efectos secundarios. Entre los más frecuentes destaca la posibilidad de provocar alucinaciones. Además, los pacientes luego de despertar de la sedación pueden presentar una confusión transitoria. Esta experiencia no todo el mundo suele recordarla una vez que despiertan.
Como fármaco, actualmente esta sustancia está contraindicada en aquellos individuos que padezcan de asma, epilepsia, hipertensión arterial sistémica, insuficiencia cardíaca y que tengan antecedentes de alcoholismo.
¿Para qué sirve la ketamina?
En esencia, la ketamina es un fármaco que podríamos ubicar entre los medicamentos con efectos sedantes o analgésicos. Se considera tan potente que existe la posibilidad de inmovilizar una persona utilizando ketamina. Además, con frecuencia, puede producir amnesia.
Por otro lado, diversos estudios han intentado corroborar su efecto sobre la psiquis humana. Ha llegado a utilizarse en casos de trastorno depresivo mayor donde, hasta el momento, se han obtenido datos esperanzadores. Esto ha incentivado a los investigadores a continuar con dichos estudios.
Asimismo, en el ámbito veterinario, la ketamina es de uso relativamente frecuente, más precisamente por sus propiedades sedantes y analgésicas.
Más allá de los usos médicos mencionados, la ketamina se ha vuelto muy popular en las calles. Debido a que posee propiedades alucinógenas, ha venido consumiéndose desde la década de los setenta. A día de hoy, se ubica dentro del grupo de las drogas psicodélicas, bautizándose por aquel entonces como Special K.
Cabe mencionar que, como droga recreacional, este medicamento puede provocar problemas muy graves para la salud física y mental. Además del efecto alucinógeno, pueden presentarse:
- Ataques de pánico repentinos.
- Alteración de la conciencia.
- Efectos disociativos donde existe la percepción de que la mente es separada del cuerpo.
- Psicosis aguda.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Convulsiones.
- Paros cardiorrespiratorios.
¿Cuáles son sus usos médicos?
Aunque tiene grandes beneficios, hay que tener presente que la ketamina no es un medicamento de primera elección.
Su principal indicación es en el área quirúrgica, donde suele ser utilizado como sedante o anestésico. En tal sentido, gracias a la ketamina, se puede inducir una anestesia general o inducciones anestésicas, cuyo uso es el más frecuente en este ámbito.
Por otro lado, se ha demostrado que este medicamento también otorga resultados positivos en los dolores de origen neuropático. Gracias a esto, es posible que tu médico te recete la ketamina en dicha circunstancia.
Asimismo, tal y como lo habíamos mencionado anteriormente, la ketamina sigue siendo objeto de estudio desde el punto de vista de la psiquiatría, debido a los efectos beneficiosos potenciales que posee frente a trastornos como la depresión.
Actualmente, este medicamento viene en una única presentación, la cual viene siendo la de solución inyectable, ya sea vía intramuscular o vía intravenosa.
Riesgos del consumo de ketamina
En condiciones normales, la ketamina no debería significar un riesgo para quien la consume. Aunque puede presentarse algún que otro efecto secundario menor de características transitorias. Sin embargo, es indispensable un estricto régimen de vigilancia sobre este medicamento por parte de profesionales en la salud.
Los problemas o riesgos genuinamente importantes vienen cuando es consumida de forma ilícita y sin ningún tipo de receta ni vigilancia médica.
Y es que, al día de hoy, no son pocos los que, con fines recreacionales, utilizan la ketamina como si se tratase de cocaína. Esto se debe a que se trata de un fármaco de curso legal y que, aunque no es tan fácil de conseguir, el efecto alucinógeno que produce es suficiente para algunos.
Es gracias al consumo desmesurado de esta droga que pueden tener lugar los efectos nocivos antes mencionados, En su mayoría se han observado ataques de pánico repentinos, la alteración de la conciencia, los efectos disociativos, la psicosis aguda, convulsiones y demás.
Pero es que vale la pena recalcar que, los efectos secundarios asociados a esta droga, son completamente imprevisibles.
En la actualidad el riesgo no solo se asocia a que ha venido siendo vendido ilegalmente. Se ha comprobado que es adulterado antes de venderlo, por lo cual es difícil estimar el alcance de riesgos por su consumo de forma ilícita. De modo que, aparte de las complicaciones que ya se conocen, pueden surgir muchas otras de manera inesperada.
Toda esta problemática asociada a este medicamento ha resuelto que sea necesario regular su distribución. Por lo tanto, no es de venta libre.
La ketamina como anestésico posee un enorme valor, sobre todo dentro de las especialidades quirúrgicas. Es común que los anestesiólogos la utilicen con relativa frecuencia de manera satisfactoria.
Ten en cuenta que sólo los especialistas en el área de la salud están capacitados para recetar y aplicar las dosis de este medicamento. Por lo que su consumo de forma voluntaria, está totalmente contraindicado.