Mmm bueno, en realidad esto es algo que escribí cuando taba preparando mi examen de técnicas de expresión oral; me pareció que sería más interesante y productivo si hablaba sobre algo sencillo que nos permitiera a todos reflexionar acerca de lo que hacemos a diario con nuestras vidas que nada más contarles cualquier cosa aburrida que hubiese leído por obligación. Espero a todos les sirva y puedan comentarlo con sus conocidos para que el mensaje llegue a la mayor cantidad de personas posible y gracias por tomarse un ratito para leerlo.
En la antigüedad había un país en guerra gobernado por un rey, muy temido por todos debido a que cuando tomaba prisioneros en las batallas, no los mataba sino que los reunía en una habitación entre un grupo de arqueros y una gran puerta de hierro con figuras de calaveras y sangre.
Reunidos los prisioneros el rey les decía que podían elegir entre morir por las flechas de los arqueros o cruzar aquella puerta misteriosa.
Lamentablemente todos elegían la primera opción sin atreverse siquiera a pensar que había tras la puerta.
Cuando hubo terminado la guerra un soldado fiel del rey se acercó a él y le preguntó que había tras la tenebrosa puerta; a lo que el soberano contestó que sin temor lo averiguara el mismo.
Entonces con cautela aquel hombre abrió la puerta para descubrir lleno de asombro intensos rayos de sol que se adentraban en la sala; fue cuando entendió que esa era una salida del palacio que daba a un camino hacia la libertad.
Sumamente admirado el soldado miró al rey sin poder decir nada, mientras este le explicaba que a todos él les daba la oportunidad de elegir entre la muerte o seguir luchando por su vida. Desafortunadamente los soldados rendidos preferían acabar con su vida en lugar de arriesgarse a lo que pudiesen descubrir.
Nosotros, la humanidad entera somos como aquellos soldados, vivimos atemorizados por lo que puede venir, cuantas veces deseamos poder conocer el futuro o saber la respuesta a nuestros problemas cotidianos, pero esto es imposible; somos nosotros con nuestras virtudes y defectos, triunfos y fracasos quienes forjamos el camino hacia la realización, tomando con ambas manos cada una de las oportunidades que se nos presentan y enfrentando con responsabilidad los errores que cometamos, de todos modos son ellos los que nos enseñan y permiten crecer a cada paso que damos.
Imaginen si nos dedicáramos a vivir por vivir, completamente indiferentes del mundo a nuestro alrededor, ignorando aquellas ocasiones para compartir, aprender o simplemente sonreír, dejando pasar las decisiones importantes de la vida y negándonos el derecho a sobresalir y alcanzar la felicidad, transformados en espectros que respiran sin sentido alguno.
Entonces es únicamente nuestra la decisión de vivir plenamente desde el principio, arriesgándonos a dar todo con pasión y entrega para conseguir cuanto nos propongamos, disfrutando cada instante de trabajo, cada sacrificio y principalmente dejando el miedo y la angustia de lado para ser completamente libres de las dudas y pesares, capaces de luchar por todo lo que anhelamos, ya que realmente es mucho más refrescante pensar en aquello que hicimos, los tropiezos que dimos o incluso las cosas que perdimos, sabiendo que al final todo valió la pena, que despertarnos un día y mirarnos en el espejo atormentados por la idea de lo que pudimos alcanzar si tan solo nos hubiésemos atrevido a actuar.
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