cuidado escopolamina ataca de nuevo
TESTIMONIO REAL
El día 1ro. de Octubre de 2009 a las 10H00, caminaba por la avenida 9 de Octubre de este a Oeste (es decir desde el Malecón 2000 hacia el parke Centenario) por la acera sur, de pronto, bajo el edificio de Diario El Universo, un individuo que caminaba en sentido contrario algo apresurado, con su dedo de la mano izquierda me roza la camisa a la altura del abdomen, acción que me llamó la atención y que en primerísima instancia pensé que se trataba de alguna persona que quiso pasarse de gracioso, pero al instante pude pensar que podría tratarse de alguien conocido, por lo que miré hacia atrás y pude ver que lo mismo le hacía a una señora que caminaba atrás mío, comprobando además que el hombre de unos 35 años de edad, no tenía rasgo conocidos. Todo esto sucedió en escasos segundos, estimo que no más de dos. Volví mi rostro al frente y percibí un olor a perfume, inmediatamente sentí un estremecimiento en todo mi cuerpo parecido al temor que uno experimenta ante lo desconocido y peligroso. Continué caminando e inmediatamente sentí un hormigueo creciente en los brazos y las piernas al tiempo que la lengua comenzaba a endurecerse y la cabeza sufría, algo así como la invasión de cantidades enormes de hormigas. El hormigueo se generalizó a todo el cuerpo y fue aquí cuando razoné que había sido drogado presumiblemente con escopolamina. Mi reacción fue entonces ingresar a uno de los negocios de electrodomésticos de la avenida 9 de Octubre, pero la idea de ser entrevistado por la prensa y la policía me hizo desistir, entonces me encaminé lo más apresuradamente que podía hacia la oficina de mi sobrino ubicada en García Avilés y P. Icaza, mientras caminaba rápido, respiraba profundamente sin parar . Tuve la intención de sostenerme en algún pilar de los edificios, pero también lo evité por que alcance a pensar que entonces los criminales aparecerían como amigos, panas o familiares y allí sí, hubiera estado a merced de ellos. Continuaba mi camino lo más rápido posible sintiendo borrosa la mirada entre ratos, las piernas y la cabeza muy pesadas, eludía la gente a tropezones y el permanente hormigueo en el cuerpo aumentaba. Debía cruzar la calle frente a la Oficina de mi sobrino pero aquí sentí flaquear mis piernas, se acentuó más porque los vehículos no daban espacio libre para cruzar. Cerré los ojos, apreté mis puños y me dije, tengo que llegar!….., voy a llegar!….., allí voy!….. Respiraba profundamente, me lancé y cruce, fue entonces cuando mi sobrino me ayudó a ingresar a su Oficina mientras exclamaba. ¡Que pasa tío, está pálido…. helado!… solo alcancé a decirle,…escopolamina….su asombro confirmó mi presunción. Su esposa sorprendida y muy asustada, me proporcionó abundante agua azucarada mientras corría en curvas en el interior de la oficina y respiraba lo más profundamente posible. A partir de entonces, poco a poco fui recobrando la normalidad quedándome un ligero dolor de cabeza hasta las 16H00 aproximadamente. Fue como a las 19H30 que sentí algo así como un ligero mareo…………..
De esta experiencia he podido sacar las siguientes conclusiones:….
Frente a extrañas sensaciones en el cuerpo no justificadas y que tienen parecido a lo sucedido conmigo, hacer conciencia que ha sido drogado y ante esta presunción luchar con toda la fuerza de voluntad para imponerse al afecto de la droga….
TENER MUY EN CUENTA
No apoyarse a una columna o pared (si es posible) porque habría demostrado entonces que la droga surtió el efecto devastador, hay que tener presente que los asaltantes lo están siguiendo pacientemente hasta que caiga…….
Respirar profundamente para oxigenar la sangre, creo que esto es muy, pero muy importante.
Establecer un sitio donde refugiarse.
Debo dejar en claro que no me suministré ningún tipo de medicamentos, solamente consumía agua acompañada de profunda respiración.
Antonio Garcés Moreira – Guayaquil – Ecuador.
