Unas uñas permanentes fuertes y de aspecto saludable es algo que toda mujer desea, pero cuando se trata del cuidado de las uñas, la mayoría de las mujeres no pueden pensar más allá de una manicura. Por supuesto, hacerse la manicura regularmente es importante, pero ¿es la única forma de cuidar las uñas? Nosotros creemos que no.
Para que estén fuertes y brillantes, hay que adoptar algunos hábitos de cuidado de las uñas y renunciar a otros. Tanto si eres una persona que siempre lleva una capa de pintura en las uñas como si no puedes dejar de picar y morder tus cutículas, estos consejos cambiarán tu juego de uñas para mejor.
¿Crees que tienes las uñas sanas? Pues bien, aquí tienes algunos signos a los que debes prestar atención para saber si tus uñas están sanas o no. Recuerda que las uñas quebradizas no son el único signo de que no están sanas.
Consejos para tener unas uñas sanas
Si tiene uno o varios de los signos de uñas enfermas mencionados anteriormente, es importante que empiece a cuidarse las uñas lo antes posible. Sin embargo, si tienes una infección o el problema parece grave, ponte en contacto con tu médico.
Aquí tienes unos cuantos hábitos para el cuidado de las uñas que deberías empezar a hacer de inmediato. Además, hemos incluido un consejo profesional con cada hábito para asegurar que tus uñas estén sanas y fuertes en poco tiempo.
1. Hidratar las uñas
Al igual que nuestra piel, nuestras uñas también necesitan humedad externa para mantenerse sanas. De hecho, la piel y el cuero cabelludo tienen cierta capacidad para producir aceite de forma natural, pero las uñas no. El lavado frecuente les quita la poca nutrición que reciben.
Por lo tanto, el primer hábito de cuidado de las uñas que debes adoptar es hidratarlas regularmente y, si es posible, cada vez que te laves las manos. Si utilizas habitualmente desinfectantes, aplícate una crema de manos justo después, y céntrate en las uñas, ya que el alcohol de los desinfectantes puede resecar tanto las uñas como las manos.
Consejo profesional: masajea tus uñas con unas gotas de aceite de oliva o de coco antes de irte a dormir.
2. Mantén unas buenas prácticas de higiene
El contacto regular y prolongado con el agua puede hacer que las uñas se partan si no se secan correctamente y la humedad atrapada puede provocar infecciones. Por lo tanto, no dejes que tus uñas crezcan demasiado, ya que las bacterias y la suciedad pueden acumularse fácilmente en su interior. Limpia tus uñas en casa regularmente y desinfecta las herramientas de manicura antes y después de cada uso. Al cortarte las uñas, recórtalas en línea recta y luego alrededor de las puntas para formar una curva, esto evita que la suciedad se introduzca en la piel.
Consejo profesional: Puedes utilizar desinfectantes naturales como el aceite de árbol de té, que ayuda a eliminar las bacterias y mantiene a raya las infecciones.
3. No raspes el esmalte de uñas
Si el esmalte de uñas ha empezado a desprenderse, tómate un minuto de tu agenda para empapar un algodón con quitaesmalte y deshacerte del color. Raspar los esmaltes permanentes de las uñas es el peor hábito que existe. Arruina la textura de la uña, elimina su capa sana y protectora y hace que tus uñas se sequen en exceso. Como buen hábito para el cuidado de las uñas, retira el esmalte en cuanto pierda su brillo, en lugar de esperar a que se astille o se desprenda.
Consejo profesional: Evita mantener una pintura de uñas durante demasiado tiempo, ya que a la larga se astillan.
4. Utiliza una capa de base y otra de acabado
Tanto si te pones esmalte de uñas con frecuencia como de vez en cuando, los productos químicos y los colores de estas pinturas pueden dañar tus uñas y decolorarlas. Una forma sencilla de evitarlo y de garantizar que la pintura de uñas se mantenga durante más tiempo es utilizar una capa base y una capa superior. Se trata de un sencillo hábito de cuidado de las uñas que toda mujer debería adoptar. Después de limpiar bien las uñas, aplica la base y espera unos minutos. A continuación, aplica dos capas de tu color de uñas favorito, espera a que se seque y luego aplica un top coat para sellarlo todo.
Consejo profesional: Compra tus productos para uñas de una marca reconocida, ya que no puedes estar segura de los ingredientes de los de baja calidad.
5. Utiliza guantes de protección cuando sea necesario
Ciertas tareas pueden dañar tus uñas, como el lavado de utensilios o la jardinería. Los productos químicos del jabón pueden hacer que la piel y las uñas se resequen, y todo el barro que se acumula mientras se trabaja en el jardín puede acumularse y permanecer en los rincones de las uñas durante más tiempo del que imaginas. El uso de guantes de goma evitará que los productos químicos y el barro entren en contacto directo con tus manos y uñas.
Consejo profesional: lava bien tus guantes después de cada uso y sécalos al aire libre bajo la luz del sol.
6. Opta por cosméticos de calidad
Al igual que no usarías ningún producto de maquillaje o de cuidado de la piel de baja calidad, no utilices productos para las uñas que puedan dañarlas. Ya sea el esmalte, el quitaesmalte, el top coat, la base o el aceite para cutículas, invierte en productos de buena calidad de marcas reconocidas. Utilizar productos de baja calidad y de baja calidad no sólo arruinará tus uñas, sino que también puede afectar a tu salud al entrar en tu cuerpo cuando comas algo.
Consejo profesional: Todos los frascos que dicen ser naturales, no lo son. Lo mejor es investigar y evitar el uso de productos que contengan ingredientes dañinos.
7. Evite usar acetona
La acetona puede parecer una forma rápida y fácil de deshacerse del esmalte y los colores rebeldes, pero la verdad es que es muy dura con la piel y las uñas. Las deja muy secas y propensas a romperse. Un consejo para el cuidado de las uñas que deberías seguir es evitar el uso de acetona o de productos que la contengan en tus uñas. De hecho, muchos quitaesmaltes de hoy en día vienen con ingredientes nutritivos como el aceite de almendras y la vitamina E para evitar que resequen las puntas.
Consejo profesional: Si tu quitaesmalte no tiene ningún ingrediente nutritivo, aplica unas gotas de aceite después de quitar el color para recuperar la hidratación y la salud.
8. Recorta las uñas con regularidad
No dejes que tus uñas permanentes diseños crezcan más allá de cierta longitud, ya que esto las hace más propensas a dañarse y romperse. Esto no significa que tengas que llevarlas muy cortas, sino lo suficientemente largas para que se vean bonitas. Al igual que con el pelo, recortar las uñas con regularidad es una buena práctica para su cuidado. Dedica un tiempo cada dos semanas a mantener la forma de tus uñas cortándolas y limándolas.
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