Desde que los antiguos sumerios realizaron los primeros “cómputos” a través del ábaco hace 55 siglos, el ser humano no ha parado en su tarea de modelar y representar su entorno con herramientas de su propio desarrollo. En los momentos actuales, el conocimiento obtenido por la humanidad es inconmensurable. Sin embargo, el conocimiento por separado puede no ser tan útil como lo sería agrupado.
30 años atrás, la hipótesis precedente se planteó en la mente del programador, físico y matemático británico Stephen Wolfram. Al igual que todos los científicos, Wolfram utilizó las computadoras por años sólo como herramientas de cálculo sin saber que a través del continuo uso de las mismas demostraría su hipótesis y descubriría una nueva forma de computación: la basada en el conocimiento.
En el proceso de este descubrimiento desarrolló ciertos programas, entre ellos: Mathematica, un sistema de álgebra computacional y lenguaje de programación de gran poder que fue lanzado por primera vez en 1998. Con este lanzamiento, Wolfram Research, empresa encabezada por Wolfram, pudo conseguir los recursos necesarios para poner en marcha su más grande proyecto: probar la teoría de los Autómatas Celulares, un modelo matemático para un sistema dinámico que evoluciona en pasos discretos; es decir, obtener un resultado a partir de la ejecución en el tiempo de un conjunto de algoritmos determinados.
He aquí donde sucede su descubrimiento y nace, en sus propias palabras, una nueva ciencia: la Computación basada en el conocimiento, donde la experimentación a través de sistemas computacionales simples y autómatas, generan nuevo conocimiento. Por medio de este procedimiento, Stephen Wolfram ha modelado sistemas computacionales que buscan entender y representar las leyes físicas que reinan nuestro Universo y así explicar ciertas incógnitas existenciales de la Humanidad, siendo este el fin general del proyecto.
Dado que la teoría se basa en la experimentación, no todos los resultados son concluyentes o funcionales. A pesar de esto, Wolfram refiere que el proyecto está teniendo resultados impresionantes y que espera en pocos años cumplir lo planteado hace ya tanto tiempo.
El programa diseñado para proyectar esta nueva ciencia es Wolfram Alpha, un motor de búsqueda lanzado en 2009 que consta actualmente de más de 8 millones de líneas de código, el cual recibe preguntas en lenguaje natural y las responda directamente por medio de una base de datos estructurados que discrimina información “posible” por información que, según el motor, es la que el usuario ha pedido.
Wolfram Alpha sintetiza el mayor sueño de Stephen: agrupar el conocimiento humano para que pueda ser buscado, procesado y manipulado; ofreciendo a los científicos lo que ya existe, para resolver lo que no se ha podido. Stephen Wolfram ha logrado la tarea de computar el conocimiento humano existente, convirtiendo a la computación en la idea que definirá nuestro futuro.
Escrito por Fabricio I. Layedra
Referencias:
Stephen Wolfram: Computando hacia una teoría de todo. Obtenido de Ted Talks. https://www.ted.com/talks/stephen_wolfram_computing_a_theory_of_everything?language=es
Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo: Una Revisión del Libro A New Kind of Science de Stephen Wolfram por Alfredo Octavio. Obtenido de Boletín de la Asociación Matemática Venezolana. https://www.emis.de/journals/BAMV/conten/vol10/aoctavio.pdf
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