Museos

Museo del Bombero «Cnel. Félix Luque Plata»

Historia

El Museo del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, se creó del 1 de Junio de 1979por disposición del Decreto Supremo Nº 3463, publicado ese día en el Registro Oficial Nº 856.  Las primeras acciones para su funcionamiento se iniciaron el 25 de Julio de 1979 cuando se recolectaron equipos y artefactos de la institución.
El Museo fue inaugurado oficialmente el 25 de Julio de 1982 con el nombre de “Coronel Félix Luque Plata”, uno de los más ilustres Jefes del Cuerpo de Bomberos.  Su primera sede fue una pequeña área del Mezzanine de la antigua planta proveedora de agua, que fuera abierta el 1 de Enero de 1905, durante del Gobierno de Eloy Alfaro.
El museo tiene su importancia histórica y de identidad con Guayaquil, pues esta ciudad tiene una historia de varios incendios que destruyeron la urbe en varias ocasiones, siendo los bomberos, los héroes que acudieron en el auxilio de sus habitantes.
En el 2001, en la administración del coronel Jaime Cucalón Icaza se construyó el museo en las dimensiones y diseño actual conservando su estructura original de principios del siglo XX.
Atractivos

La antigua puerta de ingreso al museo que es una considerada una reliquia. El portón que data de los años 20y que perteneció a la casa de la señora Clementina Roca de Peña, situada en la avenida Chile y  calle Clemente Ballén, se salvó  del incendio producido  por la caída de un avión militar llamado ‘Diablo Rojo’ en el centro de la ciudad, un 8 de Mayo de 1939. La  puerta fue adquirida tiempo después por el Coronel Aurelio Carrera Calvo.
En la Plazoleta del edificio, se observa una fuente cuya existencia se la consigna en fotografías de 1902. También es atractivo un semicírculo en el que se levantan los bustos de los Jefes del cuerpo de Bomberos, Coroneles Asisclo  Garay Portocarrero, Aurelio Carrera Calvo, Julio César Rumbea Rosales, Manuel Díaz Granados, Genaro Cucalón Jiménez  y Gabriel Gómez Sánchez.
En el museo se exhiben antiguas motobombas, herramientas, carretas, uniformes y condecoraciones, así como una valiosa galería de óleos y retratos de los Comandantes del Cuerpo de Bomberos.
También se exhiben los diferentes modelos de Bombas contra incendios que se utilizaron en Guayaquil, desde las carretas tiradas por caballos a finales del siglo XIX, las maquinarias de 1878, hasta los modernos carros bombas actuales.
Entre las vestimentas, una de las que más distingue es el traje de asbesto, que servía para incendios de altas temperaturas, que en la actualidad ya no es utilizado. En cuanto al aspecto histórico, se puede conocer los grandes incendios, historia, lugares y condiciones, en la que trabajaron los miembros de la Casaca Roja.
El Museo conserva en su piso, los adoquines usados en tiempos coloniales para las calles de Guayaquil. Posee salas de exhibición de reliquias y galerías de fotos de Bomberos ilustres.

 

Museo de los Equipos del Astillero: Barcelona y Emelec

Historia

Los museos rinden homenaje a los dos clubes deportivos y equipos de fútbol más populares de Guayaquil, Barcelona y Emelec, nacidos a fines de la década de 1920, en el denominado “Barrio del Astillero”, de ahí su nombre, que era el lugar donde se construían las embarcaciones fluviales.
El museo de Barcelona, inaugurado el 9 de Julio de 2013, rinde homenaje al equipo de fútbol más popular del país, que fuera fundado el viernes 1 de mayo de 1925 por empresarios españoles y ecuatorianos en casa del catalán Eutimio Pérez. Este club, es el que mayor veces ha ganado el título de campeón ecuatoriano de fútbol profesional (14) (desde 1957 a 2014) y ha sido dos veces subcampeón de la Copa Libertadores de América (1990 y 2008).
Emelec es un club nacido en la Empresa Eléctrica del Ecuador, que fuera fundado el 28 de abril de 1929 por el estadounidense George Capwell. Ostenta el título de campeón nacional de fútbol en 10 ocasiones. Actualmente el museo de esta institución, está en proceso de remodelación.
Atractivos

En el museo de Barcelona se exhiben: camisetas del equipo, fotografías, afiches y videos legendarios de jugadores, jugadas, partidos importantes, maqueta del estadio, vestimenta y zapatos pertenecientes a jugadores referentes del equipo, trofeos, placas, balones. Para la exhibición de videos, hay un cine de tres pantallas.

 

Museo de la Cerveza

Historia

Inaugurado el 27 de Julio de 2009, como un espacio dedicado a la cultura y el turismo, el museo está ubicado a orillas del río Guayas, en el Puerto Santa Ana, en el mismo sitio donde funcionó la Cervecería Nacional desde 1887, año en que se vendió la primera cerveza de fabricación guayaquileña y en el que la empresa inició sus operaciones como fábrica de hielo y cerveza.
El museo de 70 metros cuadrados, muestra en tres vitrinas,  una investigación realizada por la historiadora guayaquileña Jenny Estrada, que narra los 10.000 años de historia cervecera en el mundo y los más de 100 años de esta bebida en Guayaquil, que es un producto ícono de la cultura y la vida guayaquileña, que transformó su vida laboral, pues no solo cambió la costumbre de consumir bebidas importadas sino que creó plazas de trabajo.
Atractivos

Figuras en miniatura hechas en resina, que recrean escenas de cómo se elaboraba y transportaba la cerveza. Además de reliquias, ejemplares de envases, fotografías, reconocimientos, documentos, referentes a la cerveza y una reseña histórica de la Cervecería Nacional, inició sus operaciones como una fábrica de hielo y cerveza.

 

Museo de la Música Popular Julio Jaramillo Laurido

Historia

Inaugurado el 1 de Marzo de 2008, auspiciado y sustentado por la Municipalidad de Guayaquil, lleva el nombre de Julio Jaramillo, en honor a ese cantante guayaquileño popularmente conocido como “Jota Jota” o “Ruiseñor de América”, considerado el mejor cantor popular ecuatoriano de todos los tiempos y un símbolo en la música nacional.
Su objetivo, es preservar, enriquecer y difundir nuestro patrimonio musical a las nuevas generaciones. En el museo, se hace un repaso a más de un siglo de historia de destacados autores, compositores y promotores ecuatorianos.
El recorrido histórico va desde 1892 en que se fundó la primera escuela de la música en Guayaquil, hasta 1978, año de la muerte de Julio Jaramillo.Comprende además, una visión histórica de la industria fonográfica en el Ecuador y el mundo, rescatando el aporte de los pioneros de la radiodifusión local y la industria discográfica nacional.
Atractivos

Fotografías en blanco y negro, carátulas de discos, revistas, rockolas, cassetes, partituras, prendas, instrumentos musicales y equipos de sonido desde la época antigua a la moderna. Además se exhiben objetos como: grandes fotografías en blanco y negro, prendas y partituras que datan desde 1892 y que pertenecían a la primera Escuela de la Música de Guayaquil que profesionalizó a varios músicos que inicialmente se forjaron de forma empírica.
También son atrayentes, las recreaciones en estatuas de los músicos popularmente conocidos como “lagarteros” y que daban las tradicionales serenatas abajo de los balcones de las antiguas casas guayaquileñas, así como de bares reconocidos como La Lagartera y el Fortich que eran muy concurridos en décadas pasadas.
Entre las gigantografías que se exhiben, destaca una que corresponde a la primera orquesta de la Sociedad Filantrópica,  creada en 1910 por el maestro Claudio Roza, agrupación que compuso un himno y un toque marcial para el ex presidente de Ecuador, general Eloy Alfaro Delgado. En esta banda, se destacó de manera especial, y así lo resalta el museo, el músico Nicolás Mestanza  Álava, conocido popularmente como “Niño Prodigio”, porque siendo menor de edad, llegó a ser el director de la orquesta.
Entre las fotos, resalta por su valor histórico, la del viaje a Nueva York en 1930, del afamado grupo Ecuador integrado por Nicasio Safadi  y Enrique Ibáñez, quienes junto al promotor musical Domingo Feraud Guzmán, llegaron hasta los estudios de Columbia Records, para grabar, además de varias canciones, el tradicional pasillo “Guayaquil de mis Amores”, convertido en un himno popular de la urbe.
Otra fotografía impactante es la del parque “American Park”, propiedad del empresario guayaquileño Rodolfo Baquerizo Moreno, que entre las décadas de 1940 y 1950, era el sitio de moda y que además de ser un sitio de esparcimiento deportivo y recreativo, realizaba los tradicionales bailes con las mejores orquestas nacionales e internacionales.
En lo concerniente a la historia de la industria fonográfica ecuatoriana, que tuvo como ícono a la empresa “Ifesa” por ser la primera en fabricar discos, se exhibe el primer disco de 78 revoluciones por minuto, que se grabó, prensó y comercializó en el país y que traía el tema “En la Lejanía”, pasillo compuesto en su música por el ícono musical de Guayaquil, Carlos Rubira Infante y escrito por Wenceslao Pareja.
En este ambiente, también destacan las partituras y discos originales de los pasillos “Ensueño Romántico”, “De Corazón a Corazón” y “Limosna de Amor”, cantados por el Dúo Ecuador y grabados en su inédito viaje a Nueva York.
Entre los equipos de sonido, ubicados en una vitrina especial, situada en la primera sala, en un pasillo de madera que emula a los pisos de las antiguas casas de Guayaquil, se exhiben: un gramófono con la foto de su inventor, el alemán Emile Berliner y un fonógrafo, equipo mecánico inventado por Tomás Alva Edison en 1877, del  que se conoce, es el primero en emitir sonidos grabados mediante cilindros elaborados en cera, que fueron los antecesores de los denominados discos planos que luego fabricó Berliner, utilizando zinc, pizarra y otros materiales que permitieron reproducir sonidos de mejor calidad.
También hay las clásicas radiolas y rockolas, tan apetecidas en las décadas del 50 al 70, y que ahora son consideradas reliquias.
Entre las fotografías, destaca una de las denominadas “Estudiantinas”, que eran grupos musicales femeninos, que impusieron una moda a inicios del siglo XX, por tocar instrumentos de cuerdas poco convencionales como bandurrias, mandolinas, liras, además de las clásicas guitarras.
Además hay un capítulo especial para Julio Jaramillo en el que hay una estatua de cera y un busto con su imagen, fotografías, ropa, discos, carátulas, recortes de periódicos y más artículos relacionados con él.
Entre los artículos, destacan una recreación de un niño elaborando zapatos, en alusión al primer oficio de Julio Jaramillo, antes de dedicarse por entero a la música y una pintura basada en una fotografía que se tomó el cantante junto a varios personajes importantes, como el célebre actor ecuatoriano Ernesto Albán, quien inmortalizó el personaje de “Don Evaristo”, un popular personaje de la serranía, que criticaba los aspectos sociales, políticos, costumbristas del país; el radiodifusor Carlos Armando Romero Rodas, uno de los mayores impulsores de la carrera de “Jota Jota” y otros músicos, tomada en el conocido bar “Rincón de Los Artistas” que era el centro de reunión de la bohemia porteña.
Servicios

El museo cuenta con un auditorio (sala múltiple) para 120 personas, dotado de recursos tecnológicos para proyecciones audiovisuales y realización de programas especiales, que ponen al púbico en contacto con los músicos populares. En este espacio, que lleva el nombre del inmortal compositor Nicasio Safadi  Reves, funciona la Escuela del Pasillo, dedicada a incentivar el talento de jóvenes intérpretes y futuros compositores nacionales.
Las cátedras principales están a cargo de consagrados valores de la música ecuatoriana, como los maestros Carlos Rubira Infante, Fresia Saavedra, Naldo  Campos, entre otros.

 

Museo Naval El Fortín del Cerro Santa Ana

Historia

El Museo Naval “Fortín del Cerro Santa Ana”, construido en el 2002 e inaugurado el 31 de Octubre del 2003, fue creado por la Fundación Ecuatoriana del Mar (Fundemar) en convenio con el Municipio de Guayaquil y la Fundación Siglo XXI para resaltar la importancia de la actividad marítima en esta ciudad – puerto, que desde sus inicios tiene en el río Guayas, la principal vía de comunicación para establecer comercio, con lo que contribuye al progreso de la urbe.

Este museo situado al aire libre, está ubicado en el antiguo asentamiento del “Fuerte de la Polvorosa” en el cerro Santa Ana, que sirvió en tiempos coloniales para la vigilancia y defensa de la ciudad, contra los ataques piratas, por su privilegiada situación desde lo alto de la colina; y que hasta hace pocos años atrás era utilizado para disparar salvas de cañón, en las Fiestas Patrias, como parte de esta historia naval, el museo brinda su reconocimiento a cuatro de los forjadores navales del país, con sus respectivos bustos, como son: Capitán de Fragata Rafael Morán Valverde, Capitán de Navío Rafael Andrade Lalama, General de División Thomas Charles Wright Montgomery y el Almirante Juan Illingworth Hunt.
Atractivos

En el museo se conservan 21 objetos que datan desde el siglo XVI y otros de la era moderna, hasta el siglo XX. Entre las piezas reliquias, hay réplicas de los buques más representativos de nuestra tradición marítima, que eran antiguas naves de madera construidas en los astilleros guayaquileños, como la reproducción de la proa ‘Jesús, María de la Limpia y Pura Concepción de Nuestra Señora (1544-1654), construido para el Rey de España; la réplica de la popa de la Capitana y el ancla que perteneció al crucero Cotopaxi que después fue bautizado como Cañonero Calderón, el galeón más grande e imponente construido en las colonias españolas de América del Sur y en la que se usaron helicópteros para su colocación.
Entre los  instrumentos de navegación, hay un astrolabio náutico, usado para observar la altura, lugar y movimientos de los astros y orientarse en el mar;  y otros para deducir la latitud de la nave en el mar, el cuadrante, para ubicar la latitud de un barco en altamar; un calibrador de presión, la ballestina, para calcular la altura de la estrella polar; el reloj solar que a través de un gnomon o barra horizontal, marca las horas según la inclinación de las sombras; una linterna de fabricación sueca que, la utilizaban como faros desde 1950 hasta 1970 a lo largo de la Costa y las Islas Galápagos; así como, anclas, un telégrafo y un reflector.
También hay armas y cañones (unos, originales y otros, réplicas), que formaban parte del armamento utilizado en los siglos XVI y XVIII para nuestra defensa, como un cañón de 3.480 libras y munición de 30 libras, construido en 1865; otro construido en 1709, el cañonero Calderón que entró al servicio de la Armada en 1886 y un cañón montado sobre ruedas de madera construido en 1875.
Están además, vestigios de los restos de los cimientos del fuerte, llamado también “La Polvorosa” que fue fundado en 1629 y considerado como la única defensa militar de Guayaquil contra los ataques piratas. Además, en el patio central del museo hay un reloj de sol.