miércoles, agosto 31st, 2011 | Author:

Los anfibios (Amphibia, del griego αμφι, amphi (‘ambos’) y βιο, bio (‘vida’), que significa «ambas vidas» o «en ambos medios») son un grupo de vertebrados anamniotas (sin amnios, como los peces), tetrápodos, ectotérmicos, con respiración branquial durante la fase larvaria y pulmonar al alcanzar el estado adulto.[1] [2] A diferencia del resto de los vertebrados, se distinguen por sufrir una transformación durante su desarrollo. Este cambio puede ser drástico y se denomina metamorfosis.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Y hoy

He vuelto a Guaranda y la gran mayoría de aquellos seres sonrientes que acompañaron mi niñez ya no están. El Ecuador y el mundo se han quedado atónitos frente a la repentina extinción masiva de especies de sapos y ranas en todas las regiones y latitudes (incluso en áreas protegidas). Los pocos bosques naturales y páramos remanentes de América Latina sufren los embates de la descarada destrucción en manos de madereras, monocultivos, ganadería, petroleras, y la complicidad de quienes justifican lo injustificable. Además, el cambio climático global y las enfermedades pandémicas resultan devastadores, sin que podamos hacer nada al respecto. ¿O sí…?

Hitos en la historia de la descripción de los anfibios ecuatorianos

1849. Se describe para el mundo científico la primera especie de sapo proveniente de Ecuador. El jambato (Atelopus ignescens).

1862-1865. Don Marcos Jiménez de la Espada, un conocido americanista y científico de la comisión de naturalistas enviada por el Gobierno Español, colectó ranas y sapos ecuatorianos en especial de la región entre Baeza y Sumaco, y más tarde describió 18 especies.

Finales del siglo XIX. Se realizan colecciones por parte de naturalistas y recolectores profesionales, entre quienes se destacan el padre del andinismo Edward Whymper. Una veintena de científicos europeos y norteamericanos también contribuyó con esta labor hasta 1900, cuando se registraron cerca de 130 nuevas especies de Ecuador.

Primera mitad del siglo XX. La tarea de describir la diversidad de anfibios ecuatorianos es casi interrumpida por las guerras mundiales. Solamente se describen unas sesenta especies.

Finales de la década de los sesentas. Científicos de la Universidad de Kansas -liderados por el más reconocido estudioso de los anfibios del mundo, William E. Duellman- inician exploraciones en Ecuador en una infatigable búsqueda por develar los anfibios ecuatorianos para la ciencia. Estos describen el 53% (231 especies) de anfibios ecuatorianos conocidos hasta la presente. En el equipo se destaca John D. Lynch, quien llega a descubrir y describir cerca de 105 especies.

Desde 1992 hasta hoy. Varios científicos ecuatorianos de la Universidad Católica, Escuela Politécnica Nacional y Universidad Central toman la posta. Hasta el 2004 han descrito 18 especies.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Aunque usted no lo crea

Si bien en los círculos académicos se reconoce como prioridad el determinar cuáles son las especies y dónde habitan, ésta es una tarea notoriamente inconclusa, principalmente por dos motivos:

1. Existen fronteras inexploradas. Quedan muchísimas regiones en las cuales los biólogos no han realizado estudios. Por ejemplo, nadie conoce con certeza cuáles son los sapos de la cuenca del río Guayllabamba, o qué sapos viven en la frontera colombo-ecuatoriana que es objeto de fumigaciones.

2. A toda esta incertidumbre se añade el descubrimiento de la «diversidad críptica». Estudios recientes del genoma de las ranas indican que tras el parecido externo de ciertas poblaciones de una especie pueden estar involucradas varias especies bien diferenciadas a nivel genético.

Con estos antecedentes, es difícil predecir el número de especies de anfibios ecuatorianos. No obstante, conservadoramente se estiman en no menos de 600 especies.

Bajo esta lupa cabe la siguiente pregunta: ¿Cuánto tiempo tomará descubrir y describir las posibles ciento sesenta especies todavía desconocidas, si las tasas promedio de descripción (cuatro especies por año) se mantienen?

Pues bien, esta labor terminaría en el 2044. Por tanto, y como usted se imaginará, estamos en una carrera maratónica contra el tiempo, pues la extinción no espera…

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Ecuador tierra de sapos y ranas

Luís A. Coloma Revista Ecuador Terra Incógnita – Quito   January 2005

Ecuador es, sin duda, el país de los sapos y las ranas. Aquí habita el 8% de los anfibios del mundo. Sus 439 especies de anfibios (410 ranas y sapos, 23 ilulos, y 6 salamandras) le ubican en un tercer lugar mundial, después de Brasil y Colombia, en cuanto a número de especies. No obstante, ocupa el primer lugar si se toma en cuenta su modesta superficie.

El 40% de especies de anfibios del Ecuador (es decir 175) son endémicas. Habitan desde los agrestes bosques secos hasta los fríos páramos. En estos últimos, cerca del 70% de sus 49 especies son exclusivas de este ecosistema.

Recuerdo que en mi infancia, durante los años sesenta, la diversidad de sapos en Guaranda (mi ciudad natal) resultaba espléndida. No era difícil encontrar pozas rebosantes de ultios (renacuajos), poblaciones abundantes de ranitas cristalinas (Centrolene buckleyi), marsupiales (Gastrotheca pseustes), cutines (Eleutherodactylus w-nigrum) y los más conspicuos pucasapos (Atelopus guanujo). Estos últimos ostentaban su color rojizo en los potreros verdes.

Recuerdo que en el Escolar Ecuatoriano, texto obligatorio de las escuelas en ese entonces, encontré extrañas incongruencias con la realidad. No se mencionaba que existían sapos rojos, y solo había un párrafo escueto que decía algo así «son animales nocturnos y los hay de dos clases: los sapos son café, torpes, feos y con verrugas, mientras que las ranas son verdes, con grandes orejas, y se mueven a grandes saltos».

Nada más lejano de la realidad; los textos de aquel entonces habían replicado (¡con algunos errores!) lo que se conocía de las ranas y sapos europeos. Lo cierto es que en Ecuador no solo había especies parecidas a las ranas y sapos europeos, sino que este pequeño país sudamericano contaba con una casi inimaginable diversidad de estas criaturas, las cuales, por aquel entonces, eran muy poco conocidas. Pero…

¿Qué son los anfibios?

Los anfibios (ranas, sapos, ilulos y salamandras) son vertebrados singulares por varias razones. Poseen una piel permeable con glándulas que la mantienen húmeda y otras que la protegen de virus, hongos y bacterias. Su audición también es peculiar, pues además de escuchar a través del tímpano, lo hacen por medio de sus patas. Ellos perciben sonidos de frecuencias bajas con ayuda de músculos asociados a las patas delanteras y en conexión con receptores especiales en el oído interno. Otra característica de muchos anfibios es la metamorfosis de renacuajo acuático para transformarse en adulto terrestre. Esto último generó interés por su estudio desde los albores de la zoología.

Este interés derivó en exploraciones científicas que en Ecuador comenzaron en 1849. Desde aquel entonces se han realizado esfuerzos monumentales por describir las especies de anfibios del Ecuador, cuya diversidad es exuberante. Basta mencionar tres ejemplos para ilustrar lo dicho:

En la provincia de Esmeraldas existe el sapo (Bufo blombergi) con el cuerpo más grande del mundo (26 cm). No menos interesante es el caso de la rana chachi (Hyla picturata), una rana arbórea de ojos telescópicos (extremadamente grandes y potentes) como ninguna otra (ésta vive junto a los riachuelos del Chocó ecuatoriano). Y qué decir de los más conocidos sapos «pacman» (Ceratophrys spp.), que tienen enormes bocas para devorar sapos, y así… podríamos llenar muchas páginas mencionando los múltiples tamaños, formas, colores y modos de vida de estos habitantes de nuestro país.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Anfibios en peligro
En el mundo son los anfibios los animales más amenazados y sus poblaciones están desapareciendo rápidamente. Dada su naturaleza de comer insectos, las ranas y sapos se ven irremediablemente atraídos por las luces, ya que éstas atraen más insectos. Desafortunadamente, terminan cruzando calles y banquetas donde son atropellados en grandes cantidades cada noche. Poco a poco sus cantidades van disminuyendo.
Sin embargo, existe un peligro mayor que se relaciona con nuestra rutina diaria. Nuestras actividades de explotación indiscriminada de los recursos naturales pone en peligro sus hábitats. El simple hecho de tumbar un árbol crea una cadena de efectos que terminará matando a toda una población de ranas. Se pierde la sombra y se reseca la tierra, calentándose más de lo normal y eliminando toda posibilidad de vida para un anfibio.
Siendo animales excepcionalmente especiales por su rol en la naturaleza y su compleja forma de vida, tienen un futuro bastante difícil. Gracias a su excelente capacidad de pasar desapercibidos han sobrevivido a los peligros de la ciudad, ganándose el derecho a vivir en nuestros jardines sin ser molestados. Piensa que, aunque sean feos, asquerosos o repulsivos, tolerar su presencia valdrá la pena, pues evitará que más molestos insectos entren a tu casa.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Sapos o ranas
En general, las ranas y sapos pueden ser confundidas fácilmente entre sí. Aunque están muy relacionados unos con otros, la diferencia general es la textura de su piel, siendo más lisa y húmeda en las ranas mientras que es más áspera y seca en los sapos; además de que éstos presentan una glándula detrás del tímpano que se asemeja a un «cachete». Lo cierto es que han sido parte del folclor mexicano desde épocas ancestrales, atribuyéndoles poderes mágicos y misteriosos, utilizándolos principalmente en brujería y magia negra.
Inofensivos aliados
Se calcula que en el mundo existen más de 5 mil especies, y en nuestra región existen alrededor de 50 distintas especies de ranas y sapos, algunas de las cuales son endémicas (sólo se encuentran en una región en particular).
Dentro de la ciudad, la cantidad se reduce a alrededor de 3 especies de sapos y 5 de ranas, quienes mantienen a raya a los insectos rastreros y voladores que tanto abundan en temporada de lluvias. Existen en nuestra ciudad 2 especies de ranas arborícolas de gran belleza; si encuentras una no tengas miedo, no contienen veneno alguno.
A pesar de ser animales inofensivos, la mayoría de la gente los considera repulsivos o hasta venenosos, como ocurre con los sapos, pues éstos poseen unas glándulas que al molestarlos pueden liberar una sustancia lechosa irritante y tóxica si se ingiere, la cual producen para evitar ser devorados por sus depredadores.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Esclavos del agua
Descendientes de antiguos peces, ranas y sapos aún necesitan del agua para reproducirse, donde deben vivir las primeras semanas de sus vidas, respirando como peces a través de branquias para luego perderlas y desarrollar pulmones rudimentarios, pero conservando su delicada y sensible piel que les permite realizar la mayor parte de la respiración (respiración cutánea).
Su piel les permite sobrevivir en ambientes húmedos, pero los hace sumamente sensibles a los contaminantes, ya que puede absorber componentes químicos y morir. Es por ello que son consideradas como indicadores naturales de la calidad ambiental y su presencia o ausencia nos permite conocer qué tan contaminado está un ambiente en especial.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Pasando desapercibidos
Dado que tienen hábitos nocturnos, la mayoría de nosotros ni siquiera nos enteramos de su presencia. No es sino hasta que comienzan las lluvias que se hacen notar, luego de largos meses escondidos en espera del vital líquido, ya que su piel es permeable y no les permite retener la humedad en su organismo, lo que las haría morir fácilmente por deshidratación en ambientes secos.

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

La rana transparente

La Pellucidum Hyalinobatrachium, también conocida como la rana de vidrio o rana de cristal es una especie de la rana de la familia Centrolenidae. La rana es llamada así por su piel, que es translúcida, hasta el punto de que los órganos internos son visibles.

Es endémica de Ecuador. Habita en zonas tropicales o subtropicales. Es una especie en peligro de extinción por la pérdida de hábitat, aunque los programas de conservación han comenzado a ayudar a salvar a esta particular criatura. Esta rana tiene el tamaño de una uña

domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

La rana chilena de Darwin

Este anfibio endémico de Chile fue visto con bastante regularidad hasta el año 1978 y desde entonces parece haber desaparecido. Probablemente la especie se encuentre extinta. Esta especie de rana presenta una forma inusual de cuidado paternal, donde los renacuajos pasan parte de su desarrollo en el saco vocal de su padre.

Muy poco se sabe acerca de esta especie, probablemente hábitats en los bosques templados, ríos, y pantanos del sur de Chile.