domingo, julio 03rd, 2011 | Author:

Aunque usted no lo crea

Si bien en los círculos académicos se reconoce como prioridad el determinar cuáles son las especies y dónde habitan, ésta es una tarea notoriamente inconclusa, principalmente por dos motivos:

1. Existen fronteras inexploradas. Quedan muchísimas regiones en las cuales los biólogos no han realizado estudios. Por ejemplo, nadie conoce con certeza cuáles son los sapos de la cuenca del río Guayllabamba, o qué sapos viven en la frontera colombo-ecuatoriana que es objeto de fumigaciones.

2. A toda esta incertidumbre se añade el descubrimiento de la «diversidad críptica». Estudios recientes del genoma de las ranas indican que tras el parecido externo de ciertas poblaciones de una especie pueden estar involucradas varias especies bien diferenciadas a nivel genético.

Con estos antecedentes, es difícil predecir el número de especies de anfibios ecuatorianos. No obstante, conservadoramente se estiman en no menos de 600 especies.

Bajo esta lupa cabe la siguiente pregunta: ¿Cuánto tiempo tomará descubrir y describir las posibles ciento sesenta especies todavía desconocidas, si las tasas promedio de descripción (cuatro especies por año) se mantienen?

Pues bien, esta labor terminaría en el 2044. Por tanto, y como usted se imaginará, estamos en una carrera maratónica contra el tiempo, pues la extinción no espera…

Category: Ranas Y sapos
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