• tmp550312r1951_especial_haiti

    La República de Haití está ubicada en el Caribe, tiene una extensión territorial de 27750 kilómetros cuadrados, un área similar a la provincia de Pastaza y comparte la isla De Española con la República Dominicana.

    Haití tiene una población de 9 millones de habitantes, su capital es Puerto Príncipe, los idiomas oficiales son el Francés y el creole, el 80% de la población es católica, aunque se cree que la mitad de los haitianos practica el vudú.

    La historia haitiana empezó con el descubrimiento español de América, Cristóbal Colón llegó a la isla española en 1492 y pronto los nativos indios tahianos fueron aniquilados por los europeos. España cedió un tercio de la isla a Francia y allí desarrolló una de las colonias más prosperas del Caribe, pero a base de la esclavitud.

    Tras cerca de 100 años de colonia el pueblo haitiano conformado en su inmensa mayoría por esclavos negros descendientes de africanos, declaró su independencia de Francia un 1ro de Enero de 1804, aboliendo la esclavitud y convirtiéndose en la primera nación negra libre en el mundo, sin embargo con la república también llegó la estabilidad política. Reyes, emperadores y varios presidentes pasaron hasta que en 1915 Estados Unidos invadió Haití y sus tropas permanecieron allí hasta 1934.

    Decenas de mandatarios y gobernantes fueron y vinieron hasta que en 1957 FrancoisDuvaliere también conocido como Papa Doc inició una de las más etapas más oscurasde la historia de este país. Creó una fuerza militar conocida como los tonton macaute, y se dice que durante su gobierno de terror y opresión donde Papa Doc se basó en el vudú para afianzar su poder más de 30 mil personas murieron por causas políticas.

    Se declaró presidente vitalicio y fue enterrado como un semi – dios en 1971, a su muerte la presidencia de Haití fue asumida por su hijo Jean Claude Duvalier de tan sólo 19 años conocido como Baby Doc, Duvalier quien siguió los pasos opresores de su padre, Baby Doc se entrenó militarmente en el Ecuador donde tuvo una hija y al volver a Haití su gobierno se caracterizó por una brutal represión, así como por la corrupción generalizada que terminó de destruir la economía haitiana, fue derrocado en 1986 y se exilió en Francia.

    Tras varias dictaduras militares y golpes de estado en 1991 llegó al poder Jean Bertrand Aristide, quien a su vez fue derrotado por el general Sedras y una vez más Estados Unidos intervino en el empobrecido país para restablecer el orden.

    Baristic volvió para terminar su mandato y en el 2001 fue reelecto solo para ser exiliado forzosamente una vez más en el 2004, año en el que el país tocó fondo, las fuerzas armadas se disolvieron y los militares se llevaron las armas a sus casas formando centenares de grupos armados. La mayoría de instituciones públicas como la corte suprema y el registro civil, desaparecieron o colapsaron, el país cayó en la toral anarquía; entonces las Naciones Unidas decidieron intervenir y enviar un contingente de cascos azules par evitar la matanza y la guerra civilEn el 2006 Haití volvió a la democracia y el ex presidente René Preval fue electo al cargo de primer mandatario, puesto que hoy aún ocupa.

    Pero la historia trágica de Haití no solo se base en una endeble estabilidad política y pobre economía, los continuos huracanes que azotan este territorio y desastres como el recién ocurrido derrumbamiento de una escuela en la que murieron 95 personas solo recrudecen la ya trágica situación de esta nación, que día tras día y ante los ojos de sus vecinos americanos se convierte en la tierra del olvido.

    Es una guerra entre pandillas, en Haití se requisa casi a diario fuerte armamento, que fue en su momento propiedad de estado cuando existían las fuerzas armadas. En el 2004 se disolvió el ejército y sus miembros se llevaron las armas a sus casas.

    Los paramilitares que surgieron a falta de ejército controlan territorio, reclutan a niños y adolescentes y forman peligrosas pandillas delincuenciales. Haití es un polvorín, ante la anarquía en el 2004 las Naciones Unidas establecieron una fuerza multinacional permanente para pacificar el país y hoy son la principal fuerza de orden en el país, son 7000 soldados de doce países de Asia y América Latina incluido el Ecuador.

    En una emotiva despedida 67 miembros del cuerpo de ingenieros del Ejército Ecuatoriano partieron desde Quito y Guayaquil para cumplir una misión de reconstrucción de infraestructura, dotación de agua potable y labores humanitarias.

    En Guayaquil el contingente que regresaba de la isla recibía el relevo de los nuevos cascos azules ecuatorianos y entregaban indicaciones y consejos sobre el convulsionado país.

    Mayor Javier Riofrío, Comandante saliente contingente en Haití, dice: “Nuestro país es una paraíso, nuestro país definitivamente es un oasis dentro de muchos países que deben sufrir mucho”.

    En un avión del ejército chileno partimos rumbo a Puerto Príncipe la capital de Haití, tras cerca de 4 horas de vuelo los soldados arribaron a la base militar de las Naciones Unidas, el contingente se enumeraba, mientras que el comandante a cargo Mayor Carlos Cano saludaba al personal y supervisaba el embarque de tropa y equipaje antes de ayudar a colocarnos el chaleco antibalas.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Así comienza nuestro viaje aquí en Haití, con un chaleco antibalas. Una de las cosas que más impresiona aquí a la llegada a Puerto Príncipe es que las calles no cuentan con luz, no hay alumbrado público, las únicas luces que podemos ver son la de los autos que vienen en sentido contrario”.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Esta es la base ecuatoriano – chilena aquí en Puerto Príncipe, muy cerca del aeropuerto, aquí los chilenos y los ecuatorianos trabajan en conjunto, son el cuerpo de ingenieros los que construyen los puentes y el agua potable que tanto necesita este país de Haití”.

    Palabras del jefe militar de toda la operación en Haití, despidieron al contingente chileno que se marchaba y recibieron al ecuatoriano que arribaba.

    Mientras tanto nos desplazamos hacia otra parte de la ciudad para reunirnos con el jefe de las Naciones Unidas y conocer la importancia de la presencia ecuatoriana en Haití.

    Edmond Mulet, Jefe de Misión para Estabilización de Haití, dice: “Es fundamental la presencia del Ecuador acá en Haití por el trabajo que están realizando militares e ingenieros ecuatorianos que están trabajando acá, el impacto que tendrían en su propio país seria menor al extraordinario impacto que están teniendo acá en Haití por que aquí no hay nada, están a cero”.

    Pero este trabajo de reconstrucción es sumamente peligroso, por eso cada unidad cuenta con resguardo armado permanente.

    Además de reconstruir carreteras, puentes y canales, el cuerpo de ingenieros del ejército ecuatoriano provee de la vital agua potable al campamento y a la población.

    La gran mayoría de haitianos sólo tiene acceso a agua de pozos contaminados.

    Todos los días la encargada de tratar a quienes padecen una dolencia es la doctora ecuatoriana Guadalupe Flores.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “Yo personalmente de haber sido la primera mujer me siento muy orgullosa de ser la primera en salir, por que sé que después de mi van a venir muchas más”.

    Pero no todo es trabajo, también hay que comer y en este amplio comedor; chilenos y ecuatorianos comparten experiencias y hasta recetas.

    Internet, lavandería y habitaciones se ubican en estos containers modificados.

    Y las curiosas costumbres de cada pueblo.

    En el deporte los chilenos juegan fútbol y los ecuatorianos ecuavoley, pero todos extrañan a sus familias.

    Desde las alturas del lujoso barrio de Petiumbil, Puerto Príncipe luce igual que muchas otras ciudades latinoamericanas, grandes y suntuosas casas con amplios jardines, son habitadas por el cuerpo diplomático, funcionarios internacionales y la elite haitiana, dueña de una gran parte de la riqueza del país. Sin embargo desde lo alto también es fácil percibir las inmensas diferencias sociales que existen en la capital haitiana.

    Marcos Villamar, Realizador Programa La Televisión, dice: “Dentro del exclusivo barrio de Petiumbil nos encontramos con estas barriadas que están metidas en la zona más lujosa de Puerto Príncipe”.

    Casas mal construidas con cualquier material, y cero planificación urbana son la norma en gran parte de la ciudad donde los ricos viven en lo más alto, no sólo por la linda vista.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Las familias más ricas viven arriba en la montaña, conforme se va bajando la colina, va bajando también la clase social y en el fondo está la miseria”.

    Y es que al no haber alcantarillado ni recolección de desperdicios cuando llueve la torrente arrastra las aguas servidas y la basura hacia la parte baja de la ciudad generando estos inmensos y putrefactos basurales. Pocos de las más variadas enfermedades, la basura está en todas partes en Puerto Príncipe, la situación es realmente extrema.

    Edmond Mulet, Jefe de Misión para Estabilización de Haití, dice: “Haití debiera ser un ejemplo para todos nosotros en el sentido que los países y las sociedades y las naciones se pueden suicidar, yo no lo creía antes, yo que creía que las sociedades no se pueden suicidar, pero viniendo aquí a Haití me doy cuenta que eso es posible por que aquí hubo estado, hubo país, hubo carreteras asfaltada ahora son pedazos de asfaltos por que no hay carretera, hubo hospitales y todo eso se vino abajo, se destruyó”.

    Este es un barrio de clase media en Puerto Príncipe y aquí vive Yanet una ecuatoriana casada con haitiano, para ella las dificultades son muchas en Haití, pero no todo es malo.

    Yanet, dice, “Haití no es tan malo como parece, tiene sus cosas buenas y cosas malas, las malas son los problemas que uno no puede salir sin seguridad por que no sabe que le puede pasar en la calle a las persona, lo bueno son las playas y la comida”.

    Lo que en América Latina se entiende por hambre y pobreza es muy distinta en Haití.

    Edmond Mulet, Jefe de Misión para Estabilización de Haití, dice: “No se puede comer, la situación de nuestros países con los niveles de miseria que se viven en Haití. Sabe usted que aquí hay lugares en barrios en Puerto Príncipe donde la gente hace galletas de lodo de tierra para poder comer, para tener algo en el estómago, le agregan algunos granos de arroz, de trigo, el 90, 95% de la galleta es de barro, pura tierra, eso es para darle un ejemplo de los niveles de miseria y de pobreza que hay acá”.

    En una vereda encontramos a Mary una sonreída mujer que bajo el calcinante sol de medio día freía pescados, papas y macitas, le preguntamos con la ayuda de nuestra traductora Karinis, cuál es para ella el principal problema de Haití.

    Mary, dice: “Haití tiene demasiados problemas, que los problemas de Haití son muchos”.

    Sin embargo Mary no dejaba de sonreír, quisimos saber entonces que le motivaba a estar feliz.

    Mary, dice: “No puedo llorar, ya estoy cansada de llorar, ahora tengo que reír, si lloro no encuentra nada, entonces por eso tengo que reír”.

    Junto a las tropas de los cascos azules nos dirigimos hacia el norte de Puerto Príncipe para encontrar una guardería de niños abandonados.

    Estos son los sobrevivientes de una sociedad en la que la vida humana tiene poco valor, muchos de ellos fueron recogidos de basureros, rescatados de una muerte segura ya que la falta de educación y el poco control natal hacen que miles de madres den a luz y abandonen inmediatamente a sus niños.

    Para ellos lo más valioso que trae el equipo de las Naciones Unidas es el agua.

    Estos tanqueros traen agua potable una vez al mes para uso de los cerca de 30 niños que esperan la llegada de estos regalones extranjeros.

    Con la inocencia y curiosidad de mirarse en una cámara por primera vez, conocimos los nombres de algunos de ellos.

    Natanayoel, Welgens, Vivian, y muchos otros duermen juntos en estas pequeñas literas, y juegan con las pocas muñecas viejas que les llegan de niños un poco más afortunados.

    Aquí las necesidades son las más elementales.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “Además de proporcionarles el agua que es sumamente importante para ellos por que aquí no existe agua potable, el agua que traemos es agua purificada, se les proporciona también multivitamínicos, también lo referente a atención médica si lo necesitan”.

    Ingresamos a la sala de los más pequeños, y más vulnerables ante las enfermedades de la pobreza, como afecciones respiratorias y gastrointestinales. Estos pequeños están al cuidado de voluntarios haitianos, que no tiene ninguna preparación en salud por lo que muchos de estos casos lejos de ser atendidos siguen empeorando hasta sus fatales consecuencias.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “Más que desnutrición está deshidratado, parece ser que está varios días con diarrea, uno de los signos de deshidratación es la formación de pliegues cutáneos, y él está súper deshidratado”.

    Tan débil que lloraba sin llanto. Tan deshidratado que ni una lágrima brotaba de sus ojos.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “Está llorando pero no le sale lágrima, las mucosas están sumamente secas, hay que recomendarles que se vaya al hospital de aquí, no podemos hacer nada más en este caso”.

    Había que llevar al bebe al hospital de urgencia, pero la barrera del idioma entre los cascos azules y la encargada de los niños hacía difícil hacerle entender la gravedad del caso.

    Cabo Primero Jorge Castro, Unidad Médica Ecuador, dice:”Está desnutrido este niño, para la edad que tiene debería tener un peso y talla acorde, pero está muy desnutrido, es una situación que da mucha pena, por que como primera vez que vengo a una misión, me da mucha pena ver este cuadro de los niños desnutridos por la pobreza”.

    Ustedes pueden ver aquí la cantidad de niños tienen el abdomen prominente muchas veces se debe a casos de parasitosis intestinal, que en este caso puede tratarse deuna enfermedad que se llama leishmaniasis visceral, no es que estén gorditos de que comen, por que la verdad no comen, muchos niños pasan días sin comer, sino que se debe a parasitosis, por más que uno los desparasite hay que cambiar el nivel cultural de higiene y eso es lo complicado.

    Por su precaria condición de vida los niños se siguen enfermando. A pesar de esto cada mes los cascos azules de Ecuador y Chile llegan a aportar con su granito de arena, esta vez con pequeñas raciones de yogurt.

    Que deben ser abiertos y consumidos en el mismo lugar.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “De esta forma nos aseguramos que sean consumidos por los niños, por que muchas veces se ha comprobado si les damos en cantidades superiores no les dan a los niños, sino venden”.

    Como si fuera un manjar de los dioses, el dulce yogurt llena por momentos sus abultadas barriguitas y abraza sus pequeños y solitarios corazones.

    Cap. Guadalupe Flores, Jefe Unidad Médica, dice: “El caos que existe aquí ojala nunca se de en nuestro país, realmente en nuestro país el sistema sanitario existe cierta organización y no hay pobreza extrema como aquí he visto”.

    Una barra para Chile y Ecuador es el gracias de estos pequeños valientes quienes con su alegría de vivir representan la esperanza de esta nación.

    Esta es una escena común en Haití, las tropas de la ONU patrullan las calles a falta de ejército o policía local, su misión es reestablecer el orden y recuperar el control de vastas zonas de la ciudad de las peligrosas manos de bandas armadas, llegamos hasta una base del contingente de Sri Lanka, donde conocimos que uno de los principales problemas que enfrentan las tropas es la barrera del idioma.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Siguiendo la tradición de Sri Lanka hay que tomar té caliente para el calor, para enfriar el interior del cuerpo y soportar mejor el calor del interior”.

    Esto no era un simulacro, el chaleco de kevlar y el casco eran mandatarios, y podrían salvarnos la vida, así partimos en un convoy de vehículos cargados con ametralladoras hacia una de las zonas más peligrosas de la capital.

    Mayor Carlos Cano, Comandante Contingente en Haití, dice: “Si alguna situación sucede y el carro se estaciona y no puede salir velozmente de la zona, tiene que bajarse y tratar de protegerte”.

    La población, acostumbrada a la violencia, no tiene más que seguir con su vida cotidiana.

    La tala de madera para producir carbón ha reducido los bosques del país a menos del 2% de su cobertura original.

    Edmond Mulet, Jefe de Misión para estabilización de Haití, dice: “En este momento la cobertura forestal en Haití es solamente del 2%, cuando hace 40 años era el 40%, o sea que ha sido una degradación ambiental acelerada”.

    La basura se amontona al lado de los puestos de venta de alimentos o de prácticamente cualquier otro objeto que se pueda vender, aquí se podría decir, prácticamente todos son cachineros.

    Un miembro de la recientemente reformada policía apretó el paso ya que algo había detenido al convoy, en esta ocasión era tan solo un auto mal estacionado, pero así se han dado emboscadas que han cobrado la vida de varios cascos azules.

    En la cima de esta loma se acababa el acceso en vehículo.

    Para patrullar Martissant, considerado junto con Citi Solei, como uno de los barrios más peligrosos de Haití y del mundo, se debe tener extrema precaución, todos los cascos azules, incluidos nosotros en esta ocasión, son potenciales blancos de uno de los francotiradores que abundan en la zona.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Esta es una las zonas más peligrosas de Martissant, y aquí estamos acompañando a las fuerzas de las Naciones Unidas que apoyan militarmente el trabajo de los policías haitianos quienes están siendo entrenados para tomar control sobre estas partes difíciles de Puerto Príncipe, la capital de Haití”.

    Las bandas armadas controlan el lucrativo tráfico de drogas, armas y a veces comida para la atemorizada población.

    Marcos Villamar, Realizador Programa La Televisión, dice: “Aparentemente las tropas aceleraron por que encontraron un grupo de estas pandillas, pero unos se escaparon por un costado y en este momento están haciendo el patrullaje”.

    Con una mezcla de sorpresa, vergüenza y alegría, la población local encuentra en los cascos azules un alivio momentáneo, un descanso a la brutalidad con la que muchas de estas bandas los tratan.

    En medio del extremo calor y el hacinamiento, el agua refresca el cuerpo y la mente, y las sonrisas develan un rayo de esperanza.

    Los 35 grados del medio día caribeño pasaron factura en el cuerpo, agua y un secreto paquistaní, dátiles, nos dieron nueva fuerza, los niños del barrio también pudieron probar esta extraña fruta, y es que la presencia de la ONU brinda nuevas experiencias como escuchar extraños idiomas, y ellos también quisieron aprender un poco de español, fue nuestro turno de enseñar.

    El pueblo haitiano en su mayoría es creyente y supersticioso, los mercados son el lugarideal para encontrar lo necesario para la práctica del vudú.

    Muñecos, hierbas, velas e imágenes de santos se pueden encontrar aquí. Se cree que la mitad de la población haitiana practica este misterioso rito, quisimos conocer más, pero nos digieron que si en realidad queríamos entender de qué se trata el vudú tendríamos que atender a una ceremonia.

    En un barrio de clase media de la capital ingresamos a este domicilio, por fuera lucía como cualquier otro, pero aquí se realiza ceremonias de la práctica religiosa y espiritual conocida como vudú.

    Una amplia habitación con una sola columna central, imágenes de santos católicos y espíritus de la creencia africana adornan las paredes, ellos son parte primordial de esta mezcla de tradición cristiana y animismo africano para quienes creen en esta práctica los espíritus viven aquí y serán invocados para realizar curaciones, limpias y protecciones contra brujerías por el ungal a quien le llaman el brujo.

    Espíritus buenos o malos pueden ingresar en el cuerpo de los practicantes, tratamos que el brujo nos explique con palabras que es el vudú, pero no fue posible. Sin embargo aceptó enseñarnos unos de los cuartos donde supuestamente habitan espíritus.

    Los más diversos objetos son parte de la devoción en este sincretismo religioso, nos esperaba una ceremonia, un encuentro con lo sobrenatural.

    Tras varias horas de preparación y decoración del piso en forma circular con complejos diseños dibujados en tiza y colocación de velas rituales, todo estaba listo para iniciar la ceremonia.

    El frenético ritmo del tambor acompaña a los cánticos de invocación a los lua.

    Estas son los cuartos donde residen los espíritus. Aquí un enfermo, a través de la intervención del brujo puede recibir la sanación de parte de su espíritu protector.

    Era momento de regresar a la ceremonia, ron y agua para los muertos, una de tantas ofrendas y prácticas que forman parte de este culto.

    Es un experiencia difícil de explicar con palabras, y compleja de entender con la razón ya que esta no forma parte del mundo del vodoo.

    El baile es parte del camino hacia el trance y muchos de los ritos son similares a los del cristianismo como la paz, el bautizo, y la comunión.

    Entonces el cuerpo de la mujer ha entrado en trance, es poseído por un espíritu.

    De regreso a esta realidad la mujer busca desesperadamente la salida de la habitación.

    Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: “Esta es una ceremonia en la que los participantes son poseídos por espíritus, los espíritus son buenos y malos, depende de la persona la actitud que los espíritus toman con ella, con su cuerpo”.

    Las sabias manos del brujo calma al sacerdote poseído y el agua lo regresa a la tierra pero los trances y las posesiones nunca son iguales y pueden ser peligrosas.

    Un billete de cien gourdas es misteriosamente escupido por este hombre quien se flagela con un machete en la frente, y que aparentemente no siente el dolor.

    Una práctica que se aprende de niño con la que se vive y con la que se muere, es un mundo de profunda espiritualidad, de amor y de tradiciones, parte fundamental de la esencia del pueblo haitiano.

    Posted by baolmedo @ 11:33 pm

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Ir a la barra de herramientas