Sin lugar a dudas para los que disfrutan de lo simple y de la elegancia, de un ambiente neutral y pacífico, el blanco como color base resulta la alternativa ideal, pero no todo es tan simple como parece, al mirar estas hermosas casas en estilo minimalista que emplean el blanco como color base, podemos mirar la palabra perfección escrita en cada rincón y pared de la casa, pero la verdad es que emplear este color también tiene sus desventajas, por ello, a continuación describiremos los principales pros y contras de tener paredes blancas.
Ciertamente uno de los pros que más destacan sin lugar a dudas es la imagen neutral que brindan al hogar, no existe otro color que represente mejor la elegancia y una estética bien definida, capaz de convertir nuestro hogar en un lienzo en blanco en el cual jugar con la imagen en general.
Esto debido a que este color permite que cualquier elemento se mimetice y fusione a la perfección con el ambiente en general, y le hace destacar a estos elementos mucho más que al propio color.
Obtenemos ambientes con una imagen más espaciosa, ya que este color genera un efecto de amplitud como ningún otro, gracias a su capacidad de reflexión de luz, mismo que ofrece un nivel de iluminación único.
Pero como no todo puede ser perfecto, algunos contras resaltan de igual forma, primeramente, podríamos hablar de su neutralidad, pese a que es una gran ventaja, al mismo tiempo puede resultar en un efecto aburrido y simplista para algunos gustos.
Además, es uno de los colores que se contamina con mayor facilidad, a diferencia de los colores oscuros, debe recibir mantenimiento en periodo de tiempos más cortos, debido a que el mínimo detalle destacará y será mucho más evidente de lo normal.