Hoy viajé con parte de mi familia hacia la localidad de Balsapamba, un pueblo ubicado en la provincia de Bolívar. Fue un viaje improvisado, ya que aún siendo carnaval en mi país, no teníamos una agenda para este feriado.
Lo gracioso de esta travesía, es que no fuimos directamente hacia allí. El paisaje era tan hipnótico que optamos por seguir en la carretera hasta donde podamos, y digo podamos por dos factores:
-Mientras más subíamos (porque es un viaje hacia la Sierra), hacía más frío, y nuestra vestimenta no era la adecuada.
-No teníamos mucha gasolina en el vehículo.
Nos detuvimos en un lugar en medio de la carretera por algo en particular, la vista.
¡Podíamos ver Balsapamba desde su inicio hasta el final! Después de todo, fue bueno habernos desviado de la trayectoria, esta vista no se da todos los días.
Y así como se aprecia en la imagen, el entorno lo era también. Lleno de muchos arboles y dotado de un aire puro, sin contaminación. La verdad es que no hay nada como estar cerca de la naturaleza, y mejor aún cuando el clima es como el de hoy, soleado pero frío a la vez.
Deberíamos preocuparnos más por los árboles, ¡dependemos mucho de ellos!. Tengamos algo en cuenta: Si un día el ser humano desaparece, las plantas seguirán sobre la Tierra por mucho tiempo… pero si ellas desaparecen, probablemente no tendríamos siquiera un mes de vida. Así que a sembrar arboles, mundo!. 🙂
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