A la tercera va la vencida

A la tercera va la vencida: Con esta expresión se indica que al tercer intento las cosas suelen salir bien. Sus dos matrimonios anteriores fracasaron; vamos a ver si a la tercera va la vencida. Lo más probable es que la frase proceda de la lucha grecorromana o de otros juegos y deportes similares centrados en el cuerpo a cuerpo, en los que se vence cuando se consigue que el contrario caiga tres veces al suelo, o de la esgrima, pues algunos combates se celebraban a tres «tocados». Según cuenta Correas en su Vocabulario de refranes (1627), también podría venir de las justas medievales, del juego que consistía en, con el caballo lanzado a la carrera, ensartar en la lanza tres anillos, a cada cual más pequeño: quien conseguía el tercero tenía muchas más posibilidades de vencer. Hay otra explicación, referida a la disposición de las líneas de los ejércitos romanos: una primera en la que iban los pilati o veliti, soldados más inexpertos y menos disciplinados, con armas ligeras; la segunda, formada por combatientes más expertos denominados bastati, armados con picas; y una tercera, en la que iban los triarios, veteranos curtidos en mil batallas cuerpo a cuerpo; existe, incluso, la expresión latina ad triarios ventum est, que podemos libremente traducir como ‘la fuerza está en la tercera línea’, o ‘en la tercera línea se decide todo’, y que podría estar relacionada con la que nos ocupa. No hay que olvidar tampoco que en algunos fueros medievales el tercer robo (ter furtum) se castigaba con la muerte, pena que se mantuvo en el derecho penal de los siglos XVI y XVII, hecho que podría también tener que ver con la frase. V. Ni a la de tres.

Deja un comentario

Tu email nunca se publicará.


Ir a la barra de herramientas