¡A mí, plin!

¡A mí, plin!: Es posible que esta expresión, eslogan publicitario de una conocida marca de colchones («¡A mí, plin!… Yo duermo en pikolín») y que sugiere desdén o desinterés de alguien hacia algo, sea una deformación de ¡A mí, Prim!, aunque esta última expresión significaba precisamente lo contrario: interés hacia alguien. Circulan diversas interpretaciones sobre su origen, pero todas coinciden en señalar a diversas mujeres como inventoras del dicho y en señalar al general Antonio Prim (1814-1870), paradigma de apostura en su tiempo, como destinatario de lo que en sus orígenes fue un piropo. Yo ya te lo he advertido: no salgas que aún estás resfriado. Que sales y te pones peor, ¡a mí, plin! El que avisa no es traidor.

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