A reclamar, al maestro armero

A reclamar, al maestro armero: (Las reclamaciones, al maestro armero|| Reclamar al maestro armero) Se usan estas frases para evadir una responsabilidad, para avisar, por lo general antes de que se produzca el hecho negativo, de que alguien no es el culpable de una situación. Yo ya os he advertido de que no podéis forzar el coche, de que no podéis pasar de ciento veinte. Si lo hacéis y hay algún problema mecánico, a reclamar al maestro armero. Es posible que las expresiones se originaran porque los artilleros echaran la culpa de su falta de puntería o de los posibles accidentes a los maestros armeros, que les preparaban o limpiaban sus fusiles y se encargaban de regular y equilibrar el punto de mira.

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