A tal señor, tal honor

A tal señor, tal honor: Usamos esta frase laudatoria para indicar que alguien, por su comportamiento, dignidad o forma de ser merece todas nuestras atenciones. Tú te instalas en mi casa y dispones de ella como quieras. No es ninguna molestia para mí; todo lo contrario. A tal señor, tal honor. En 1566 el escritor y cazador francés Jean de Clamorgan dedicó al rey Carlos IX, también gran amante de la caza, su Tratado sobre la caza del lobo, la pieza más codiciada y peligrosa en aquellos tiempos. La dedicatoria decía: «A tal señor, tal honor». V. Hacer los honores.

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