Asomar/enseñar la(s) oreja(s)

Asomar/enseñar la(s) oreja(s): Dejar ver alguien sus defectos o sus puntos débiles. Sí. Si yo no discuto que Andrés sea un tipo fantástico, lo que sucede es que siempre acaba asomando la oreja y sacando ese aire de superioridad que me pone negro. El dicho parece asentarse en una antigua fábula, recogida por el fabulista latino del siglo IV Flavio Aviano y citada por Mateo Alemán (1547-1615?) en su Vida del pícaro Guzmán de Alfarache (1599). Un asno, cansado de ser objeto de las burlas de otros animales, se disfrazó con el pellejo de un león para asustarlos y se escapó del pueblo. Su amo, después de mucho tiempo buscándolo, acabó dando con él y moliéndolo a palos… Y es que el disfraz no le tapaba las orejas. V. Ponerse la piel del león||Enseñar la patita.

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